jueves, 24 de octubre de 2019

Los libros del mes de octubre: "¡Castigado sin leer!"

Reseña:
El libro favorito de Gregorio está a punto de salir a la venta y él está entusiasmado. Pero un día, tras humillar a su primo en clase, su padre le castiga sin leer un mes. Gregorio no se lo puede creer, aunque se promete a sí mismo que cumplirá su castigo. Eso sí, con la ayuda de su abuelo –dueño de la librería El Gran Lector– y su amiga Camelia podrá descubrir las aventuras que esconde su libro favorito sin romper su promesa...
El autor:
Santiago García-Clairac es un escritor, ilustrador y publicista español. Nació en Mont-de-Marsants (Francia) el 7 de julio de 1944. Terminados sus estudios de Publicidad, empezó a trabajar en lo que más le gustaba, como historietista y publicó sus primeros cómics.
A partir de 1976 empezó a trabajar como creativo publicitario, colaborando con varias agencias. Desde entonces ha creado, escrito y dirigido anuncios publicitarios, cortometrajes y videoclips, además de escribir guiones para medios audiovisuales. Algunos de sus trabajos en este campo han recibido diferentes premios como, por ejemplo, el anuncio Avión en la Castellana de Repsol, con el que entró en el Record Guinnes por el rodaje más espectacular. También ha sido el responsable de storyboards para algunos largometrajes, como El penalti más largo del mundo y El club de los suicidas.
Comenzó a publicar en 1994, centrado sus creaciones en el ámbito de la literatura infantil y y la literatura juvenil de género fantástico. En 1995 obtuvo el accésit del Premio Lazarillo con El niño que quería ser Tintín. En su obra destaca la serie de aventuras de Maxi, editada en la colección El Barco de Vapor de SM, y sus novelas juveniles de género fantástico, como la trilogía El ejército negro o Las Crónicas de Mort.
Combina su labor como escritor e ilustrador con la de profesor de Publicidad en el Instituto de Formación Empresarial de Madrid.

La ilustradora:
Adriana Santos nació en Sevilla ciudad donde, estudia en la Facultad de Bellas Artes en la especialidad de Diseño y Grabado.
Durante muchos años se dedica al diseño gráfico y de ahí pasa a la ilustración infantil, y en ello está actualmente.
La agencia de ilustración Advocate Art tiene la suerte de representarla y ha ilustrado libros de Albert Whitman & Company (Illinois), Scholastic Inc. (New York), Algar Editorial (Alcira, Valencia), Edicions Bromera (Alcira, Valencia), Anaya (Madrid), entre otras editoriales, además de alegrar las publicaciones de instituciones como el Museumkwartier (visita al Barrio de los Museos de Ámsterdam) o de la Junta de Andalucía.

 ¡CASTIGADO SIN LEER!

-¿Qué has dicho papá?
-¡Castigado sin leer!-repite. -Pero papá, si no leo me voy a morir- -Hay mucha gente que no lee y no le pasa nada, ¿sabes?- puntualiza mi tío-.
-¿Cuándo nos has visto tú a nosotros con un libro en las manos? -¡Nosotros no somos como el abuelo! –dice mi prima Camelia--. ¡Solo piensa en la lectura! ¡Por eso no tiene dinero!
-¡El abuelo Gregorio y su horrible librería!- refunfuña mi tía-. ¡Ojala cierre esa tienda de una vez por todas! ¡Ojala se deje de tantas fantasías! ¡Ya se podía haber ocupado más de sus hijos!
-Me has dejado en mal lugar ante toda la clase –contraataca Fran-. ¡No te lo perdonaré! ¡Nunca!
-Pero, primo Fran, el profesor solo quería que leyéramos en voz alta. Yo solo…
-¡Es que has leído demasiado bien! -exclama-. ¡El profesor te ha puesto como ejemplo! ¡He quedado muy mal por tu culpa!
Entro en mi habitación, el único lugar en el que me encuentro seguro. Aquí tengo todos mis libros. Me acuesto e intento dormir, pero no puedo. Cada vez que pienso que no voy a poder leer durante un mes, me pongo nervioso. Y lo peor es que El caballero solitario está a punto de salir. -¿Es el Caballero solitario?- pregunta el recién llegado, que es una chica.
-Me llamo cristal y soy nueva en el barrio. Te lo dejaré hasta el sábado. Pero con una condición… ese día convocaré a algunos lectores [en la librería] y les leerás el primer capítulo. 
La lectura ha durado apenas 15 minutos, pero da la impresión de que llevamos aquí mucho más tiempo. Cuando estás escuchando algo apasionadamente, pierdes la dimensión del tiempo.
-Esta chica es lo más parecido a un libro-digo.
-Estás más enamorado de lo que creía- se burla [su amigo Hugo]-. Acabas de caer en sus redes, chaval.
-[Cristal] ¿te apetece acompañarme a la librería de mi abuelo? Voy a ayudarle a hacer balance de existencias. -Si no hago pronto este balance, tendré problemas-reconoce [el abuelo]-. Tu padre y tu tío han decidido cerrar la librería.
-Mis hijos no ven con buenos ojos este negocio-explica el abuelo-. Uno odia la lectura y el otro está dominado. -Lo peor es que el tío Francis quiere que sus hijos sigan su camino-digo-. Les ha transmitido el odio por la lectura. Ni Camelia ni Fran han comprado un libro en su vida. -¿Cómo se hizo usted librero?-pregunta Cristal
-Mi padre Se aficionó a los libros y me transmitió su pasión. He leído a todos los autores, conozco el nombre de todas las editoriales, estoy al día de todos los tipos de letras, las clases de papel…pero ya ves, no me sirve de nada. Al final tendré que cerrar.
-Pero ¿por qué el tío Francis rechaza la lectura? Nunca he visto tanto odio hacia los libros. -Tú padre y tu tío eran amantes de la lectura, como tú. Ella [la abuela] les inculcó el hábito de leer. Pero, un día, Francis cambió de rumbo. Dejó de leer de un día para otro e influyó a tu hermano Gregorio. Una actitud inexplicable. Lo cierto es que, desde que dejó de serlo, se fue volviendo más duro, implacable y autoritario. Fue como si hubiera construido una muralla entre él y el mundo. Entre él y yo, sobre todo.
Cristal y yo estamos en la calle, frente a la librería. Hemos visto entrar a mi padre y al tío Francis, que, ahora, están hablando con el abuelo.  
-¿Qué ha pasado?
-Pues están empeñados en cerrar la librería-explica-. Ya os dije que querían poner un local de ocio. Un gran local recreativo, con máquinas de videojuego y todo eso. Dicen que el negocio de los libros es antiguo y está desfasado. Solo piensan en el dinero.

