Cuentos fantásticos en el CEIP El Faro (Alicante)

miércoles, 4 de mayo de 2022

Cuentos fantásticos en el CEIP El Faro (Alicante)

LA EXTRAÑA DESAPARICIÓN DE SANTI

Hace muchos años, en un pueblo pequeño llamado Alfafara, ocurrió una historia un poco extraña. La familia Bernabéu acababa de mudarse a una casa antigua y enorme con un precioso jardín. Antes de instalarse tuvieron que hacer algunas reformas.

Santi y Adriana, que eran los niños de la familia, estaban jugando al escondite cuando descubrieron entre los muebles viejos que se iban a tirar una piedra muy brillante y extraña. Al principio ambos se quedaron sorprendidos pero después, Santi se precipitó sobre la piedra, la cogió y la tiró contra el suelo con todas sus fuerzas. De pronto, la piedra se convirtió en un gran charco de agua, Santi saltó sobre él y desapareció como si el agua se lo hubiera tragado. Adriana se quedó paralizada, no tenía muy claro lo que había pasado. Santi sintió que se estaba ahogando entre un montón de algas que se enredaban en sus piernas y no le dejaban salir a la superficie para respirar. Unos tiburones de dientes afilados aparecieron entre las algas. Santi empezó a temblar porque pensó que iban a acabar con su vida, pero en lugar de ello, lo atraparon con sus dientes y se lo llevaron a una habitación llena de joyas y piedras preciosas. Santi cogió una y se la metió en el bolsillo.

En aquel preciso momento se despertó en su cama, era un lunes por la mañana; pero lo más raro de todo fue que en su bolsillo había una piedra preciosa.

A veces las casas antiguas pueden despertar nuestra imaginación y pueden llevarnos a sitios fantásticos.

Autora: ADRIANA GRIÑAN BERNABEU

6º B del CEIP EL FARO

LAS DOS CARAS DE ALICIA

Hace mucho tiempo, en una montaña alejada de la civilización, vivía una señora llamada Alicia. Se rumoreaba que era una bruja, y por eso nadie osaba acercarse a su casa. Los padres de los pueblos vecinos prohibían a sus hijos alejarse del pueblo. Cuando los niños sentían curiosidad y desobedecían a sus padres, estos les atemorizaban con viejas historias sobre la «bruja» que habitaba en la montaña, no muy lejos de allí. Por supuesto, cuando los niños del pueblo se enteraban de estos cuentos acerca de Alicia, se les quitaban las ganas de ir a merodear por allí. Sin embargo, este no era el caso de Mario, un niño que pensaba que las historias que contaban sus padres no eran ciertas.

Pese a las advertencias, un día Mario no pudo aguantar más su curiosidad y decidió comprobar si la señora a la que todo el mundo temía era una verdadera bruja. Así pues, una mañana de mediados de febrero, Mario partió en busca de la verdad acerca de la supuesta «bruja». Cruzó el viejo puente de madera, escaló las rocas de la montaña y se adentró en el bosque. De repente, escuchó un gruñido procedente de unos arbustos cercanos. Un jabalí asustado se acercaba corriendo hacia él. Antes de que el jabalí pudiera embestirle, una gruesa y ágil mano agarró al animal.

Mario se disponía a dar las gracias al individuo que le había salvado cuando advirtió que estaba acompañado por otro señor no tan alto como el primero.

- ¡Están locos estos romanos! - exclamó el mayor.

- Pues claro Obelix, ¡son romanos!

Dialogaron entre ellos. Mario abrió los ojos, asustado.

- ¡Por fin te has despertado! - dijo una voz que nuestro protagonista no logró reconocer.

- ¿Quién es usted? ¿Dónde estoy?

- Tranquilo, me llamo Alicia y estás en mi casa. Ven, te he preparado algo para comer.

Así, Mario descubrió que Alicia era una señora totalmente normal, un poco solitaria, eso sí. La señora le contó que le había encontrado desmayado en el bosque, probablemente debido a una insolación. Al caer la tarde, Mario se despidió de Alicia y emprendió el viaje de vuelta a su casa deseando contar la aventura a sus padres. En cuanto Mario se alejó de la casa de Alicia, esta pronunció las siguientes palabras:

- Tris, trás, todo lo que ha pasado hoy olvidarás.

Autora: HELIA LINA RODRÍGUEZ GARCÍA

6º A del CEIP EL FARO