Lectura de obras finalistas, no premiadas, en el
XIV Concurso Literario Provincial Grupo Leo - Editorial Agua Clara 2009.
Cuento: "Te quiero"
Autor: Patricia Gil Delgado
Curso: 3º ESO del IES Valle de Elda
© El Autor. Todos los derechos reservados
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Te quiero
Carlos era un adolescente de dieciséis años que se acababa de mudar a otra ciudad con su familia, por temas de trabajo. Como no conocía el lugar, en su tiempo libre se dedicaba a pasear por las tardes en el bosque que estaba por la zona donde vivía.
Un día, como otro cualquiera,
caminando sin rumbo por aquel bosque descubrió un paisaje sorprendente, parecía salido de un cuento de hadas, había una cascada inmensa y muchos árboles alrededor que alcanzaban el cielo, y a esto hay que añadirle que era el atardecer y el cielo estaba precioso. Carlos se quedó paralizado durante unos minutos mirando el lugar embobado, inesperadamente alguien le puso un pañuelo en los ojos y se acercó a su oído diciendo:
- Cada vez que te veo me gustas más y no puedo evitarlo. Te quiero.
Seguidamente le dio un beso en la boca y se fue corriendo. Cuando Carlos quiso mirar ella ya se había ido.
Aquella noche Carlos no pudo dormir, no se podía creer lo que le había pasado esa tarde. Aquel beso... no se podía explicar, era tan apasionado y dulce... Sin darse cuenta se había enamorado
perdidamente, pero el problema era que no sabía quién era ni si algún día daría con ella.
Al cabo de un mes, llego el esperado día de asistir a clase. Era el primer día para Carlos y estaban en el mes de febrero, así que no le hacía demasiada gracia ir al instituto en mitad del curso y sin conocer a nadie, pero no podía hacer nada. A pesar de todo, el día no le fue tan mal, conoció a m
uchos amigos, pero en especial a
Ruth, una chica muy guapa que se ofreció a enseñarle el instituto y a explicarle por dónde iban en el libro de clase para que no fuera perdido durante las
explicaciones del profesor.
Pronto
Ruth se convirtió en su mejor amiga, quedaban todas las tardes y compartían todo, hasta que un día
Ruth no se presentó en el parque donde habían quedado y dejó a Carlos plantado. Éste tras estar esperando una hora se fue triste al maravilloso sitio
donde tuvo lugar ese beso de hacía unos meses; este sitio era el único donde se podía olvidar de todos los problemas y aislarse en su propio mundo. Al poco tiempo, llegó
Ruth muy fatigada tras un largo tiempo corriendo hasta él.
- Lo siento- dijo acercándose a él.
Carlos hizo un gesto queriendo decir que ahora no tenía muchas ganas de hablar con ella, pero a
Ruth no le importó y le explicó lo que había sucedido.
- Carlos, no te enfades, te lo puedo explicar. Mi abuela se ha puesto mala de repente y hemos tenido que llevarla al hospital. Luego, preocupada por ella, se me ha olvidado por completo que había quedado con
tigo y he salido de allí en cuanto he podido.
- Está bien, contestó Carlos. No me enfado pero no me ha gustado mucho estar esperando una hora allí yo solo como un tonto.
- Lo sé y lo entiendo- dijo bajando la cabeza
Ruth.
Tras ese diálogo reinó un
silencio insoportable durante unos segundos y
Ruth pensó que éste era un buen momento para decir lo que llevaba bastante tiempo callándose:
- Carlos, te quiero. Llevo mucho tiempo queriendo decírtelo y no me aguanto más.
- ¿Qué?- respondió incómodo Carlos.
Vaya, veo que no te ha gustado mucho que te lo dijera.
- No, no es eso. Eres la chica más guapa que he visto y la más inteligente, pero hacer un par de meses una chica misteriosa me embrujó con un beso, aquí mismo, y desde ese día no he podido dejar de pensar en ella.
Al
oír eso,
Ruth hizo una sonrisa un tanto picarona y se acercó poniéndole un pañuelo en los ojos. Estaba
atardeciendo cuando le susurró al oído:
- Cada vez que te veo me gustas más y no puedo evitarlo. Te quiero.
Seguidamente le dio un beso.
© Patricia Gil Delgado