-Escucha, abuelo –digo-. ¡Tenemos un plan para salvar la librería ¡El Gran Lector!
-Espero que tengas una buena idea-me dice el abuelo, si esto sale mal, lo vamos a pagar muy caro.
-No tengo ningún plan, abuelo. He recibido una llamada.
-¿de quién?
-Anónima.
-¿Me he negado a firmar esos documentos por una llamada anónima?-pregunta.
-Sí, abuelo. Una llamada de una amiga desconocida.
-Ya, ahora estoy más tranquilo- dice en tono irónico-. Me reconforta mucho saber que tenemos una amiga desconocida que puede ayudarnos…Y luego dicen que la literatura es más fantasiosa que la realidad.
-Esto parece una novela policíaca- dice Hugo- ¡llamadas anónimas!
-Sí, igual que tu acertijo… ¿a qué viene esa tontería? ¿Vas a decirme de una vez qué había en el bolso de mi prima Camelia? -Pero ahora hay que ocuparse de esto…Venga, vamos a trabajar…
Se acerca a la mesa del abuelo, mira con cariño la fotografía de la abuela, saca su teléfono móvil y hace una llamada.
-¿Luisa? Hola, soy Camelia… Estoy en la librería de mi abuelo y veo que tiene libros estupendos. ¿Por qué no te das una vuelta por aquí? Claro, ahora… ¡Ah, y llama a Isa, a Maria José, a Susi…! Que vengan con sus chicos…Sí, os espero…
-¿Cómo no se nos ha ocurrido antes? Lo preparas todo y se te olvida lo más básico.
-Bueno, mañana hablaremos de todo esto –dice-. Espero que te lo pases bien con el libro.
-Por fin voy a leerlo. No creo que duerma en toda la noche.
-Te lo mereces. Te has ganado el derecho a leerlo. Te va a encantar.
Se acerca y me da un beso. Después, se gira y se marcha.
Mientras la observo, aprieto el libro con fuerza y me acuerdo de lo que ha contado el abuelo sobre eso de que los libros hacen recordar a las personas que amas.
Si es verdad, me acordaré de ella. De ella y de la abuela… y de esta historia…

Dibujos de: Adriana Santos


ACTIVIDADES
1. En esta historia aparece lo duro que es para el protagonista estar castigado a no leer. Lee el libro anotando en una columna lo que aparece como positivo de la lectura en la historia como: disfrutar con la fantasía y la intriga, sentirte seguro, sentir pasión leyendo historias, desarrollar  la curiosidad, recordar a las personas que amas…; Y al lado otra columna con lo que aparece como negativo, como: no preocuparte por el dinero, olvidarte de los que te rodean mientras lees,… Añade a las listas lo que tú o las personas a las que preguntes opinéis. Después de hacer este trabajo a qué conclusión llegas ¿es un castigo que te prohíban leer? ¿Conoces alguna época de la historia en la que leer estuviera prohibido o en la que no se enseñara a leer? Pregunta en clase.
2. En la historia el abuelo tiene una librería y habla de autores, de editoriales, de tipos de letras, de clases de papel. ¿Qué librerías de Alicante conoces? ¿Qué es una editorial, para qué sirve? Haz una búsqueda en internet sobre tipos de letras y de papel, trata de identificarlos en libros de la biblioteca de tu colegio, aula o en tu casa.
3. En la historia hay dos bandos, los que les gusta leer y los que no. Pero todo no es lo que parece. A veces, escondemos lo que nos gusta y mentimos para ser aceptados por nuestra familia o nuestros amigos/as. Discute en clase sobre si podemos mostrarnos tal y como somos y defender nuestras opiniones o tenemos que mentir para ser aceptados por las demás personas.
4. Imagina cuál puede ser el plan para salvar la librería El Gran Lector y escribe un cuento o poema sobre eso. Envíalo por correo postal y acompañado de un dibujo y de tu nombre, apellidos, curso y colegio a:
Grupo Leo
apartado 4042
03080 ALICANTE

miércoles, 16 de octubre de 2019

Los libros del mes de octubre: "Dioses, héroes y mitos de la antigua Grecia"

Reseña:
La bella Pandora, el rey Midas, Teseo y el minotauro, o Edipo, son protagonistas de algunas de las leyendas más fascinantes de la mitología griega. Con un lenguaje claro y comprensible, en esta recopilación se dan cita varios mitos clásicos, a través de los cuales el lector descubrirá las raíces literarias de la cultura que se convirtió en cuna de la civilización occidental.

