LUCAS EN SU MUNDO
Entonces
Lucas miró hacia atrás y no vio nada, él creyó que iba a ser su final, pero sin
saber dónde estaba, qué hacía allí, y cómo había llegado hasta ese majestuoso
lugar en blanco. Se dio cuenta de que ese mundo en blanco se iba coloreando
sólo cuando él pisaba o pasaba la mano por alguna pared con alma de lienzo.
Lucas
gritó :
-
¡Soy un pincel!
Y
fue entonces cuando se asustó al oír una tenebrosa voz decir:
-
Por muy divertido que sea este mundo en blanco, pronto se acabará y no habrá
vuelta atrás.
Lucas
quedó completamente sorprendido después de haber oído esas palabras. Disfrutó
lo que pudo, hasta que de un momento a otro todo se engriseció y oscureció. Ya
no existía el color, y cuando Lucas andaba, iba desapareciendo. Había llegado
al mundo de los muertos.
Ilenia Martínez García, 2º ESO C, IES
Miguel Hernández
EL AMOR PROPIO
Hace
no mucho tiempo, una niña estaba muy insegura por lo que los demás pensaban de
ella. Un día, caminando por un parque encontró a un sabio, le contó su historia
y él le respondió:
-
Las personas hablan del amor hacia los demás. A veces, llega a nuestros oídos
una típica historia de amor, pero ¿por qué casi nadie habla del amor hacia uno
mismo? La gente suele ver mal el amor propio, incluso lo relaciona con el
egoísmo. También asocia el amor propio con la frase: “Quien piensa en sí mismo
antes que en los demás es un egoísta”. Pero es un enorme error, ¿por
qué quererse a uno mismo es algo malo? El amor propio es algo necesario para
toda nuestra vida, ¿cómo alguien puede amar a otro si no se ama a sí mismo? El
amor propio es algo maravilloso. La gente que se siente bien consigo misma,
tiene autoestima, sabe valorarse y quererse, porque es súper importante. Tienes
que conocerte, saber qué te llena de verdad en la vida y que no, conocer tus
puntos débiles y cómo mejorarlos, conocer tus virtudes, darte todo a ti mismo y
llenarte de amor. Porque tú eres la única que puede conocerte de verdad, no eres
lo que dicen los demás, nunca debes limitarte. Cuando consigas saber quién
eres, independientemente de lo que otros digan, sabrás vivir sin miedos y ser
feliz. Piensa que si tú nunca terminas de conocerte cómo te va a conocer otro
mejor. Por eso invierte tiempo en ti, en amarte y aceptarte a ti misma.
-
Gracias, me acabo de dar cuenta de la importancia de tus palabras, me servirán
para toda la vida.
Desde
ese momento, su vida cambió para siempre, y la disfrutó plena de amor.
Candela Sánchez Saiz, 2º ESO B, IES
Miguel Hernández
PRECIPITADO ADIÓS
Estar
solo, ese es mi mayor miedo, la soledad. En verdad no estoy solo, tengo amigos
y familiares que me quieren y me ayudan, pero desde que mi abuelo se marchó,
siento que no tengo a nadie, que los he perdido a todos. Ya no tengo a nadie
que me cuente un cuento antes de dormir, ya no tengo a nadie que me despierte
por las mañanas, ya no veo razón por la cual sonreír. Poco a poco voy perdiendo
un trozo de mi corazón, al principio esa sensación impactaba más, pero pasados
ya dos meses impacta cada vez menos, pero sigue doliendo igual.
Ahora,
cuando salgo del instituto, nadie viene a recogerme, nadie me pregunta ¿qué tal
el día?, no hay nadie que se preocupe por mí hasta que mis padres terminan de
trabajar. Cuando me miro al espejo, ya no veo a la misma persona que era antes,
ahora veo un cuerpo y una mente que van desapareciendo poco a poco hasta no
dejar rastro. Por la noche lloro, lloro hasta quedarme seco, y una vez seco, me
duermo deseando despertarme y ver que todo ha sido un mal sueño, una pesadilla,
aunque eso nunca pasa.
Los
únicos días en los que me siento bien son los de lluvia, eran los días
favoritos de mi abuelo y ahora los míos. Además, me gusta imaginar que cada
gota es una palabra o algún recuerdo que me manda mi abuelo, si no fuera por
los días de lluvia mi alma hubiera desaparecido ya completamente. Ya no solo
siento soledad dentro de mí, también siento miedo, miedo de perder a alguien
más, miedo de saber que la gente que se va, no vuelve. Papá, mamá, lo siento,
pero yo también me marcho, me marcho muy lejos, me marcho a un sitio del que no
regresaré, pero por fin no sufriré. Seré feliz.
Deba Pelaez Noguera, 2º ESO B, IES
Miguel Hernández
TEMPUS FUGIT
El
tiempo pasa. El tiempo pasa muy rápido. Observando el reloj sentía que las
agujas pasaban muy lentas, pero cuando estaba entretenida viendo cómo la lluvia
se deslizaba sobre las translúcidas ventanas del salón y pensando cómo de
rápido pasaba el tiempo, se fue muy rápido. Cuando me quise dar cuenta, ya era
demasiado tarde. El tiempo había pasado.
Cecilia Cayado García, 2º ESO C,IES
Miguel Hernández
ACTIVIDAD
Escribe un cuento o poema con dibujo y envíalo por email a:
grupoleoalicante@gmail.com
No olvides poner tu nombre y apellidos, curso, colegio. Podría
ser publicado en nuestro BLOG.