Reseña:
La serie de novelas gráficas que despiertan
el gusto por la lectura.
Historias divertidas y ocurrentes para
lectores a partir de 8 años, de
ritmo ágil y estilo directo que enganchan al lector. Con unos entrañables
personajes descritos con humor a través de ilustraciones caricaturescas y
jugando con la exageración.
Perfecta combinación entre texto e
ilustración que llevará a los lectores a descubrir la magia de la lectura.
La serie cuenta con libros llenos de
aventuras y también con la libreta monstruosa, para que los más pequeños creen
sus propios relatos.
El autor:
Jaume Copons (Barcelona, 1966)
es un escritor español. Creador
de novelas y cuentos para niños y jóvenes, ha escrito también para la
televisión, la radio y otros medios
Se inicia profesionalmente
como guionista en Barrio Sésamo (TVE), actividad que primero combina con la
gestión cultural y más tarde con la labor docente en la enseñanza secundaria.
Empieza a publicar novelas y cuentos con la llegada del nuevo siglo, y a partir
de ese momento se dedica íntegramente a la creación editorial, audiovisual y
musical.
La obra de Jaume Copons es
abundante por varios motivos. En primer lugar, concibe lo literario como un
fenómeno de en el siglo XXI, ya no queda encerrado en el mundo del libro o en
el mundo editorial, sino que, como mínimo, contamina el mundo audiovisual, el
digital y el musical. Además, trabaja en solitario, con otros autores y en
equipo.
La ilustradora:
Liliana Fortuny (Barcelona, 1976) es una ilustradora catalana. Formada en la Escuela Massana
y en la Llotja de Barcelona. De pequeña empezó a dibujar de manera caótica y
autodidacta, estilo que ha mantenido. Ha trabajado como animadora para el estudio
del diseñador Javier Mariscal, para los espectáculos del
artista Marcel·lí Antúnez y para
diversas productoras. También ha creado videoclips y cubiertas de discos. Ha
ilustrado libros como El capital de Karl Marx (Los Luces, 2014) o Tristán
Imperial (Babulinka Books, 2015).
Colabora a menudo con el
escritor Jaume Copons, Con quien ha creado la colección «Agus
y los monstruos» (Combel), serie de novelas gráficas con personajes descritos
con humor a través de ilustraciones caricaturescas y jugando con la
exageración.
LLEGA EL SR. FLAT
-¡U ordenas la habitación o un día de
estos te tiro a la basura todo lo que esté desordenado!- gritaba mi madre.
Me había levantado hacía apenas cinco
minutos y mi madre no paraba de insistir con su famosa canción “Ordena la habitación”.
Yo la escuchaba desde la cocina mientras terminaba de desayunar, y no pude
evitar sonreír porque me vino a la cabeza la mejor respuesta que podía darle:
-¡Mamá, si quieres, la ordeno ahora!
–salté.
Ella no dijo nada, claro. Los dos sabíamos
que ya no quedaba tiempo porque tenía que irme a la escuela.
-La ordenaré cuando vuelva de clase –le
aseguré mientras la oía refunfuñar.
La verdad es que aquella manía de mi madre
con el orden no tenía ninguna explicación, porque en realidad mi habitación
tampoco estaba tan desordenada, o por lo menos eso es lo que a mí me parecía.
El día había empezado a gritos y no es que
continuara mucho mejor. En cuanto llegué a la escuela me di cuenta de que todos
mis compañeros iban de un lado para otro con unas carpetas azules.
Al final Lidia me explicó que teníamos que
entregar todas las redacciones que habíamos escrito durante aquel trimestre.
Pero… ¿cuándo lo habían dicho? ¿Y por qué yo no lo sabía? Siempre me pasan este
tipo de cosas. Y a Lidia, que siempre lo hacía todo bien y en el momento oportuno,
le parecía divertido.
