jueves, 25 de septiembre de 2014

Los libros del mes de septiembre de 2014 del
Grupo Leo



EL AUTOR
Pep Castellano (Albocàsser, 1960) es pedagogo, escritor y cuentacuentos. Estudió magisterio y luego pedagogía. Ha hecho teatro de calle, y ha bailado y cantado (danzas y canciones populares). En cuanto a su labor como pedagogo ha sido reconocido con el Premio Soler i Godes a la Innovación Educativa, galardón otorgado por la Fundación que lleva el nombre del reconocido pedagogo valenciano Enric Soler i Godes. 
Es autor de una treintena de libros, la mayoría de literatura infantil y juvenil, por los cuales ha recibido galardones como el Premio de Narrativa Infantil Vicent Silvestre, el Samaruc, el Enric Valor o el Carmesina.
Actualmente trabaja como técnico de formación de animadores juveniles en el IVAJ de la Generalitat Valenciana, además de hacer de cuentacuentos formando dúo con Canto Nieto.
EL LIBRO
Marta, una niña fascinada por el fútbol, ha conseguido introducirse en el laboratorio de Conrado, un científico loco por el amor y la ciencia. Juntos, deberán ingeniárselas para salir airosos de los líos que provocan los experimentos de este curioso laboratorio.
Conrado es un científico aparentemente chiflado que experimenta con distintos elixires. Uno de ellos, a base de kiwi, es el que toma Marta, quien comienza a actuar como si estuviera en un anuncio publicitario.
El libro habla de la amistad, entre Marta y Amado, de los contratiempos que se viven en la niñez, pero también del amor entre adultos; un amor aparentemente inalcanzable porque Conrado se siente atraído hacia María, la madre de Marta, aunque ésta inicialmente no le corresponde e, incluso, logra denunciarlo a la policía por el tema del elixir.
La novela muestra que la ciencia puede ser divertida y que no está reñida con la vida cotidiana.
EDAD RECOMENDADA de 10 a 12 años.

CONRADO, UN CIENTÍFICO ENAMORADO

Efectos de la PPT (Poción de la Publicidad Total)
                   Era yo quien se había bebido la PPT de Conrado. Le eché la culpa a Chispa, pero me la había bebido yo...... Me la había bebido a escondidas, ¿comprendéis?
                   Es que yo había creído que aquél vaso con la bebida verde era el filtro de amor y… En aquel momento, lo que más me interesaba era quitarme de encima a Amado el Pesado. Por eso me lo bebí. Y, bueno, va, os lo diré. También me interesaba Marcos, ¿vale? También me bebí el filtro por él, si. Porque ya podía yo meter goles de bandera, ya podía hacerle pases estupendos para que él rematara de cabeza,, ya podía intentar hacer todo lo que a él le gustaba, que él solo tenía ojos para la babosa de Carla, y, a mí, eso...
                   Sin embargo me había bebido la poción equivocada y en lugar de la PAZ, me había tomado una PPT con sabor a kiwi. El caso es que sabía bien y eso que a mi el kiwi, normalmente, no me gusta, ¿sabéis? Pero ¿qué me había tomado? ¿Y si mi madre tenía razón y Coso Brown era un científico loco y peligroso?
                                                                            …..
                   Estaba a punto de soltarle algo gordo a mi compañera de clase cuando, de repente, vi al mosntruo de las galletas en la bolsa de Light Cookies Chocolate. Se comía las galletas a bocados, en plan bestia. Entonces noté los efectos de la PPT, música de clarinetes en mi interior: “ nanaina, nanainaaa...” y ya no me pude controlar. Me dio por hacer lo mismo que el monstruo. Así que le quité la bolsita a Carademuñeca y me puse a engullir galletas, la mayoría cayeron al suelo pero me puse más de siete en la boca, todas juntas, y las masticaba a la vez. Las galletas se me pegaban a los bráquets y hablaba con la boca llena y parecía el monstruo de las galletas de verdad, porque escupía trozos de galleta como un animal,
…..
                   Cuando ya no quedaban galletas en la bolsa, la tiré al aire. La bolsa se la llevó el viento y yo la seguí con la mirada...Entonces vi una valla publicitaria en la calle. Había una señora que enseñaba una botella de detergente y una camiseta llena de manchas...
                   ¡Sí! En cuanto la vi volví a escuchar la música otra vez: “nanaina, nanainaaa...”. Me miré las manos y vi que las tenía manchadas de chocolate. Y pensé en la publicidad. Yo sabía que aquella señora manchaba y manchaba prendas de ropa porque estaba segura de que su detergente lo dejaría todo perfectamente limpio, de manera que me puse a hacer lo mismo. Limpié mis manos sucias de chocolate en el vestido rosa de Carla Carademuñeca , mientras le decía:
                   - No se preocupe, señora. No hay mancha que se le resista a Kalielpot. ¡Ni las más difíciles!
                                                                            …..
                   Fué entonces cuando vi la Nani Patinadora dibujada en la mochila de Carla y la poción de Conrado me volvió a afectar. Ya lo sabéis, la música de los clarinetes, un cosquilleo especial en la barriga... Y noté cómo me transformaba en aquella muñeca publicitaria. Noté que a mi alrededor todo adquiría una tonalidad rosa. Tuve la impresión de que llevaba unos patines en los pies. Otra vez era incapaz de controlar mis acciones. Ya no pude parar: “nanaina, nanainaaa”.  Ni siquiera les dije adiós, por suerte, porque Carla no venía con ganas de charlar, precisamente. Huí empujada por una fuerza muy superior a mi.
…..
            El problema lo tuve cuando, al terminar, me dio permiso para ver un poco la tele.

