Era la madrugada del veinticuatro de diciembre y todos en mi casa estábamos dormidos. Fue una llamada telefónica la que me hizo despertar de aquel maravilloso sueño:
Era por la mañana cuando mi madre y yo decidimos acudir al pueblo para realizar las últimas compras navideñas, y así, aprovechar la ocasión para ver el ambiente y la decoración que se vivía en las calles en un día como éste.
Fue entonces cuando se nos ocurrió la brillante idea de invitar a cenar a toda mi familia a mi casa, los cuales aceptaron encantados.
Tiempo después, cuando mi madre y yo llegamos a mi casa, nos pusimos a preparar la comida. De primero y único plato había un gran plato de macarrones gratinados, y de postre, tomé un yogurt de fresa.
Horas más tarde, comenzamos a organizar todos los preparativos para que todo estuviese perfecto cuando llegasen los invitados.
Todos estábamos muy ansiosos por que llegara la noche, pues mi familia cenaba en mi casa y lo pasaríamos genial, pero sobre todo, había una cosa que quería que llegara más que ninguna otra: la hora de abrir los regalos, o lo que es lo mismo, "Papa Noel".
Sería ya tarde y, en mi casa comenzaron a preparar la cena de Nochebuena para que todo saliera tal y como lo habíamos previsto.
En primer lugar, decidimos hacer un delicioso pavo acompañado de sabrosas patatas. En segundo lugar, hicimos una sopa de marisco, la cual contenía gambas, almejas, mejillones... Y en tercer y último lugar, preparamos un exquisito postre, basado principalmente en un piña rellena de crema catalana y trozos de ésta...
A las 21:30h comenzaron a llegar los primero invitados: primos, tíos,... y poco después, mis abuelos. Tiempo más tarde, comenzamos a servir la cena.
Al finalizar el estupendo manjar y, siendo costumbre en mi familia, brindamos con largas y finas copas llenas de sidra alrededor de mi árbol navideño.
A media noche, oímos unos pasos, que se iban aproximando más y más y, seguidamente, tocaron a la puerta. Los regalos estaban allí.
Sobresaltada en la cama me desperté y, mi sueño no lo terminé de ver.
- Mamá -dije con voz inquieta.
- ¿Qué día es hoy?
- Nochebuena cariño -me respondió felizmente.
Y es que el lago sueño que tuve me causó una rara sensación que me confundió por completo...
© 2009. María Doménech Pacheco
Curso: Segundo de ESO. IES Valle de Elda
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