El autor:
Jesús Cortés Zarzoso es un escritor valenciano, nacido en Torrent en 1962. Trabaja como traductor y corrector de textos y desde 1992 se dedica también a la escritura y ha publicado 17 títulos, "Rosas negras en Kosovo", "La Odisea", "Frankenstein", "Drácula", "Le confessions de Titus Bums", son algunos de ellos, también es el autor de varias publicaciones técnicas. Ha obtenido el "Premio Bancaixa en 1997 por "No em post dir adéu" y el "Premio Vicent Silvestre en 1999 por "L´ull de la momia". Escribe en Valenciano y algunas de sus obras han sido traducidas, como esta, "Rosas negras en Kosovo"
Dice de él: "Escribo por diversión y también por una especie de necesidad vital. Escribo, asimismo, porque la hoja de papel es un blindaje perfecto contra la incertidumbre. Gracias a eso, todas las mañanas existe una brújula que te marca el rumbo".

El ilustrador:

Camilo Valor Muñoz es licenciado en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia, actualmente trabaja como ilustrador freelance y actualmente vive en Santa Cruz de Tenerife.




DIOSES, HÉROES Y MITOS DE LA ANTIGUA GRECIA

El vuelo de Ícaro
Un par de semanas después, por los caminos que conducían al palacio de Radamante a través de campos y arboledas, Ícaro había conseguido llenar hasta cuatro sacos de plumas, y Dédalo había preparado un zurrón en el que había escondido la cera, las tiras de piel, los cordeles y los listones de roble. Las ramas de árboles, largas y cortas, gruesas y delgadas, las ató como un hatillo de leña.
            –¿Y qué haremos con todo esto? –le preguntó a su padre.
            –Nos lo llevaremos al laberinto –contestó Dédalo sin querer descubrir todavía su plan de fuga–. Será nuestro equipaje.
            –¿Plumas? ¿Cera de abeja? ¿Leña? ¿Nuestro equipaje?
            –Haremos un par de jergones…–dijo Dédalo con una media sonrisa–. En el corazón del laberinto hay una chimenea. Nos calentaremos con la leña.
Ícaro comenzó a creer que su padre se había vuelto loco, que la condena del rey Minos le había hecho perder el juicio.
(…)Dédalo, tras su hijo, arrastraba palmo a palmo las alas que tenían que sacarlos de la isla. Atrapados en la oscuridad que solo las antorchas ayudaban a romper, en más de una ocasión Ícaro sintió que el pánico lo ahogaba y le hacía perder los nervios. Entonces le fallaban las fuerzas, y gemía desesperado ante la posibilidad de que aquel agujero tan solo fuese una trampa sin salida que acabaría con todas sus esperanzas.
–¡Todo es oscuridad! ¡Todo es oscuridad! –exclamaba Ícaro, aterrorizado.
–Pero el aire hace oscilar las llamas –le decía Dédalo para tranquilizarlo–. El humo nos abandona. Busca la salida porque sabe que tarde o temprano la encontrará. Como también lo haremos nosotros.
Durante días y noches Dédalo e Ícaro se arrastraron lentamente por el conducto de la chimenea, dándose descansos, bebiendo y durmiendo aferrados a los huesos. Hasta que, por fin, la negrura comenzó a disiparse, y un pequeño rayo de luz dio ánimos renovados a los fugitivos. Pronto el rayo de luz se hizo más vivo, y un rastro de sol mostró la boca de la salida que desde el exterior tan solo parecía una oscura madriguera de alimañas.
Libres de su cautiverio, padre e hijo dieron descanso a sus huesos cansados y al día siguiente, al amanecer, llegaron al acantilado de la montaña desde el que se contemplaba el mar abierto. La libertad les esperaba lejos de las costas de Creta. Ícaro sentía una dicha infinita. No dejaba de contemplar el horizonte cortado por los azules del cielo y del mar. A los pies del acantilado las olas rompían contra las rocas, mientras aves marinas sobrevolaban las inmediaciones. Soplaba una dulce brisa y lucía un sol espléndido. Para Ícaro, tras la oscuridad sufrida, lucía más vivo y espléndido que nunca.
–¿Y dónde iremos, padre? –preguntó, ansioso por alzar el vuelo.
–Iremos más allá de las islas que encontraremos hacia el norte –le contestó su padre.
Bien atadas las alas al cuerpo, con las correas ceñidas a los brazos y las manos agarradas a los asideros, Dédalo se dispuso a dar el primer salto desde el acantilado. Todavía con los pies en el suelo batió las alas, y de inmediato pudo sentir cómo estas se apoderaban de la brisa del mediodía y lo invitaban a lanzarse al vacío.
Entonces Dédalo saltó y con las alas desplegadas planeó por encima de las rocas como un ave de presa en busca de alimento. Ícaro lo vio batir las alas y ascender con cada aleteo. Sin dudarlo, se lanzó también al vacío y de repente olas y rocas comenzaron a pasar ante sus ojos a una velocidad vertiginosa. Solo tenía que batir las alas lentamente, de forma cadenciosa, para volar a placer. Realmente los dos volaban y reían satisfechos mientras en tierra los vigilantes de la costa los descubrían y, boquiabiertos, corrían a informar al rey Minos. Poco después, cuando el rey llegó a la orilla del mar, de Dédalo e Ícaro ya no había ni rastro en el cielo.
            –Eran ellos, majestad –le dijeron los vigilantes–, y han huido volando hacia el norte.
El rey Minos, con los puños cerrados y enfurecido, se quedó mirando el horizonte y prometió salir tras los dos fugitivos para castigarlos como merecían.
            –Tarde o temprano los encontraré –murmuró–. Los dioses serán testigos de ello.
Dédalo e Ícaro volaron hacia el norte y dejaron atrás las islas que salieron a su paso. Ícaro no podía sentirse más entusiasmado. El inmenso mar lo rodeaba. Todas las islas que había visto le habían parecido simples puñados de tierra. Pero todavía quería ver más. Y tan eufórico se sentía Ícaro que ascendió con fuerza para ver el mundo entero. Entonces las alas se lo llevaron hacia el cielo. Y cuando Dédalo se dio cuenta, se le encogió el corazón.
            –¡No subas más, hijo! –Le gritó Dédalo–. ¡Las alas, Ícaro, las alas!
Ícaro lo oyó, pero no se preocupó. Las alas funcionaban perfectamente. No hizo caso. Solo pretendía ascender donde ningún mortal lo había hecho nunca. Ese privilegio sería suyo.

