miércoles, 22 de septiembre de 2021

El boli azul


 EL BOLI AZUL

Érase una vez un niño que se llamaba Moisés. Tenía un bolígrafo azul. Era su favorito y se lo llevaba siempre al colegio. Se lo regalaron cuando estaba en tercero, sacaba buenas notas, era aplicado y sus cuadernos estaban limpios. Pero un día el bolígrafo dejó de escribir, aunque tenía mucha tinta. Moisés contó lo sucedido a sus padres y le dijeron que no se preocupara. Pero él no dejaba de pensar cómo era posible que teniendo tanta tinta dejara de escribir. Enseguida recordó las palabras del anciano que se lo regaló: “El bolígrafo es especial, te va ayudar y tendrás que cuidarlo porque un día u otro lo necesitará”. Moisés buscó al anciano por todo el barrio, pero no lo encontró.


Al día siguiente, cuando fue al colegio, su profesora le presentó a un niño nuevo que había llegado de un país lejano. Con el paso de los días, Moisés y él se hicieron muy amigos. El niño era bueno, un poco inquieto y le encantaba ir al colegio pero, como tenía una pésima letra, no era capaz de entender sus apuntes, así que sacaba malas notas. Un día, por error, él cogió el bolígrafo azul del estuche de Moisés y para sorpresa de éste, el bolígrafo escribía perfectamente.

-¿Por qué pasa esto?- dijo Moisés confundido.- Contigo sí funciona y conmigo no.

Así que se lo dejó para que lo usara y descubrió que le ayudaba a escribir mejor, al igual que ocurría con él. Había llegado el momento de deprenderse de aquel bolígrafo azul, que por tres largos años le había ayudado. Moisés, con alegría y tristeza a la vez, le regaló su objeto más preciado al nuevo amigo, repitiendo las mismas palabras de aquel anciano: “El bolígrafo es especial, te va a ayudar y tendrás que cuidarlo porque un día u otro lo necesitará”.

Tomado de: LEO LEO, QUE ME ANIMO A LEEER :XXIV concurso literario de poemas y cuentos, 2019

Autor: Moisés Rodríguez Cedeño

Ilustración: Moisés Rodríguez Cedeño

Colegio: Santa Isabel. San Vicente del Raspeig

Curso: 6º Educación Primaria,

Ilustraciones de portada y contraportada: Alexia Siegmund Sabater

Editorial: Aguaclara Libros 

ACTIVIDAD

Escribe un cuento o poema con dibujo y envíalo por correo postal a:

GRUPO LEO

apartado 4042

03080 Alicante

o por Mail a grupoleoalicante@gmail.com.

No olvides poner tu nombre, apellidos, curso y colegio.

Podría ser publicado en nuestro blog.

martes, 21 de septiembre de 2021

El libro del mes de septiembre: "Columbeta, la isla libro"


Reseña:

Columbeta, la isla libro ya se publicó por primera vez en 1999 en un formato de gran tamaño. Esta nueva edición, en un tamaño más convencional, sigue manteniendo la magia del texto y el esplendor de las maravillosas ilustraciones del gran maestro Miguel Calatayud. Este es un libro fabuloso que invita a los lectores a jugar, a imaginar otros mundos, a inventar palabras y a fantasear.

Columbeta, la isla libro es un magnífico pretexto para convertir el aula en una caja mágica, llenarla de palabras y jugar con ellas, y sobre todo, convertir la lectura en un auténtico placer.

A partir de 8 años

El autor:

Carles Cano nació en Valencia, en 1957. Licenciado en Filología Valenciana, ha trabajado de carpintero, tallista, camarero, profesor de baile, locutor y guionista de radio y televisión y profesor de instituto. ¡Y todavía hay muchas cosas que le gustaría hacer! Ha viajado un poco, ha leído bastante, ha publicado algunos libros y, sobre todo, ha contado muchos cuentos. Con «Te pillé Caperucita» ha ganado varios premios nacionales: Lazarillo 1994, Lista de Honor de la CCEI 1996, Samaruc 1996, y el internacional Mirlo Blanco de la Internacionale Jugend Bibliothek de Munich 1996.

 El ilustrador:

Miguel Calatayud es un ilustrador alicantino, de Aspe. Licenciado en Bellas Artes comenzó su carrera trabajando para las revistas Trinca, Cairo o Rumbo Sur, para centrar su trabajo en la ilustración de libros. Ha sido galardonado, entre otros, con el Premio Lazarillo de Ilustración, el premio Nacional de Ilustración, el Premio CCEI de ilustración…

Está muy satisfecho con esta reciente edición porque piensa que este formato juega a favor de una mejor relación entre ilustraciones y texto, ya que el campo de lectura e imagen se reduce y facilita la doble propuesta.

Sorprendentes y espectaculares las ilustraciones de Miguel Calatayud, la magia se destila entre formas y colores y nos sumergen en un mundo de ensueño.

LOS ANIMALES DE LA ISLA COLUMBRETA

El profesor Lambert Palmart, un inventor de palabras, ha descubierto una tan maravillosa que lo ha transportado hasta el mar de las Islas Perdidas. Desde allí envía noticias de una de sus islas: Columbreta, la isla libro. Columbreta está habitada por animales tan gramáticamente fantásticos, tan extrañamente ortográficos, que parecen sacados de un libro de Matemáticas.

EL ELEFGANTE

He aquí al animal más educado de la isla. A veces resulta pesado de tan finolis. Todo lo pide por favor y nunca se enfada por nada. Además, viste tan elegantemente que despierta ¡ohs! Y ¡bravos! Y ¡¡¡!!!(admiraciones a secas) en todo el MIP, el mar de las Islas perdidas.

