Aquí os dejamos los ganadores en las diferentes categorías del concurso y algunas fotos de la decoración del instituto. Nos lo pasamos genial.
Buenas
noches
La
familia Zúñiga compró una casa que se caía a trozos con increíbles vistas. Como
las obras se retrasaban, no tenían más opción que dormir en el suelo infestado
de hormigas. La familia Zúñiga no tenía nada contra las hormigas, pero cuando a
las 3.33 la hija notó una pata gigante rozándole la cara supieron que ahora
eran ellos los pequeños de la casa.
Marina Quintanilla Moya
1º ESO A
Caí
dormida. De repente aparecí en una habitación desconocida. Estaba vacía. Era
extraño, me quería ir, pero un detalle me lo impedía: no había puertas ni
ventanas, pero todo se puso más violento cuando cientos de cucarachas salieron
de la nada. La habitación era cada vez más pequeña y la cantidad de éstas se
triplicaba. Podía sentir como se subían por mis brazos y se metían por mi boca
y nariz. Estaba a punto de asfixiarme cuando comprendí que había sido una
pesadilla.
Aurora Roselló Infante,
1º ESO AD
¿No
era una pesadilla?
Estaba
escapando de una extraña mujer. No sabía por qué, pero ella intentaba matarme.
Sin embargo, a pesar de mis esfuerzos, acabó atrapándome. Me golpeó y vertió
ácido o algún líquido extraño sobre mi rostro. Aquello me causó un insoportable
dolor en mi piel. Mi rostro quedó horrible, como derretido o deformado por
aquello. Más tarde, desperté y me alegré de que sólo fuera una pesadilla, o eso
pensaba. Cuando fui al baño, me vi en el espejo y observé mi cara. ¡Era como en
la pesadilla! ¡Mi rostro estaba igual de horrible!
Noa Xu, 2º ESO AD
Todo
está oscuro. Por lo que toco a mi alrededor puedo deducir que estoy en un
pasillo. Pestañeo para ubicarme, me he desorientado. Creo poder ver una luz en
un punto lejano del túnel. Me acerco. De repente la luz ciega mis ojos. Al
adaptarme puedo ver que floto, me rodea un montón de gente que creía haber
visto con máscaras, ocultando su identidad. De repente, un ruido me hace
levantar mis cansados párpados, mientras me acostumbro a la iluminación de mi
habitación. Al levantarme, pienso: “otro día más lleno de mentiras y falsedad”.
Ana Girona Asensi, 2º
ESO AD
Soy
yo
Una
fría mañana de octubre, rondando las doce, sentí como si alguien o algo me
siguiera. Yo estaba en mi casa, no había nadie más, pero eso no era lo que mi
cuerpo percibía. Poco a poco fui sintiendo como si una gran manta negra me
acechara, como si unas cuerdas me mantuvieran atada a este vacío sin fin.
Apenas podía respirar con aquel peso en mi pecho, y mis lágrimas cegaron mi
vista. Me sentía triste, cansada, sin ganas de salir, sin ganas de mirar al
mundo que estaba dejando atrás. Aquel monstruo era yo, mi propia pesadilla.
Deba Peláez Noguera, 3º ESO A
Me
despertó mi madre asustada. Ya había pasado lo peor. Ella me preguntaba: – ¿estás
bien?, ¿qué ha pasado? –. Pero no podía hablar, estaba paralizada por el miedo
observando atentamente la criatura que había detrás de mi madre.
Elia Carratalá Martínez,
3º ESO AD
Saber
Mirar
Pensaba
que todo había acabado, pero hoy volví a escucharlo. Aparecieron los monstruos
que perturban y amenazan mi existencia. Los que me quitan la respiración
mirándome en mi habitación. El silencio es oscuro, pero más lo son ellos.
Adoran verte con miedo, pero para conseguir ahuyentarlos tienes que creerlos.
Tienes que mirarlos de frente y decir lo que pienses. Será más difícil que
huir, pero sólo así conseguirás dormir.
Serena Paredes Saugar 4º ESO C
Nada
Pequeños
sonidos inundan mis sentidos. Gotas chocando contra el suelo, ya que fuera está
lloviendo. El sonido contundente de la lavadora en pleno proceso, o pequeños
zumbidos de lo que parecen ser insectos. Siento mi garganta seca, mi cuerpo
pesado, y por más que lo intente, no puedo abrir mis ojos. No sé cuánto tiempo
ha pasado, pero escucho una puerta abrirse, con unos pasos silenciosos seguidos
del crujido de la madera que aplasta al pasar. Y, de repente, silencio. Y una
respiración en mi costado. Y una pequeña presión en mi mejilla. Con el corazón
en el puño, y el aliento atascado, separando mis párpados, veo absolutamente
nada.
María del Carmen Pérez
Nistor, 2º de bachillerato D
El
ascensor
Entro
en un ascensor. Pulso el botón. No se mueve. Ni sube ni baja. Empieza a hacer
ruidos, como si tuviese vida propia. Las luces parpadean, los botones se mueven
solos. Intento abrir la puerta, pero no me deja. Se empieza a agitar de arriba
abajo. De repente, desciende rápido, como si fuera a caer al puro infierno. Un
gran golpe seco y rotundo me despierta. Sólo ha sido una pesadilla. Me levanto
escuchando un ruido. Abro la puerta de mi casa. Veo la puerta abierta del
ascensor y una luz que parpadea. El ruido cesa.
Carlos Alberto Quiles
Pérez, 1º de Gestión de Alojamientos Turísticos
ACTIVIDAD
Escribe un cuento o poema con dibujo y envíalo por Correo postal
a:
GRUPO LEO
Apartado 4042
03080 ALICANTE
o por email a grupoleoalicante@gmail.com
No olvides poner tu nombre y apellidos, curso, colegio. Podría
ser publicado en nuestro BLOG y en el suplemento La Tiza del Periódico
Información.
No hay comentarios:
Publicar un comentario