Dibujos de: Camilo Valor.
ACTIVIDADES
1.– ¿Qué materiales recogieron Dédalo e Ícaro antes de su cautiverio?
2.– ¿Cómo crees que Dédalo construyó las alas?
3.–. El relato termina describiendo cómo se sentía Ícaro volando,  por qué crees que su padre Dédalo le gritaba ¡Las alas!
4.– Escribe un cuento o poema y acompáñalo de un dibujo. Envíalo por correo postal junto con tu nombre, apellidos, curso ,Colegio y nº de teléfono a:
Grupo Leo
apartado 4042
03080


domingo, 13 de octubre de 2019

Los libros del mes de octubre "Els viatges del mag Xaviton. El cos humà"


Ressenya:
Xaviton, el seu germà i els seus cosins són mags i posseeixen uns poders increïbles. Un dia decideixen viatjar dins del cos d'en Marc, el cosí més menut, per esbrinar el motiu del singlot que pateix. En aquest viatge, descobreixen el funcionament d'altres aspectes fisiològics del cos humà, com el cervell, el sistema nerviós, el sistema circulatori, el sistema immunològic, el diafragma, el cor o els pulmons.
Els viatges del mag Xaviton. El cos humà, segons Júlia Baena, té una clara i doble intenció didàctica: explicar el funcionament d'alguns òrgans i posar en relleu hàbits i substàncies perjudicials per a la salut (s'esmenten, en diverses ocasions, el tabac, l'alcohol, les drogues, l'estrès, la contaminació...).


L’autor:
Lluís Miret (Gandia, 1973) és economista i doctor en Organització d’Empreses per la Universitat Politècnica de València. Treballa com a professor de Formació i Orientació Laboral a l’IES Tirant lo Blanc de Gandia i com a professor al Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València. És director del CEIC Alfons el Vell de Gandia.
A banda d’algun llibre de divulgació econòmica com “100 Qüestions d’Economia”, com a escriptor ha conreat fonamentalment la novel·la amb títols dirigits a un ample ventall d’edats. Dins de la literatura infantil ha publicat tres llibres: Jordi i el Tresor de les Vint Perles (premi Carmessina), Les Aventures del Mag Xaviton i Els Viatges del Mag Xaviton. El cos humà (premi Vicenta Ferrer i Escrivà).
La literatura juvenil és el gènere que més ha conreat: “Una Espessa Boira Blanca” va ser la seua primera novel·la, li va seguir “La Muntanya d’Argent”, “Felip Marlowe i la Banda dels Barracons”, “Les Valls dels Bandolers” (premi Ramon Muntaner), PQPI Connection (Premi Mallorca)l “L’Enigma de Bagdad” i “Vampirs, Frikis i Tacons d’Agulla” (finalista del premi Bancaixa). Per últim, ha publicat dues novel·les per adults: ”Local Hero” premi Les Talúries de Lleida i “L’Ombra del Mal”, premi Ciutat d’Alzira de novel·la.

La il·lustradora:
Alejandra Nores és descriu així al seu perfil del web https://es.linkedin.com/in/alejandra-nores-092ab5112: Inquieta i creativa. Sempre estudiant perquè sempre hi ha alguna cosa nova per aprendre. Em vaig formar en disseny gràfic amb especialització en il·lustració a ESAT, Escola Superior d'Art i Tecnologia a València, de la mà de grans professionals als quals estic molt agraïda per la seva entrega i la seva passió. Actualment, tinc un estudi xicotet de Disseny Gràfic i il·lustració, situat al barri de Sants, a Barcelona. En les meues estones lliures estudie Belles Arts a la UB, on puc donar curs a la meua imaginació”.



