Reseña:
«Había
una vez un pueblecito…» con un palacio en el que vivían varias familias de
gorriones. Allí nace Cipi, del que conoceremos su primer vuelo, el
descubrimiento del entorno o los peligros que corre al caer por una chimenea.
Su enorme curiosidad y su espíritu inquieto le harán comprender lo importante
de la vida.
A partir de 8 años.
El autor:
Mario
Lodi nació en Italia en
1922. Empezó a trabajar como maestro a los 18 años. Ha publicado varios libros
para niños y unos interesantes ensayos que recogen sus experiencias como
educador. Sus libros infantiles están escritos a partir de textos elaborados
por sus alumnos que luego él recrea literariamente.
La ilustradora:
Vivi
Escribá nació en
Valencia en 1939. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de su
ciudad y luego en la de San Fernando de Madrid. Comenzó su labor como
ilustradora de libros infantiles y escolares en 1976. Entre sus trabajos se
encuentran colaboraciones con TVE y la elaboración de trece audiovisuales para
el Ministerio de Cultura, bajo el título "Las palabras vivas", sobre
la creación del libro.
«Desde
los años de mi infancia he intentado recrear todo aquello que me emociona con
el deseo de hacerlo más hermoso, esa hermosura que emana de lo profundo, y he
de confesar que hasta ahora no he vencido en el intento», ha declarado.
Su
libro Cuando Lía dibujó el mundo fue seleccionado en el año 2000 por la
Fundación Germán Sánchez Ruipérez como una de las cien obras de Literatura
Infantil española del siglo XX. Su trayectoria ha sido merecedora de numerosos
galardones, como el Premio Lazarillo de Ilustración (1980), la Lista de Honor
del IBBY (1982), la Lista de Honor del Premio Andersen (1982) y el Premio
Austral Infantil (1991).
El nacimiento de Cipi
Había
una vez (y todavía hay) un pueblecito que se extendía sobre el verde y al sol; en
el
pueblo había un palacio alto, alto y en el tejado del palacio, escondida bajo una teja, una gorriona incubaba sus tres huevecitos, sin abandonarlos nunca. Papá gorrión se encargaba de traerle la comida, volando del nido al campo y del campo al nido, eligiendo para ella los granitos más tiernos y sabrosos y cuando se los llevaba le decía:
pueblo había un palacio alto, alto y en el tejado del palacio, escondida bajo una teja, una gorriona incubaba sus tres huevecitos, sin abandonarlos nunca. Papá gorrión se encargaba de traerle la comida, volando del nido al campo y del campo al nido, eligiendo para ella los granitos más tiernos y sabrosos y cuando se los llevaba le decía:
-¡Ten paciencia! ¡Dentro de poco serás
mamá!
Una
hermosa mañana de primavera la gorriona oyó: “cric, cric…, entonces alzó las
alas y vio que habían nacido los tres.
-¡Qué feliz soy! -exclamó
y levantó el vuelo hacía el cielo azul junto a papa gorrión.
Batió
las alas entumecidas al sol cálido, después se elevó por encima de los aleros,
más arriba de la aguja del campanario, cada vez más arriba, hacia el azul.
Luego se lanzó de nuevo hacia su nido y al pasar gritó a las nubes, al sol, a
las golondrinas, a la cinta de plata que serpenteaba allí abajo y a las briznas
de hierba, a los árboles que maduraban sus frutos y a los álamos que montaban
la guardia junto al río, tiesos como guardiaciviles en posición de firmes.
-¡Han nacido! ¡Soy
mamá! ¡Son tres!
De
vuelta en el nido les observó atentamente; ¡qué guapos eran, aún sin plumas sus
hijitos! Alargaban el cuello hacia su mamá, abrían el pico, la llamaban.
Uno,
el más chiquitín, era el más vivaracho; agitaba las alitas y daba vueltas de
uno a otro lado como si el nido fuera demasiado estrecho para él. Los
hermanitos hacían “cip..,cip..,cip” con garbo, en cambio él gritaba:”cipi.., cipi..,
cipi” y no paraba nunca.
-¡Ya está, le
llamaremos Cipi –dijo mamá.
-¿Por qué lloras?
-¡Cipi… cipi… quiero salir de aquí…! -gritaba
él.
-Quédate aquí, ahora te tapo con mis
plumas calientes -le susurraba la mamá mientras le calentaba con el ala.
Los
otros dos se adormilaban enseguida, en cambio él se agitaba:
¡Cipi… cipi…! ¡quiero
salir de aquí! -Y eran necesarios todos los arrumacos y toda la paciencia de la
mamá para convencerle de que se durmiera como sus hermanitos.
Una
vez que papá y mamá no estaban allí, desnudo como se encontraba, saltó fuera
del nido y empezó a corretear por los tejados y cuando llegó al borde miró
hacia abajo y sintió vértigo.
Por
suerte los padres llegaron a tiempo y le llevaron al nido.
-¿Por
qué eres tan desobediente? -dijo mamá.
-¡Quiero ver lo que hay abajo!
-¡Es
demasiado pronto, todavía no tienes plumas y eres pequeño y débil!
-Quiero
ver y salir de este agujero.
-Este agujero es nuestra casa.
Cuando tengas plumas iremos a ver todo: la bola de fuego, la cinta de plata, la
planta…
-Nosotros
iremos a ver lo de abajo cuando seamos grandes, dijo uno de los hermanos.
-¡Yo me voy enseguida! -gritó
Cipi y se escurrió debajo del ala de la madre, saltó del nido y escapó; pero el
salto fue tan grande que fue a dar con el pico en la chimenea.
-Cipi… Cipi…, -lloriqueó,-
¡me duele aquí, me duele acá!
Mamá
gorriona lo llevó dentro y le hizo ver qué le había pasado por desobediente. Él
seguía quejándose acurrucado bajo el ala. De repente se calló, levantó la
cabeza asustado y gritó:
-¡ Mamá!
-¿Qué pasa ahora?
-¿Quién
hace tum, tum, tum?
-Es mi corazón. Ahora duérmete
y todo pasará.
-¡Cipi! -respondió queriendo
decir si.
Un
instante después volvió a empezar.
-Mami,
¿qué es la planta?
-La
planta son los brazos verdes en los que descansaremos durante el primer vuelo.
-¿Y
qué es la bola de fuego?
-Es
nuestro amigo que arde en el cielo para dar luz y calor.
-¿Qué
es el cielo? Mami
-Nuestro
camino.
-¿Y la
cinta de plata?
-El
espejo en el que admirarás tus hermosas alas, cuando las tengas.
-¿Y las
plumas, qué son las plumas?
-Estas
que te dan calor, -dijo la madre abrazándole con cariño.
Así,
con mucha curiosidad por todo, poquito a poco CIPI echó las plumas y se preparó
a ver con sus propios ojos cómo estaba hecho el mundo.
Tomado del libro: Cipi
Autor: Mario Lodi
Ilustrador: Vivi Escribá
Editorial: ALFAGUARA*
*Actualmente el libro lo distribuye la editorial Santillana a través del sello Loqueleo.
*Actualmente el libro lo distribuye la editorial Santillana a través del sello Loqueleo.
1- ¿Por
qué le llamaron CIPI?
2- ¿Qué
intentaba hacer siendo aún muy pequeñito y sin alas?
3- ¿A qué
le llamaban Bola de oro y Cinta de plata.?
4- Escribe
un cuento cuyo protagonista desde muy pequeño quiera conocer y explorar todas
las cosas que le causan admiración. Envíalo por correo postal, acompañado de un
dibujo, nombre y apellidos, curso, colegio Y teléfono a:
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LEO
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