            Mientras ponían dibujos, todo iba como una seda. Estaba viendo una serie con unas niñas que aún llevaban pañales pero que ya eran heroínas y que hacían de todo... ¡Sin problemas! Pero, al llegar el descanso publicitario: “nanaina, nanaina”, la musiquilla empezó a sonar dentro de mi cabeza, noté las cosquillas en la barriga y supe que la primera publicidad me afectaría. Se trataba de un juego de artes marciales para la consola.
            Los personajes se convertían en monstruos y se atacaban los unos a los otros, y yo empecé a hacer las mismas acrobacias que aquellos monstruos ninja y a dar saltos por la salita y a romper cosas que mi madre tenía en las estanterías: un búcaro de porcelana, una copa mía, del campeonato de fútbol escolar, un marinero de madera, un payaso de escayola pintada y un par de trofeos de concurso de baile.
            Cuando mi madre oyó el jaleo, vino corriendo. Vio lo que estaban haciendo los monstruos de la tele e imaginó que yo los estaba imitando, de manera que lo primero que hizo fue apagar el televisor. Luego recordó el remedio de la vecina, preparó un vaso de agua con azúcar y me obligó a tomármelo. Se me pasó enseguida....
            Otros experimentos:
PAZ: Pócima de Amor Zalamero
TRÁFICO: Transporte Rápido para el Agua de la Fuente Individual, Cómodo y Original
CAMAL: Canal Abierto para Mirar con Absoluta Libertad
REFRESCO: Recipiente Especialmente Fantástico de Refrescar Económicamente Sin Consumo Oneroso
SOFÁ: Silla Optimizada para ser Feliz Amorosamente

Fragmento del libro: Conrado, un científico enamorado
Ilustraciones: Jorge del Corral
Editorial: Algar
Colección: Colección Calcetín


Actividades:
  1. Conrado hace sus experimentos en una alquería. Sabrías describir esta palabra  e imaginar qué múltiples cosas podemos encontrarnos en ella?
  2. ¿Puedes inventar otras pócimas llamándolas con nombres espectaculares?
  3. Escribe un cuento o poema y envíalo acompañado de un dibujo con vuestro nombre, apellidos, curso, colegio y número de teléfono particular a:


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lunes, 22 de septiembre de 2014