1 L’OCURRÈNCIA
Aquell matí, quatre xiquets mags compartien taula i menjar. Jordi, Xaviton i Mauri eren mags joves, inquiets i poderosos, ja que en tindre edats entre els set i els deu anys posseïen uns poders que ni coneixien ni dominaven completament. Tot i que més curiós encara era el cas de Marc, que amb només dos anys ni tan sols era conscient dels seus poders.
La vida d’aquests xiquets mags era aparentment normal. Anaven a classe, feien esport, es barallaven, jugaven... Tot igual que la resta, però quan ningú no els veia, en la intimitat de la seua llar i en companyia de la seua família, aprenien els rudiments de la màgia, s’ensenyaven a fer encanteris, a conduir graneres voladores, a parlar el llenguatge dels animals, així com centenars de trucs sorprenents.
La màgia era una disciplina difícil i complexa, però tan apassionant que fins i tot aconseguia que els xiquets atengueren les lliçons embadalits i concentrats. Ara bé, el millor de tot, allò preferit per tot xiquet mag, era fer trucs de màgia a esquena dels pares, quan s’ajuntaven dos o tres xiquets mags en reunions familiars i secretes, sense la mirada vigilant dels adults.
Aquella era una d’aquelles ocasions. Xaviton i el seu germà major, Jordi, compartien taula amb els seus cosins Mauri i Marc. Com de costum, els tres majors discutien mentre Marc ho mirava tot amb ulls de mussol i un gran somriure satisfet. Però de sobte, Marc va interrompre la conversa dels majors.
-Hip!
Els altres tres van callar per a observar atentament el minimag de Marc.
-Hip! -va repetir
-Té singlot!-va assenyalar encertadament Mauri.
-Quina gràcia! -va apuntar Xavi.
-Hip! -va reiterar Marc.
-Ui, jo pense que a ell no li’n fa gens, de gràcia, està començant a enfadar-se.
-Què podem fer? -preguntà Xaviton.
-Podríem fer-li un ensurt -proposà Jordi.
-A la de tres –Mauri es posà mà a l’obra-. Un, dos, tres...
-UUU! –van cridar tots alhora.
-Hip –contestà un Marc blanc de l’ensurt.
-Em sembla que no ha donat resultat.
-Ja ho sé, màgia! Podem provar amb un encanteri antisinglot –Xaviton no perdia ocasió per a practicar nous trucs de màgia.
-Existeix algun truc per a llevar el singlot? –preguntà Mauri al seu cosí major.
-Jo no conec cap –contestà Jordi.
-Faig cara de cocot i li lleve el singlot! –amollà Xaviton davant l’estupefacció dels altres.
-Hip! –contestà Marc.
-D’on t’has tret aquest truc? –va preguntar Mauri espixorrant-se de riure.
-Me l’acabe d’inventar –va reconèixer Xaviton-. Com podríem llevar-li el singlot?
-No tinc ni idea –contestà Jordi-. Per cert, què és el singlot?
-Això ho sé jo –digué Xavi orgullós-, el singlot és fer hip.
-Hip! –confirmà Marc.
-Això ja ho sabem tots, cara de macaco –respongué Jordi cabrejat-. El que no sabem és com ni qui produeix el singlot.
-I, per a què volem saber-ho? –preguntà Mauri.
-Si ho sabérem, podríem anar fins al lloc on es produeix i tractar de solucionar-ho.
-A dins de Marc? –insistí Mauri.
-Caram!, quina gran idea! – Xaviton ja es veia reduint-se a la mida d’un quart de formiga i viatjant a través del nas per l’interior del seu cosí Marc.
-Mola, jo també m’apunte. –A Mauri també li entusiasmava la idea.
-Un moment, un moment –Jordi encara no ho tenia del tot clar-. Si no tenim ni idea d’on ve el singlot!
-Ho podríem preguntar.
-Però, a qui? –volgué saber Jordi.
-Jo què sé, algú hi haurà a qui preguntar! –Xaviton no estava disposat a aturar-se per detallets sense importància.
-Però a veure, tinguem trellat. Com vols que hi haja una persona dins d’una persona? A dins del cos de Marc, hi haurà ossos, sang, òrgans...
-Uah! I segur que té el nas ple de mocs!-va exclamar Xaviton amb gest de fàstic-. Però tant és, jo pel meu cosinet em sacrifique.
-Li ho podem preguntar a un d’aquests- va proposar Mauri.
-A un moc???
-No home, no, a una cèl·lula- proposà Mauri.
-Parlen?- va interrogar Jordi.
-Si no entrem dins del seu cos, no ho sabrem mai- va indicar Mauri-. Tinc una idea. Podríem anar al cervell, que diuen que és la part amb més memòria i intel·ligència de tot el cos. Si és tan llesta, segur que pot parlar, allà ho podríem preguntar.
-És una bona idea. Si algú ho sap, deu ser el cervell- Jordi ja estava convençut-. Cervell rima amb....
-Anyell.
-Anell.
-Palmell.
-Turmell.
-Aquesta és bona.
I els tres van tocar amb la mà dreta l’espatla de Marc, mentre amb l’esquerra se subjectaven el turmell.
Pin, jan, jar,
Vull viatjar,
entrar al cervell
tocant-me el turmell.

