Comenzamos a publicar los cuentos que nos hacéis llegar. Esta semana vienen del colegio Nazaret de Alicante. Son alumnado de 5º de E. Primaria y están deseando que os gusten y os animéis a participar en esta actividad.
La princesa y la sirena
Un día la princesa invitó
a la sirena a su castillo. Allí la monja que cuida del castillo les advirtió
que en los jardines había entrado un dragón que estaba escupiendo fuego.
Rápidamente llamaron a los bomberos antes de que el castillo se quemase entero.
Ellas les ayudaron, la princesa con su valentía y la sirena con su poder acuático.
Consiguieron apagar el fuego y además convirtieron al dragón en… !una rana!
Más tarde, la policía vino
a por la rana, que hace no mucho era un dragón. La princesa y la sirena le
vieron llorar y le preguntaron por qué intentó quemar el castillo. A lo que la
rana les respondió que era porque tenía hambre y cada vez que intentaba pedir
comida le salía una llama de la boca sin querer y les pidió perdón de corazón.
Una vez que la rana ya no
era peligrosa, se hizo amiga de la princesa y la sirena y las tres fueron
felices viviendo en aquel fantástico castillo.
Rocío del
Castillo y Yoselín Leal
El hada Luna
Al día siguiente, Luna se
encontró el vaso en el suelo y el agua derramada. El diente no estaba, todo era
muy extraño. De pronto, una mariposa sobrevoló la cocina y se postró sobre el
hombro del hada Luna. Ella entendió que aquel diente se había convertido en una
preciosa mariposa como si de una oruga se tratara.
Durante meses Luna cuidó a
su mariposa, se hicieron inseparables e incluso tuvo un bebé mariposa que se
unió a aquella maravillosa y peculiar familia. Un buen día, Luna cocinó de
nuevo su receta favorita y al caerse un trozo de cebolla al suelo descubrió que
el diente perdido había caído bajo el fregadero y que por tanto la mariposa no
había nacido de esa mágica manera.
No cambió nada, aquella
familia siguió feliz y la casualidad y el amor triunfaron en esta historia.
Djamila,
Lamis y Susi
La princesa dormilona
Al volver a la cocina un
terrible olor a quemado y una humareda inmensa saliendo por la puerta le
sorprendió y sin pensarlo dos veces llamó a los bomberos. Se puso muy nerviosa
y justo antes de entrar a la cocina, de lo asustada que estaba, se desmayó.
Los bomberos llegaron,
vieron a la princesa y rápidamente la llevaron al hospital. Sacaron mangueras,
cubos de agua, sus mejores uniformes y dispuestos a enfrentarse a un incendio
enorme.
La sorpresa llegó cuando
en la cocina no había ningún incendio, solo una hamburguesa de pollo chamuscada
y un fuego encendido.
Adoración
Fernández y Carmen Ruano
La monja de la cabaña
La gente hablaba historias
sobre esa cabaña y sobre la monja que vivía dentro, hablaban de embrujos y
asuntos oscuros. Todo mentiras y habladurías de la gente.
Un día, un grupo de
jóvenes decidieron ir a la cabaña a comprobar si todo lo que decía la gente era
verdad. Y allí que fueron. Mientras la monja dormía los jóvenes entraron y
rebuscaron por todos los lados en busca de objetos de brujería. La monja,
mientras tanto, se levantó asustada por el ruido y se asomó por el lado de la
puerta a ver qué estaba ocurriendo. Se asustó e intentó llamar a la policía,
pero no había cobertura. Así que se arrodilló y comenzó a rezar como última
opción.
Al cabo de media hora, los
jóvenes entraron en la habitación de la anciana y se sorprendieron al ver a
aquella monja atemorizada rezar. Los chicos se quedaron pasmados y se dieron
cuenta al instante de que se estaban equivocando y que en esa casa lo único
malo que había era la cobertura.
Los jóvenes se disculparon
con la monja, que supo perdonar y se encargaron de acabar con los falsos
rumores sobre aquella cabaña y aquella buena mujer.
Juan MIguel
y Adam
ACTIVIDAD
Escribe un cuento o poema
con dibujo y envíalo por email a:
No olvides poner tu nombre y
apellidos, curso, y colegio. Será
publicado en nuestro BLOG y en el suplemento La Tiza del Periódico Información.
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