Los libros del mes de septiembre de 2014 del
Grupo Leo


La autora: Mercedes Carlón Sánchez

Nacida en Oviedo el 12 de julio de 1931 tuvo que anteponer a su propio apellido el de su marido al casarse en 1958 con Hans-Jörg Neuschäfer, como entonces mandaba la ley en Alemania y hoy es conocida por todos como Mercedes Neuschäfer.
Estudió filosofía y letras en su ciudad natal y se licenció en la Universidad de Madrid en1957.
En Alemania fue profesora de español en la Universidad de Giessen y después comenzó a dar clase a los niños españoles, hijos de emigrantes en Saarland y en Tréveris. De esta experiencia docente deriva su creación narrativa, que tiene como destinatarios a niños y jóvenes.
En 1975 recibió el premio AMADE, ha sido finalista en el Lazarillo y ha figurado en las Listas de Honor de la CCEI, por mencionar algunos de sus premios.
La mayoría de sus libros han sido escogidos como 'White Ravens' (Mirlos blancos) por la Biblioteca Internacional de la Juventud de Múnich.
El libro que hoy presentamos trata de un elefantito que se lo pasa fenomenal en el zoo donde vive. Como es el más pequeño de la manada, todos se fijan en él. Pero un día Plumbito empieza a ir a la guardería, y allí las cosas son distintas.
Mercedes Neuschäfer-Carlón ha escrito también estos libros:
La cabaña abandonada (Editorial Alfaguara)
Una fotografía mal hecha (Editorial Rialp)
En la guarida secreta (Editorial Susaeta)
Tarde de cuentos (Editorial Everest)
Berland, la ciudad escondida ( Editorial Miñón)
Antonio en el país del silencio ( Editorial Everest)
Violín y guitarra (Editorial Rialp)
El yate blanco (Editorial Rialp)
Tras los muros (Editorial Grijalbo-Mondadori)
Dani y Dino (Editorial Everest)
La acera rota (Ediciones Cardeñoso)
Omar y la ciudad escondida (Ediciones Palabra)
La primavera no reía  (Ediciones Madú)
Veraneo en Santíbal (Ediciones Palabra)
Mefi, Sata y Monio (Editorial Kalandraka) 

PLUMBITO NO QUIERE CRECER


Plumbito vivía en un zoo precioso.
Los animales tenían mucho sitio para moverse y jugar.
Los monos se divertían buscándose las pulgas, mondando plátanos o colgándose de cuerdas y ramas.
Los niños se reían y sentían admiración y envidia.
¡Qué estupendo debía de ser poder balancearse como ellos, agarrados solo con una mano, y saltar luego de una rama a otra, muy lejos por el aire como si no tuvieran peso. volando casi!
Las focas también se lo pasaban de miedo, bañándose y buceando en el gran estanque.
¡Qué elegantes parecían en el agua y qué patosas, en cambio, cuando caminaban con sus torpe pasos por la tierra!
Y, además, se podían ver en el zoo fieros tigres; perezosos leones, a los que daba gusto ver bostezar; orgullosas jirafas, con sus cabezas allá en lo alto, que no parecían interesarse por nada de su alrededor.
Y rayadas cebras, que paseaban o corrían, según les viniera en gana.
Y también había elefantes. Uno de ellos era Plumbito, que, a pesar de vivir bien cuidado en un zoo tan bonito, estaba triste:
No quería crecer.
Era el más pequeño de los elefantes.
Los visitantes formaban corros para contemplarlo:
-¡Mirad, qué monísimo ese elefante tan chiquitín!
Pero ¡qué precioso es! –decían.
Y él hacía sus gracias: saltaba, brincaba, jugueteaba con la trompa de su madre, tendida en el suelo; se subía después a su lomo, y, de allí, como desde un tobogán, se deslizaba a tierra, ¡plum!
A veces aparecía también el padre con un balón, y Plumbito corría e intentaba dar patadas a la pelota.
Los niños reían y aplaudían.
Plumbito se sentía feliz.
Pero un día nació un nuevo elefante en el zoo y todos iban a verlo.
Claro está que también se pasaban un buen rato mirando a Plumbito.
El elefante bebé no sabía aún hacer las mismas gracias que él; pero Plumbito se daba cuenca de que si crecía y se hacía grande, se iba a convertir en un elefante como otros muchos que se paseaban por allí y por los que nadie se interesaba.
Plumbito no quería crecer.
Apenas comía y por las noches lloraba.
-¡No quiero crecer, no quiero hacerme mayor!
¡Brumm, brum, brum…!
Y sus padres estaban preocupados.
-Todos tenemos que crecer, Plumbito –le decía su padre-.
Yo también fui un elefante chiquitín como tú.
-¿De veras?
A Plumbito le costaba creer que su padre, aquel elefantón, el más grande y fuerte de todos los que andaban por el zoo, hubiese sido pequeño como él.
-Pues sí, Plumbito.
Tu madre y yo fuimos pequeños, más pequeños todavía de lo que tú eres ahora.
¡Qué raro! –pensaba el elefantito.
Y quería seguir siendo lo que entonces era:

Un elefante gracioso y chiquitín. 
Fragmento del libro: Plumbito no quiere crecer
Ilustraciones: Pablo Echevarría
Editorial: SM.