2 LES NEURONES O LES ESTRELLES REGENTS


I al cap d’un moment van aparèixer gitats en una massa tova com un castell inflable.
-Ho hem aconseguit!
-Ui! Què feu ací??? –va dir una bestiola roja i redoneta com una tomaca madura i que carregava una espècie de bombona d’aire a l’esquena.
-Som els cosins de Marc.
-I jo el seu germà –va precisar Mauri.
-Bé, m’havíeu alarmat. He estat a punt d’avisar els glòbuls blancs per dir-los que se’ns havia colat algun ésser estrany. Jo sóc Baptista, de la família dels glòbuls rojos, encantat de conèixer-vos.
-Hola, senyor glòbul  -va dir Xaviton desplegant el seu millor somriure-. Hem fet un llarg viatge fins ací perquè volem ajudar Marc. Necessitem conèixer el seu cos.
-Marc té algun problema?
-Sí, té un atac de singlot.
-Bé, ara mateix no tinc molt clar què és això, però en tot cas heu vingut al lloc perfecte- el glòbul Baptista va assenyalar al seu voltant-. Des d’aquest cervell controlem fins a l’últim racó del cos de Marc. Si té algun problema, ho sabrem de seguida. Acompanyeu-me.


Autor: Lluís Miret
Il·lustradora: Alejandra Nores

ACTIVITATS
1. Si tingueres l’oportunitat de parlar amb un glòbul roig, què li preguntaries?
2. T’agrada fer màgia? En coneixes algun truc? Explica’l breument.
3. Continua la història. Imagina que els tres cosins no poden eixir del cos de Marc i decideixen continuar el viatge pel seu interior. Envia-la per correu postal amb un dibuix junt al teu nom, cognoms, curs, col·legi i núm. de telèfon particular a:
Grupo Leo
apartat 4042
03080 Alacant


miércoles, 2 de octubre de 2019

Los libros del mes de octubre: "La maravillosa medicina de Jorge"

Reseña:
Jorge se queda solo en casa al cuidado de su abuela, que no le trata muy bien y se empieza a comportar de manera un tanto preocupante.
A Jorge, que tenía la tarea de darle su medicina a la abuela, se le ocurre una idea: fabricarle una medicina repugnante.
Comienza a mezclar todo tipo de sustancias y productos y finalmente se lo administra a la abuela. Los efectos de la maravillosa medicina de Jorge son inesperados.
Cuando llegan sus padres y ven lo que la medicina ha provocado en la abuela, el padre quiere aplicarlo a los animales. Los primeros resultados son satisfactorios. Pero cuando se acaba la medicina y tienen que repetir la fórmula, Jorge no recuerda ni los ingredientes exactos ni las cantidades. Las siguientes mezclas no producen los efectos esperados.
Edad recomendada: 10 años

El autor:
Roald Dahl nació en Llandaff, país de Gales en 1916 fue el tercero de un grupo de 5 hermanos dónde el resto eran mujeres.
Su padre influyó mucho en la sensibilidad de sus hijos ya que tenía un profundo interés por lo bello.
Cuando tenía 3 años su hermana mayor murió lo que sumió a su padre en una profunda depresión agravada con una pulmonía que lo llevaría a la tumba unos meses después.
Hasta los 6 años transcurre la vida de Roald en Llandaff. Es en esta ciudad cuando ingresa por primera vez en un parvulario. Un año más tarde ingresa en un colegio preparatorio para varones, ni en la escuela ni más tarde el colegio de Repton Derbyshire fue feliz. Destaca en deportes pero era considerado por su profesor de inglés “incapaz de ordenar sus pensamientos sobre papel”.
A los 18 años se apuntó a la expedición de la Public School Exploring Society.
Tenía 23 años cuando estalló la guerra y se alistó en la RAF en Nairobi.
Fue enviado a casa como inválido, pero fue transferido en 1942, a Washington cómo agregado militar aéreo. Allí comenzó en serio su carrera como escritor, después de un encuentro con C.S. Forrester quién le pidió que le cantara su versión de la guerra. Dahl escogió plasmar sus experiencias sobre papel. Forrester quedó tan impresionada que buscó a un editor de revista para su publicación.
Dahl y su familia regresaron a Inglaterra en 1970 y se establecieron en Gipsy House en Great Missenden, Buckinghamshire donde escribía la mayoría de sus inolvidables libros.
Tras el accidente sufrido por su hijo Theo desarrolló con 2 amigos, un ingeniero y un neurocirujano una válvula para drenar liquido del cerebro (válvula Wade- Dahl- Hill).
Roald Dahl murió el 23 de noviembre de 1990 a los 74 años de edad.