Tengo que reconocer que lo peor de Lidia
no es que fuera tan repelente y que le gustara que a los demás, y en especial a
mí, las cosas nos fueran mal. Lo peor de Lidia es que era mi vecina, y no solo
vivíamos en el mismo edificio, también vivíamos en el mismo rellano de la
escalera. Y era terrible, porque cada vez que Lidia se encontraba con mi madre
le contaba las cosas que yo no había hecho y debería haber hecho o las cosas
que había hecho y no debería haber hecho.
¡Menudo día! Primero mi madre con su
cancioncilla de ordenar la habitación, y luego Lidia con sus redacciones. Pero
la cosa aún no había terminado. Dos minutos después, Emma, la bibliotecaria de
la escuela, se presentó en clase y, antes de que abriera la boca, ya supe que
venía por mí.
El día anterior estuve jugando al
escondite durante la hora del patio y me metí en la biblioteca. Cuando mis
compañeros fueron a ver si me encontraban, salí corriendo para que no me vieran
y sin querer, tiré al suelo unos cuantos libros. Pensé que más tarde ya pasaría
por la biblioteca para recogerlos, pero no lo hice. No me acordé.
Sí, tal como me temía, Emma me obligó a
acompañarla a la biblioteca. Una vez allí, me extrañó bastante no verlo todo desordenado.
Creí que ella quería que recogiera los libros, pero su mente perversa había
pensado en un castigo peor.
Mi trabajo consistía en llenar un montón
de cajas de libros. Después tenía que dejarlas ordenadas y apiladas al lado de
la puerta. ¡Realmente me pareció muy injusto!
Estuve trabajando un buen rato en el
almacén. ¿Sabéis lo que puede llegar a pesar una caja llena de libros? Y no fue
una, no. Fueron dos, tres, cuatro, cinco… Y cuando ya había llenado la sexta lo
vi allí. Era un muñeco de color anaranjado, no demasiado grande. Estaba
cubierto de polvo pera era gracioso. Tenía la boca y los ojos muy grandes.
Según cómo, a cuatro patas, `podría haber pasado por un perro o un gato, pero
tal como estaba colocado parecía más bien un pequeño yeti divertido o… o un
monstruo.
Un buen rato más tarde, cuando tuve todas
las cajas apiladas, llamé a Emma, quien, todo hay que decirlo, quedó muy
contenta con mi trabajo, y le pregunté de quién era aquel muñeco de color
naranja.
A los cinco minutos ya estaba otra vez en
clase, pero tuve que esperar a que mis compañeros regresaran del patio.
Aproveché para dejar el muñeco dentro de mi mochila. NO tenía ganas de que todo
el mundo me preguntara de dónde lo había sacado.
Estaba contento porque era viernes y me
esperaban dos días de tranquilidad total. Creía que las desgracias se habían
terminado, pero me equivocaba. Ya estaba a punto de salir de clase cuando fui
interceptado, junto antes de llegar a la puerta.
Tomado
del libro: “¡Llega el SR. Flat!”, de la colección “AGUS Y LOSMONSTRUOS”
Autor: JaumeCopons
Ilustradora:
Liliana Fortuny
Editorial: Combel,SA.
ACTIVIDADES
1.
¿Por qué crees que la madre de Agus estaba tan
obsesionada con el orden de la habitación del protagonista? ¿Crees que tiene
razón? ¿Por qué?
2. ¿Cuál
fue el castigo que le impuso Emma, la bibliotecaria a Agus? ¿Crees que fue
justa?
3. ¿Qué
le pasó a nuestro protagonista justo antes de salir de clase?
4. Agus
se encontró con un peluche en la biblioteca, te adelanto que tiene uno de los
mayores y mejores poderes mágicos, ¿eres capaz de decirme cuál?
5. Escribe
un cuento o poema y envíalo por mail (en fichero Word), acompáñalo de un dibujo
(en fichero JPG) y de tu nombre, apellidos, curso y colegio a:
Podrá
ser publicado en nuestro blog.