Actividades:
  1. ¿Alguna vez te has sentido triste porque has creído que los mayores te prestaban menos atención que a otro niño más pequeño que tú? Si es así, ¿cómo has reaccionado?
  2. ¿Qué recuerdas de tus primeros días de guardería o de colegio?
  3. Escribe un cuento o poema sobre este tema y enviálo acompañado de una ilustración, sin olvidar poner vuestro nombre, apellidos, curso, colegio y nº de teléfono o e-mail a 

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Los libros del mes de septiembre de 2014 del
Grupo Leo


El autor: Chris Van Allsburg
Chris Van Allsburg nació el 18 de junio de 1949 en Grand Rapids, Michigan (Estados Unidos).
Desde niño sintió atracción por el dibujo.
Cuando ingresó a la Universidad de Michigan para realizar un curso de arte redescubrió su amor por el arte. Luego de graduarse en Bellas Artes realizó estudios de escultura en la Escuela de Diseño de Rhode Island. Si bien comenzó su carrera artística como escultor, sus obras ya reflejaban una habilidad especial para narrar historias a través de ellas. Muchas de sus esculturas poseen un sentido fuerte de la narrativa y de la acción, a la vez que muestran los rasgos ligeramente oscuros y los toques de humor sutil que tienen sus álbumes ilustrados.
De ser un escultor a tiempo completo, Chris Van Allsburg se fue volcando poco a poco al dibujo. Su esposa Lisa, productora de un programa de televisión,  le puso en contacto con el autor e ilustrador David Macaulay, quien al observar las creaciones de Chris Van Allsburg, valoró su potencial artístico y lo entusiasmó para que las presentara a su editor en Houghton Mifflin Company.
Walter Lorraine, el editor, coincidió con Macaulay en que Van Allsburg poseía un talento excepcional y una comprensión de cómo contar una historia a través de las imágenes. Discutiendo con el editor acerca de un libro que Van Allsburg quería realizar a partir de unas ideas sobre el arte de tallar los arbustos de jardín, surgió su primer álbum ilustrado: The Garden of Abdul Gasazi (1979), obra con la que obtuvo el premio Caldecott Honor Book en 1980.
En Jumanji, su segundo álbum ilustrado, Chris Van Allsburg explora la siempre inquietante y difusa línea entre la realidad y la fantasía, con una historia en la que los pequeños protagonistas descubren un juego de mesa que los llevará a vivir una increíble aventura. El libro fue llevado al cine por Columbia TriStar Pictures.
Otra de sus obras, El Expreso Polar, se convirtió en un clásico de Navidad con más de dos millones de lectores. El libro cuenta el viaje de un niño que, la noche de Navidad, es recogido en la puerta de su casa por el Expreso Polar, un tren fantástico que lo llevará (junto con otros muchos niños) al Polo Norte. Allí los espera Santa Claus para la ceremonia de entrega del primer regalo de Navidad.
El especialista norteamericano Peter F. Newmeyer, en un interesante ensayo sobre los libros de Chris Van Allsburg, comenta que sus trabajos son "obras de arte en forma de libro; son objetos artísticos acompañados de historias misteriosas e interesantes. Si se examinan detenidamente es posible comprender cómo funcionan los libros-álbum".
Varios premios y distinciones destacaron su trayectoria profesional, entre ellos el Caldecott Medal, uno de los más importantes de la literatura infantil en los Estados Unidos; obtenido en dos oportunidades: por Jumanji en 1982 y por El Expreso Polar en 1986. La sección norteamericana de IBBY lo propuso para el Premio Hans Christian Andersen en 1985.
Participó como asesor en el arte de la película de dibujos animados La Sirenita (The Little Mermaid), basada en el cuento de Hans Christian Andersen, que realizaron los estudios Disney en 1989.
Actualmente vive en Providence, Rhode Island.