El ilustrador:
Quentin Blake nació el 16 de diciembre de 1932 en el condado de Kent, Inglaterra. En 1956 se licenció en Literatura Inglesa en el Downing College de Cambridge, aunque su carrera profesional ha estado marcada por su amor al dibujo y a la ilustración, siendo uno de los autores e ilustradores de literatura infantil y juvenil más reconocidos de Gran Bretaña, con cerca de trescientos títulos publicados. Su primer dibujo publicado apareció en la revista de humor Punch cuando tenía 16 años. Tras estudiar en Cambridge, hizo un posgrado en Educación en la Universidad de Londres y decidió completar su formación académica en la Chelsea Art School en un curso a tiempo parcial. Además de ilustrador, Blake ha sido profesor un largo tiempo de su vida e incluso llegó a dirigir durante una década el Departamento de Ilustración del Royal College of Art de Londres, del que es Profesor Honorífico en la actualidad. Su primer libro infantil ilustrado apareció en 1960 (A drink of water, de John Yeoman), aunque no fue hasta 1968 cuando firmó su primer libro como autor e ilustrador, el cual se tituló Patrick. Desde entonces, ha editado veinticinco libros de su autoría. Quentin Blake es igualmente conocido por su colaboración con los más famosos autores británicos y estadounidenses del género con gran compenetración con sus textos, como Roald Dahl, Michael Rosen, Joan Aiken y Margaret Mahy, entre otros. Su trabajo con el primero de ellos dio comienzo en 1975, después de que su editor los presentara, llegando ambos a un entendimiento tal que el autor no ha querido trabajar con otro ilustrador desde entonces. Entre sus trabajos conjuntos destacan Matilda, James y el melocotón gigante, Las brujas o El gran gigante bonachón. Su característico estilo sobresale por la naturalidad de su trazo, con líneas a tinta hechas con rapidez y sencillez estudiadas. El color suele aplicarlo con acuarela. Según ha apuntado él mismo, dicha espontaneidad en sus dibujos deriva de un primer dibujo realizado a mano alzada, que luego pule. Su dilatada trayectoria ha sido distinguida con numerosos premios como la Medalla Kate Greenaway y el Premio Nacional de Literatura Infantil en 1981, por la obra Mister Magnolia. Premio Nacional de Literatura Infantil de 1983, por El gran gigante bonachón, y en 1988, por Matilda. En 1990 fue elegido Ilustrador de Ilustradores por la revista The Observer, en tanto que en 1996 consiguió el Premio de la Feria Internacional del Libro Infantil de Bolonia por Clown. En 1999 obtuvo el Children’s Laureate y en 2002 el prestigioso Premio Hans Christian Andersen, en la categoría de Ilustración.

LA ABUELA

—Me voy de compras al pueblo —le dijo a Jorge su madre, el sábado por la mañana—. Así que sé un niño bueno y no hagas travesuras.
Es una tontería decirle a un niño semejante cosa en cualquier ocasión. Inmediatamente le hizo pensar en qué travesuras podría hacer.
—Y no te olvides de darle la medicina a la abuela a las once —dijo la madre. Después salió, cerrando la puerta tras ella.
La abuela, que estaba dormitando en su sillón, junto a la ventana, abrió un ojo malicioso y dijo: —Ya has oído a tu madre, Jorge. No olvides mi medicina.
—No, abuela —dijo Jorge.
—Y trata de portarte bien, por una vez, mientras ella está fuera.
—Sí, abuela —dijo Jorge. Jorge se moría de aburrimiento. No tenía hermanos ni hermanas. Su padre era granjero y la granja estaba a kilómetros de cualquier sitio habitado, así que nunca había otros niños con quienes jugar. Estaba cansado de contemplar cerdos, gallinas, vacas y ovejas. Estaba especialmente cansado de tener que vivir en la misma casa que aquella vieja gruñona de su abuela. Quedarse solo cuidándola no era exactamente el modo más apetecible de pasar la mañana del sábado.
—Puedes empezar por prepararme una buena taza de té —le dijo la abuela a Jorge—. Eso te impedirá hacer barbaridades durante unos minutos.
—Sí, abuela —dijo Jorge.
Jorge no podía evitar que le desagradara su abuela. Era una vieja egoísta y regañona. Tenía los dientes café claro y una boca pequeña y fruncida como el trasero de un perro.
—¿Cuánta azúcar quieres hoy en el té, abuela? —le preguntó Jorge.
—Una cucharada —dijo ella—. Y sin leche.
La mayoría de las abuelas son señoras encantadoras, amables y serviciales, pero ésta no. Se pasaba los días enteros sentada en su sillón junto a la ventana y estaba siempre quejándose, gruñendo, refunfuñando y rezongando por una cosa u otra. Ni una vez, ni siquiera en sus mejores días, le había sonreído a Jorge o le había preguntado “y, ¿cómo estás esta mañana, Jorge?”, o “¿por qué no jugamos tú y yo a La Oca?”, o “¿qué tal te ha ido hoy en el colegio?”. Al parecer, no le importaba nadie más que ella misma. Era una miserable protestona.
Jorge fue a la cocina y le hizo a la abuela una taza de té con una bolsita. Puso una cucharada de azúcar y nada de leche. Removió bien el té y llevó la taza al cuarto de estar. La abuela dio un sorbito.
—No está lo bastante dulce. Ponle más azúcar.
Jorge volvió con la taza a la cocina y añadió otra cucharada de azúcar. Removió otra vez y se la llevó con cuidado a la abuela.
—¿Dónde está el platillo? —dijo ella—. No me gusta tener una taza sin su plato.
Jorge le trajo un platillo.
—¿Y qué pasa con la cucharita, se puede saber?
—Ya te lo he removido, abuela. Lo removí bien.
—Prefiero removerlo yo misma, muchas gracias —dijo ella—. Tráeme una cucharilla. – Jorge le trajo una cucharilla. Cuando los padres de Jorge estaban en casa, la abuela nunca le daba órdenes de esa manera. Solamente cuando estaban a solas empezaba a tratarlo mal.
—¿Sabes lo que te pasa? —dijo la vieja, mirando fijamente a Jorge, por encima del borde de la taza de té, con aquellos ojillos brillantes y maliciosos—. Estás creciendo demasiado. Los niños que crecen demasiado rápido se vuelven estúpidos y perezosos.
—Pero yo no puedo remediarlo —dijo Jorge.
—Claro que puedes —dijo ella—. Crecer es una fea costumbre infantil.
—Pero tenemos que crecer, abuela. Si no creciéramos, nunca seríamos mayores.

