Érase una vez un pirata llamado Rico Antonio de Pereguere. Su familia había empobrecido porque le habían robado todo el dinero que había ahorrado durante años.
-¡Tanto
tiempo ahorrando para ésto!, dijo Rico Antonio de Pereguere,- ésto no se puede
quedar así. Mi familia no se puede quedar en la pobreza –dijo.
Pensó
en salir a por dinero y traer tantas joyas que no sabrían dónde guardarlas. Su
grito de guerra era Rico me llamo y rico me haré.
Su
mujer, Antonia, quiso irse con él pero Rico Antonio le dijo:
-Es
muy peligroso.
Ella
le respondió que si no le dejaba ir con él, que era el amor de su vida, le
pediría el divorcio.
Se
despidieron de su madre y de su familia con cariño y los dejaron en la fiesta
del cumple del vecino.
Cogió
el barco del abuelo que fue marinero y pensó ¡ahora si soy un verdadero
pirata!. No fueron muy deprisa pero enseguida se encontraron en medio
del océano.
-¡Tierra
a la vista!- Y a lo lejos se vio una isla donde atracaron el barco. Ella tenía
un buen presentimiento por lo que estaba viendo. En la isla había una catarata,
un río de aguas cristalinas, una montaña tan grande que desde ahí se veía toda
la isla, había manzanos, perales, palmeras…
Pensó
en hacer un pozo para recoger agua mejor pero empezaron a cavar y ninguno
contenía agua. Rico estaba muy cansado pero su mujer le seguía animando hasta
que en el último hoyo había un papel que parecía un mapa.
-Sí,
¡es un mapa del tesoro! y dice que hay un tesoro en
esta isla entre aguas preciosas.
Entonces
recorrieron toda la isla y pensaron en el río de aguas cristalinas que habían
visto. Corrieron como locos hasta el río, saltaron al agua y se sumergieron
bajo la cascada. Allí había un barco muy grande donde se subieron. Buscaron
dentro y entraron al camarote principal. Se llevaron una gran sorpresa pues
estaba lleno de dinero. Miraron a los dos lados, era como un barco pirata,
barriles, espadas… hasta con la bandera pirata arriba en el mástil sujeta con
cuerdas.
Rico
y su mujer cogieron todas las bolsas de dinero que pudieron hasta que se
cansaron y pensaron en dormir un rato hasta la mañana siguiente en el propio
camarote. Pensaron que dormir allí les seguiría trayendo suerte aunque era muy
extraño.
Cuando se despertó por la mañana vio unos piratas con mala uva y despertó corriendo a su mujer pero sin darle explicaciones, como no había tiempo, cogió una espada y les dijo; -O me dejáis salir o me abro camino a espadazos.
En
ese momento los piratas dijeron que eran buenos, que solo iban a ver si su
tesoro seguía allí o se lo habían llevado.
La
mujer confiaba en ellos, Rico no tanto. Ella creía que si tuvieran malas
intenciones habrían cogido las espadas. Dejó la espada en el suelo y les
preguntó que por qué no se habían llevado ellos el botín. Le contestaron que
esperaban que lo encontrara alguien que lo necesitara más.
Entonces
¿se lo podrían llevar ellos? Le contestaron que sí.
Como
Rico vio que los piratas estaban solos les invitó a su ciudad. Aceptaron y se
fueron todos en el barco. Cuando llegaron, la madre de Rico se puso a llorar de
alegría. Rico se dio cuenta de que allí estaban todos sus familiares. La madre
los había llamado pues tardaban en volver y estaba preocupada.
Allí
estaban todos con los brazos abiertos para abrazarse. Su mujer les dijo que
habían encontrado mucho dinero pero la madre prefería antes al hijo que al
dinero.
Hicieron
una gran fiesta de bienvenida para celebrar el regreso. Los piratas encontraron
pareja y se casaron dándole las gracias a Rico porque encontraron el amor.
Tres
años después tuvieron hijos y les contaba esta historia todas las noches.
Autor del texto: Juan Pedro Moreno Gómez, 1º ESO NAZARET
Autor de la ilustración: Lisardo Hernández Giménez, 1º ESO NAZARET
ACTIVIDAD
Escribe un poema o cuento
con dibujo en el que los protagonistas sean piratas y averigua por qué llevan
un parche en el ojo. Envíalo por correo postal a:
Grupo Leo
Apartado 4042
03080 Alicante
o por email a grupoleoalicante@gmail.com
No olvides poner tu nombre
y apellidos, curso, colegio. Podría ser publicado en nuestro Blog.