LA ESCOBA DE LA VIUDA es un maravilloso álbum ilustrado en el que su autor nos narra una  historia de brujas. El lector tiene la impresión de que está leyendo un relato de actualidad. Las brujas y sus escobas nos traen a un primer plano uno de los temas más tratados de la literatura tradicional. Con un estilo directo, sencillo, con frases cortas y expresivas y unas ilustraciones espectaculares, detalladas y muy realistas este álbum ilustrado es todo un deleite para los sentidos,
La viuda Mina Shaw encuentra en su huerto a una bruja  caída  y la acoge en su casa junto a su  escoba que ya no la sostiene en el aire. Una vez recuperada la bruja abandona el hogar de la viuda dejando su vieja escoba. Unos hechos prodigiosos  tendrán como protagonista a la escoba ante la intransigencia de los vecinos de la viuda.
Todo es sorprendente en este álbum por la excelencia del texto y de las ilustraciones  en un armonioso equilibrio.


LA ESCOBA DE LA VIUDA


LAS ESCOBAS DE LAS BRUJAS

Las escobas de las brujas no son eternas. Se van haciendo viejas y llega el día en que, aun las mejores, pierden la capacidad de volar.
Afortunadamente, esto no sucede en un instante. Una bruja puede sentir cómo, poco a poco, su escoba va perdiendo potencia. Los derroches repentinos de energía que alguna vez la elevaron rápidamente hacia el cielo se van debilitando. Cada  vez es más necesario un mayor impulso para despegar. Las veloces escobas que de nuevas competían con los halcones, se ven rebasadas por los lentos gansos voladores. Cuando suceden estas cosas, una bruja sabe que es hora de desechar su vieja escoba y mandar a hacer una nueva.
En muy raras ocasiones, sin embargo, una escoba puede perder su poder sin previo aviso, y desplomarse, con su pasajera, tierra abajo...
Eso es lo que justamente sucedió una fría noche de otoño, hace muchos años.
Del cielo iluminado por la luna, cayó en picado una oscura figura cubierta con una capa. La bruja, junto con su cansada escoba, fue a parar a un lado de la pequeña casa blanca de  una granja, el hogar de una solitaria viuda llamada Mina Shaw.
Al amanecer, la viuda Shaw descubrió a la bruja que yacía en un huerto de legumbres. Estaba magullada y ensangrentada y no se podía sostener en pie. A pesar de su temor, y gracias que era una bondadosa mujer, Mina Shaw ayudó a la bruja a entrar en su casa y la acostó en la cama.
La bruja le pidió a Mina Shaw que corriera las cortinas; después, se envolvió toda en su negra capa y se durmió profundamente. Así se quedó, sin moverse, todo el día. Cuando finalmente despertó a media noche, sus heridas habían sanado por completo.
Se levantó de la cama y anduvo silenciosamente por la casa de la viuda. Mina Shaw dormía en una silla junto a la chimenea, donde ardían las brasas de un fuego moribundo. La bruja se arrodilló y tomó con la mano uno de los carbones candentes.
Afuera, encendió una fogata con hojas y ramas a la que echó uno de sus cabellos. El fuego silbó y crepitó, ardiendo con una brillante luz azul.
Poco después, la bruja pudo distinguir una forma oscura volando por encima de su cabeza. Era otra bruja  que, girando lentamente, aterrizó junto al fuego. Las dos mujeres hablaron brevemente; la primera hacía ademanes señalando el jardín donde estaba su vieja escoba. Después, se sentaron una junto a la otra en la escoba de la segunda  bruja y emprendieron el vuelo, sobrevolando las copas de los árboles.
Cuando Mina Shaw despertó, no se sorprendió de que su huésped se hubiera ido. Sabía que las brujas tenían poderes poco comunes.
Tampoco se sorprendió cuando vio que había dejado la vieja escoba. La viuda supuso que había perdido su magia. Ahora era una escoba ordinaria, igual a la que tenía en su cocina. Comenzó a usarla en la casa y se dio cuenta de que no era ni mejor ni peor que las escobas que había usado antes.
Una mañana, Mina Shaw todavía estaba en la cama cuando oyó un ruido que provenía de la cocina. Se asomó y vio algo que hizo saltar su corazón. Allí estaba la escoba, barriendo el suelo ella sola. Se detuvo un momento y volteó hacia la viuda, para luego retornar a su trabajo.
Primero, Mina se asustó, pero la escoba  parecía inofensiva y, más que eso, estaba haciendo el trabajo muy bien. Desafortunadamente, se la pasó barriendo todo el día.
Al anochecer, para tener algo de paz, encerró a la escoba en un armario, pero como ésta estuvo tocando la puerta durante más de una hora., Mina se sintió culpable y la dejó salir. Cuando se metió en la cama , la escoba seguía barriendo los cuartos una y otra vez, y la viuda se quedó pensando si tal vez podría aprender a hacer otras cosas.