—Bobadas, chiquillo, bobadas —dijo ella—. Mírame a mí. ¿Estoy creciendo yo? Naturalmente que no.
—Pero una vez creciste, abuela.
—Sólo un poquito —contestó la vieja—. Dejé de crecer cuando era muy pequeña, al mismo tiempo que dejé otras feas costumbres infantiles como la pereza, la desobediencia, la voracidad, la suciedad, el desorden y la estupidez. Tú no has dejado ninguna de estas cosas, ¿verdad?
—Todavía soy sólo un niño pequeño, abuela.
—Tienes ocho años —resopló ella—. Es edad suficiente para saber lo que haces. Si no paras de crecer pronto, será demasiado tarde.
—¿Demasiado tarde para qué, abuela?
—Es ridículo —continuó ella—. Ya eres casi tan alto como yo.
Jorge miró bien a la abuela. Realmente era una persona muy menudita. Sus piernas eran tan cortas que necesitaba tener un taburete para apoyar los pies, y su cabeza sólo llegaba a la mitad del respaldo del sillón.
—Papá dice que es bueno que un hombre sea alto —dijo Jorge.
—No le hagas caso a tu papá —dijo la abuela—. Hazme caso a mí.
—Pero ¿cómo puedo parar de crecer? —le preguntó Jorge.
—Come menos chocolate —dijo la abuela.
—¿El chocolate hace crecer?
—Te hace crecer en la dirección equivocada — le contestó ella, cortante—. Hacia arriba, en lugar de hacia abajo.
La abuela sorbía su té, pero sin apartar nunca sus ojos del chiquillo, que estaba de pie delante de ella.
—Nunca crezcas hacia arriba —dijo—. Siempre hacia abajo.
—Sí, abuela.
—Y deja de tomar chocolate. Toma repollo, en cambio.
—¡Repollo! Oh, no, no me gusta el repollo —dijo Jorge.
—No se trata de lo que te guste o no te guste —cortó la abuela—. Lo que te conviene es lo que cuenta. De ahora en adelante, debes comer repollo tres veces al día. ¡Montañas de col! Y si tiene orugas, ¡tanto mejor!
—¡Puag! —dijo Jorge.
—Las orugas desarrollan el cerebro —dijo la vieja.
—Mamá lava la col para que las orugas se vayan por el desagüe.
—Tu mamá es tan tonta como tú —dijo la abuela—. El repollo no sabe a nada sin unas cuantas orugas hervidas. Y babosas también.
—¡Babosas, no! —gritó Jorge—. ¡Yo no podría comer babosas! —Siempre que veo una babosa viva en un pedazo de lechuga —dijo la abuela—, me la zampo rápidamente, antes de que se escape. Son deliciosas —apretó mucho los labios, de tal modo que su boca se convirtió en un agujerito arrugado—. Deliciosas —dijo otra vez—. Los gusanos y las babosas y los bichitos. Tú no sabes lo que te conviene.
—Estás bromeando, abuela.
—Nunca bromeo —dijo ella—. Los escarabajos quizá sean lo mejor de todo. ¡Son crujientes!
—¡Abuela! ¡Eso es horrible! —La vieja bruja sonrió, mostrando sus dientes café claro. —A veces, si tienes suerte —dijo—, encuentras un escarabajo dentro de un tallo de apio. Eso es lo que más me gusta.
—¡Abuela! ¿Cómo has podido…?
—Se encuentran toda clase de cosas buenas en los tallos de apio crudo —continuó la vieja—. Algunas veces son tijeretas.

Autor: Roald Dahl
Ilustraciones de: QuentinBlake
Editorial: loqueleo


ACTIVIDADES
1. Si alguna vez tus padres te dejan solo en casa, ¿se te ocurre hacer algo que no harías estando ellos?
2. ¿Cómo trata a Jorge su abuela? ¿Cómo crees que se siente Jorge?
3. Supongo que te gustan las verduras. ¿Sabes cómo hay que limpiarlas antes de comerlas o cocinarlas? ¿Sabrías confeccionar un menú saludable?
4. Escribe un relato. Imagina que tu abuela es un poco bruja y gruñona como la de Jorge y que te dejan con ella. Envíalo por correo postal (en fichero Word) y acompañado de un dibujo (en fichero JPG) junto con tu nombre, apellidos, teléfono, curso y colegio a:
GRUPO LEO
Apartado 4042
03080 Alicante

Grupo Leo