Es por todo esto, las finas maneras, el trato exquisito y el hecho de ser el más presentable, por lo que lo nombraron embajador permanente en la isla, cargo que evidentemente, todavía ocupa. En un principio eso planteó graves problemas, porque los elefgantes, además de no saber nadar y de que la ropa se les encoge, le tienen un miedo horrible al agua. Así, para las visitas diplomáticas, tuvieron que construir un barco enorme en forma de gallo y de león, el galleón, y confeccionarle unos flotadores exclusivos de diseño italiano para conseguir que embarcara.

Ni que decir tiene que es un diplomático excelente y, como ejemplo, entre otras muchas cosas, ha conseguidos que la isla de los Volcanes, o Escupidora, desvíe unos cuantos grados su ángulo de tiro, ya que era verdaderamente fastidioso ir esquivando pedruscos todo el día.

En las horas libres atiende su Academia de Buenas Maneras, donde lo mismo explica <<reverencias, inclinaciones y saludos>> como <<101 maneras de dar una reprimenda con gracia>>.

EL GATONCILLO

Este híbrido, que podría pensarse fruto de extraños amores, tiene una doble personalidad muy acusada, por cuya causa pocas veces se pone de acuerdo consigo mismo. Vive en una perpetua esquizofrenia y no es nada raro que tenga ataques de pánico o de ira en compañía de otros gatoncillos; por eso son bastantes solitarios y poco amantes de las relaciones sociales. A pesar de todo, ha conseguido sintetizar y acordar algunos puntos de su contradictoria naturaleza y, así, por ejemplo, se vuelve loco por los bocadillos de sardinas y queso y, últimamente, por las películas de Tom y Jerry, según cómo tenga el día, es partidario de uno o de otro.

Es bastante perezoso y juguetón, le gustan los tejados, los agujeros y los sitios escondidos y odia los días de sol en que acaba extenuado persiguiendo su sombra.

Son zorrunos o amables y, o mienten siempre, o siempre dicen la verdad. Por eso son una magnífica fuente de información: solo hay que saber primero si aquel gatoncillo es de los mentirosos o de los que dicen la verdad, cosa que no es muy difícil si se encuentra la pregunta adecuada.

EL CACADRILO

Esta aromática fiera es considerada la eremita de la isla por su comportamiento meditabundo y solitario. Los cacadrilos no son malos chicos, pero nunca consiguen hacer amigos.

Antiguamente eran carnívoros, pero, a causa del fuerte olor que despiden, anunciaban su presencia a una hora de camino, y sus hipotéticas víctimas, después de tomarse el café, la copa y fumarse el último cigarrillo, huían tan tranquilas. Al llegar cautelosamente y comprobar que no quedaba nadie, cogían unos sofocones de padre y muy señor mío y unas llantinas que se oían en toda la isla; por eso siguen llevando la lagrimita en el ojo. Contra lo que podría pensarse, de sus lágrimas se hace un agua de colonia excelente. A pesar de eso, la frase <<hueles a cacadrilo>>, incluso dicha con la mejor intención, muchas veces provoca confusiones y peleas de diversa consideración.

Estuvieron a punto de extinguirse, por la escasa o nula alimentación y porque no se reproducían, ya que ni ellos mismos soportaban el olor de sus semejantes. La primera cuestión la subsanaron al descubrir que la carne de col, de zanahoria o de rábano, mirada con buenos ojos, tampoco estaba tan mal. Por lo que respecta al segundo punto, alguien descubrió que con unos buenos tapones en las narices podían tener descendencia como los otros animales de la isla.

EL TIBUZÓN

Como siempre andaba de un lado para otro sin poder parar y sin poder concentrarse en nada, el emperador le asignó la tarea de ser el cartero del fondo del mar.

Su boca les sirve de buzón y de saca para distribuir las cartas. Hay que ir con cuidado cuando se echa una carta porque te puedes quedar sin mano o sin aleta; por eso es mejor llevarles un poco de carnaza y, cuando están masticando, introducir disimuladamente la carta por la otra parte de la boca.

Son muy curiosos y una fuente fiable de cotilleos, ya que a veces abren las cartas y, según les gusten o no, las entregan o se las comen. Tienen un olfato excelente y son capaces de oler las noticias tristes, las alegres y las cartas de amor. Así, según lo veas llegar, puedes deducir de antemano de quien o de qué es la carta que recibes.

Son desmemoriados y de vez en cuando se lían al repartir las cartas, lo que provoca graciosos equívocos y situaciones embarazosas. Aparte de esto, son muy rápidos y siempre llevan el correo a tiempo. Uno de ellos, especialmente eficiente, se hace llamar Tibuzón Strogoff, el correo del emperador.

Odian la Navidad y la gente postalera. Hay diversos tipos de tibuzón. Aparte del tibuzón corriente, también están el tibugrama, el tiburgente, el tibufax, el tibumail y el tibuwasap, el más moderno de todos.

 

Tomado de: Columbeta, la isla libro

Autor: Carles Cano

Ilustraciones de: Miguel Calatayud

Editado por: Grupo Anaya 2021

 


ACTIVIDADES

1.-Es bonito inventarse palabras o mezclar sílabas de dos palabras e inventar otras. Así que tratad de imaginaros cómo son y qué características tienen estos animales, y dibujadlos en vuestro cuaderno:

El motoro, el hipofante y el churrobici.

2.-Escribe un cuento con dibujo en el que aparezca alguno de los animales de la actividad anterior y envíalo por correo postal a:

GRUPO LEO

apartado 4042

03080 ALICANTE

o por Mail a grupoleoalicante@gmail.com.

No olvides poner tu nombre, apellidos, curso, colegio y número de teléfono.

Podrá ser publicado en nuestro blog.

 

Grupo Leo