Fragmento del libroLa escoba de la viuda
EditorialFondo de Cultura Económica




Actividades:
  1. Si hubieras tenido la oportunidad de pedirle a la escoba un  favor, ¿qué tipo de trabajo le hubieras pedido que te hiciera?
  2. Este relato está tomado de un maravilloso álbum ilustrado lleno de hermosas ilustraciones. Ilustra el último párrafo de este texto y haz un  bonito dibujo.
  3. ¿Qué otras cosas crees que aprendió a hacer la escoba?
  4. Escribe una historia cuya protagonista sea una bruja  y envíala por  correo postal con un dibujo y acompañada de tus datos personales (Nombre,Apellidos, Colegio, Curso, Teléfono y una dirección de correo electrónico) a:

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lunes, 15 de septiembre de 2014

Los libros del mes de septiembre de 2014 del
Grupo Leo


La Autora: Harmonie Botella


Profesora agregada de francés, publicó su primer libro: Ojos que no Ven, en 2002. Su segundo libro: Otros Caminos, prologado por Enrique Cerdán Tato, es una abanico de cuentos y poesías. Más tarde, en 2005, publica una serie de retratos de mujer en su obra: Algunas Mujeres (Ed. Celya). En el 2006, escribe unos cuentos infantiles: Cuentos para Rubén y Malena (Ed. El Taller del Poeta) a beneficio de la ONG Pequeños Príncipes. Ha participado en diferentes antologías: Mucho Cuento (Ed. Tucumán), Relatos urbanos (Ed. Ecu), Voces de Periferia (Ed. Belgeuse)...
Además de sus cuatro libros, Harmonie tiene varios artículos, cuentos y poesías publicados en diferentes revistas y periódicos.


EL SUSURRO DE LAS DUNAS


LA BODA

Era el gran día, esperado por todos. Aicha, la hermana mayor de Sarga se casaba. Se iban a suceder varios días de fiestas, organizados por los comités de aprovisionamiento, artesanía, justicia….Las amigas de Aicha se habían hecho trenzas de todos los colores con numerosas joyas.
La artesanía de las joyas incluía el oro, la plata, el cobre. Era un oficio de hombres al que se iban sumando muchas mujeres. Además de la artesanía  de  orfebrería también se daba la del curtido de la piel y la ebanistería.
Todos vistieron sus mejores galas; algunas adolescentes y mujeres españolas compraron unas Al Melhfa, para no desentonar .Malena, Rubén y Diego también se pusieron unos trajes típicos del Sahara para acompañar a la joven novia.
El novio de Aicha según la tradición saharaui, llevaba una daraá blanca, un pantalón y un cinturón amplísimo. El prometido, antes de la boda dio siete vueltas a la jaima de los padres de la novia, donde se iba a celebrar el compromiso. Una vez dentro, se sentó en un rincón, dejando sitio para su prometida.
Aicha vestía una melhfa negra y sus manos, teñidas de henna, estaban cubiertas de joyas. Fátima, con su magnífica vestimenta y sus joyas del desierto, adquirió aires de princesa de las dunas.
Rubén se acercó, rozó su mano y tocó los dedos de Fátima durante dos o tres segundos, aprovechando que un grupo de españoles se colocaba delante de ellos.
Menos mal que la familia de Fátima no vio nada. Pero ella, joven mujer del desierto no podía negar los sentimientos que estaban naciendo en su corazón. Sentimientos contradictorios que la confundían. Sabía que le quería ,pero que también era un amor imposible .Él no  vendría nunca a vivir al Sahara y ella no se establecería jamás en España. Tenía una meta en la vida: regresar con los suyos al Sahara Occidental.
La ceremonia comenzó con la lectura del Corán y el asentimiento de los novios, rodeados por la familia, los testigos y el juez. Éste pidió la firma de los novios, después de escuchar algunas aclaraciones para asegurar que se casaban libremente.
Antiguamente, los matrimonios se realizaban entre los componentes de la misma familia, dependiendo del empeño y deseo de los progenitores. Hoy en día, para evitar la poligamia, una vez casados, los novios firman para derogar cualquier enlace anterior.
Al día siguiente de la boda, los amigos de la novia escondían a la joven y el recién casado la buscaba durante horas. Si la familia tenía bienes, mataba un camello para el mediodía. Por la tarde, si habían encontrado a la novia, la llevaban a la jaima nupcial y todos comenzaban a tirar de ella.
Los padres de la novia habían preparado la dote de su hija para que pudiera empezar su nueva vida: un recipiente para la leche, otro para el agua, un canto para moler el trigo, un bidón de agua, alfombras, cuencos, almohadas…
Él aportaba los palos que iban a soportar la jaima y las cuerdas para sujetarla.
La música retumbaba por todo el campamento.
Las melodías saharauis son una mezcla de árabe y africano. Esta música está unida a la poesía hasaní .Los bailes Argüis son interpretados tanto por hombres como por mujeres.
Durante la ceremonia, Rubén y Fátima, aprovechando el descuido de los asistentes, pudieron intercambiar algún que otro beso. El rubio y atrevido Rubén era el que despertaba en ella toda la poesía del amor aunque sabía que ese cariño estaba abocado al fracaso: Fátima no podía obligar a Rubén a renunciar a su cultura y vivir en tierras prestada por los argelinos y Rubén discernía que su joven amada no desertaría de su pueblo. Amor, amor…
Diego y su amiga Sarga también habían aprovechado el bullicio para escaparse y entrar, creían ellos, en el Sahara occidental. Sarga quería conocer al resto de  su familia  que se quedó allí cuando el Sahara fue entregado a Marruecos y Mauritania. Como Diego era europeo, y ella había traído ropa de España, esperaba que los militares los confundieran con unos turistas y los dejaran pasar.
Sarga contaba a Diego que sus abuelos eran unos ricos saharuis  que se codeaban con príncipes, artistas y literatos de su país, pero ahora vivían bajo la opresión del invasor. Esta aventura le encantaba .Mientras durase la fiesta, nadie se percataría de su ausencia. Y cuando finalizasen la celebraciones, estarían de vuelta .La ignorancia es atrevida.
Diego desconocía que el Sahara occidental estaba muy lejos de los campamentos, que era un área fraccionada por murallas y colmada por millones de minas antipersonas y que sus habitantes vivían bajo la represión.
La noche caprichosa envolvía el campamento, los amores del joven matrimonio y los de Rubén y Fátima y la audacia de los más inexpertos: Diego y Sarga .No obstante, la oscuridad era traicionera.

