miércoles, 27 de abril de 2022

 LA HISTORIA DEL RATONCITO PÉREZ

Lo que os vengo a contar hoy es la historia del ratoncito Pérez.

Había una vez, en el mar, una ostra que lloraba, pasó por allí un caballito de mar y le preguntó: - ¿Por qué lloras, que haces aquí tan solita?

- He perdido mi única perla. Entonces el caballito de mar se fue a buscarla, pero no la encontró; fue a preguntarle a una sardina que pasaba por allí, -oye sardina ¿tú has visto alguna perla? –no, contestó la sardina. Entonces la sardina fue a buscar a un cangrejo que se encontraba en la orilla del mar, - ¿has visto una perla?, -no, contestó. Así que el caballito de mar se fue a preguntarle a un ratón que se paseaba por la orilla, pero tampoco había visto nada. El ratoncito decidió ayudarlo y buscando, buscando, encontró una moneda y decidió llevársela; más tarde encontró una piedra blanca, pero no brillaba, así que la dejó.

Se hizo muy tarde y entró en una casa, vio una niña durmiendo y subió a su cama.

¿Y sabes lo que encontró debajo de la almohada? ¡Un diente! Pensó que se parecía a una perla y decidió llevárselo. A cambio le dejó la moneda.

El ratón le entregó el diente al cangrejo; el cangrejo a la sardina; la sardina al caballito de mar y por último, el caballito de mar a la ostra. Así fue como la ostra recuperó su perla, aunque no era exactamente una perla.

Desde entonces, el ratoncito Pérez se lleva los dientes, que dejan los niños y niñas debajo de sus almohadas y les deja una moneda.

Carla García Pardo

 

EL DRAGÓN Y LA BICICLETA


Había una vez un dragón que no sabía volar, por más que lo intentaba no podía y todos los dragones se reían de él.

Harto de caídas y burlas decidió irse de casa. Había oído hablar de un hechicero que conseguía lo imposible y fue en su búsqueda. Cuando lo encontró le contó lo que le pasaba.

- ¿Podrías enseñarme a volar?, - preguntó el dragón.

El hechicero probó todas sus pócimas, hechizos y trucos, pero no consiguió nada. Entonces, le dijo que fuese a ver a un amigo suyo que era inventor, que no perdía nada con intentarlo.

Cuando el dragón llegó donde estaba el inventor, este le dijo que era un caso nunca visto. Le aconsejó subir en una bicicleta y pedalear.

Siguió el consejo, se dio cuenta de que se elevaba del suelo al comenzar a pedalear, poco a poco fue aprendiendo a volar, se puso muy feliz.

El dragón fue a ver a su familia y amigos, todos se alegraron mucho de que pudiese volar. Nunca más se volvieron a burlar de él. Se hizo famoso por conseguir lo que parecía imposible, aprender a volar montando en bicicleta.

Jose Enrique Juan Catalán

 

NOS VAMOS AL INSTITUTO

Nos vamos al instituto y algunos estamos preocupados, no queremos que se pierdan nuestras amistades de primaria.

La moraleja de esta historia es que tenemos que disfrutar del tiempo que nos queda de estar juntos.

Es por la mañana, todos estamos en clase, son nuestros últimos días en el colegio. Cuando suena la música, todos mis amigos y yo salimos corriendo con una sonrisa en la cara, pensando que este verano tiene que ser inolvidable.

- ¡Qué ganas del viaje de fin de curso! -dice Laura emocionada.

- ¡Sí, lo vamos a pasar de cine! -dice Marta.

- Chicas, sabéis que después del viaje de fin de curso nos vamos al instituto.

- ¡Whoa! Es verdad.

- Sí, ya no estaremos todos juntos, nos separarán en clases distintas.

- Sí, pero nos veremos en el patio y seguro que algunas tardes quedaremos.

- Ya, pero no es lo mismo. -Dice un poco decepcionada.

- ¡Bah! Chicas, no estéis tristes por el curso que viene, disfrutemos el tiempo que pasemos en el viaje y en las vacaciones.

- Es verdad, tenemos que disfrutar del tiempo que aún nos queda de estar juntos y no pensar en el mañana.

Adriana Martínez Merino 

ACTIVIDAD

Escribe un cuento o poema con dibujo y envíalo por Correo postal a:

GRUPO LEO

Apartado 4042

03080 ALICANTE

o por email a grupoleoalicante@gmail.com

No olvides poner tu nombre y apellidos, curso, colegio. Podría ser publicado en nuestro BLOG.

 

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