Fragmento del libro: El susurro de las dunas
Editorial: Punto ROJO
Actividades:
  1. Sitúa en un mapa de África dónde está el Sahara. Busca información de cómo vive el pueblo saharaui.
  2. ¿Cómo vestían  la novia y el novio.?
  3. ¿En qué consistía la dote que habían preparado los padres de la novia?
  4. Escribe una historia que se desarrolle en un desierto. Envíala por correo postal con un dibujo y acompañado de tus datos personales (Nombre,Apellidos,Colegio, Curso, teléfono y una dirección de correo electrónico a:
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jueves, 11 de septiembre de 2014

FINALISTAS DEL XIX CONCURSO LITERARIO GRUPOLEO (IV)

CUARTA CATEGORÍA: 5º Y 6º DE EDUCACIÓN PRIMARIA

"¿Existe la fantasía?"
Carlos García
Colegio La Almazara de S. Vicent del Raspeig






"La manada"
Pablo Valenzuela Serna
Colegio Aire Libre de Alicante






"Desaparición de la clase de 5º B"
Alicia Navarro Gallego
Colegio T. Samper de El Altet








"Juan el marginado"
María, Lucía y Alejandra
Colegio A. Bonny de El Campello






"Los colores mágicos"
Inés Poveda Jesús
Colegio Sta. Catalina de Pinoso





"El secret de l'avi"
Aitana Porras Ardila
Colegio El Romeral de Alcoi






"La caja de Pandora"
Battista Martínez
Colegio E. Europea de Alicante






"Nuestro respeto"
Ana Mompó Durá
Colegio Gabriel Miró de Alicante





"Emma y los gatos"
Estela Sempere Maciá
Colegio La Baia de Elx







"L'amistat"
Alex Tormo Baldó
Colegio Sant Vicent de Alcoi






"Unas vacaciones con final feliz"
Irene Auladell
Colegio J. Carlos Aguilera de Alicante







"Un día perfecto"
Angèlica Carrió
Colegio Segària de El Vergel




Grupo Leo