miércoles, 1 de febrero de 2023

El libro del mes de febrero: "Las barcas de cristal"

Reseña:

Las barcas de cristal es una obra que recorre en pequeños cuentos, que sorprenden por su peculiar sentido de la concisión y el realismo, los puntos más vulnerables de las edades a las cuales están dirigidos. Las mayores problemáticas a las que suelen enfrentarse los jóvenes están reflejadas en estas páginas, pero no con el didactismo que suele primar en otras literaturas que abordan dichos temas, sino con la magia de las palabras y el convencimiento de las metáforas.

Esta obra fue premiada en Cuba en el concurso La Edad de Oro (2009) y ha sido reeditada en dos ocasiones. Sus cuentos han dado origen a un proyecto sociocultural en el que los jóvenes estudiantes debaten el contenido de los mismos, realizando interesantes propuestas para que el mundo sea un poco mejor.

La autora:

Lina Leiva Méndez (Ciego de Ávila 1964) es miembro de la UNEAC y de la Fundación Nicolás Guillén. Ha publicado múltiples cuadernos de poesía para niños y niñas, así como libros de cuentos Las barcas de cristal (2009), Las barcas de cristal hacia el infinito (2013) y Estoy poniendo la hamaca (2017). Además, sus poemas y cuentos han aparecido en revistas y antologías de diferentes latitudes. Obtuvo el Premio Nacional de Talleres Literarios en poesía en los años 2002 y 2003, alcanzando así mismo Mención en el Concurso Nacional Eliseo Diego.

Es reconocida por la crítica especializada de su país, Cuba, como una de las autoras que ha logrado colocar los problemas sociales de la juventud en el centro de mira de una literatura que, si bien no es didáctica, es aleccionadora.

 

LAS BARCAS DE CRISTAL

Había terminado de echar la última. Observaba cómo se alejaban tomando cada una su rumbo. Eran barquitas de cristal sobre el agua, que pronto estarían conquistando los océanos. Así él prefería mirarlas.

La realidad era mucho más fuerte para Alex. Esas barquitas de cristal no eran más que las botellas vacías de ron, aguardiente o cualquier licor con que su padre solía embriagarse cada día.

Al llegar de la escuela, encontraba la casa desierta. Cerca de la medianoche, su padre aparecía y lo golpeaba como si tuviera la culpa de todo. Después caía tendido, casi muerto, y el niño solía enroscarse a su lado para llorar.

Una noche su padre no regresó.

Él no preguntó nada. Tampoco lo había hecho al morir su mamá, entonces era muy pequeño.

Alex se hizo marinero. A lo mejor para seguir el rumbo de las barcas de cristal.

 

DULCE DE COCO

<<Yo vengo del arcoíris

que descansa en el camino…>>

La autora

En las madrugadas me levanto para ayudar a papá pues, como él dice, yo soy sus ojos. El sol arruina la huella de la noche y sus rayos atraviesan las tablas de la ventana. Entonces sé que debo partir hacia la escuela. Mi uniforme huele a dulce de coco.

Mamá murió al nacer yo. Desde entonces papá ha estado muy cerca de mí. A veces lloro en los rincones de nuestra pequeña casa y, aunque no puede verme, pregunta qué sucede e intenta alegrarme con algún dicharacho.

No he querido decirle que en la escuela los muchachos se burlan de mis zapatos rotos y me llaman Dulce de coco, que me quedo sin merendar y me alejo de ellos para que no piensen que goloseo sus refrescos de lata, sus panes con jamón y sus caramelos de chocolate. No niego que me gustaría probarlos. Pero no, prefiero alejarme, aunque la profe siga diciendo que soy de pocos amigos.

 

CON LA LLEGADA DE LOS ÁNGELES

Con la llegada de los ángeles, Irene quedó tranquila. Ellos, inquietos, revoloteaban en su regazo. Tras un movimiento salió del sueño. Entonces vio que era su pequeña que lloraba desesperadamente. Irene la arrulla como hasta hace poco hacía con su muñeca. Intenta cantarle. La pequeña Melissa llora aún más.

Irene ya no quiere soñar con los ángeles. Solo piensa en los compañeros de secundaria que pronto terminan.

Toma su muñeca, digo, su pequeña Melissa, que ahora le sonríe.

 

MENSAJE AL INFINITO

Los guardacostas se acercan. Pasan los binoculares de mano en mano. Observan a un niño agitando una gorra.

-¡Mamá, mamá, despierta, ya nos encontraron!

Ella intenta decirle algo. No lo logra. Daniel la abraza llorando.

El barco llega. El niño tiembla. Su piel es frágil y sus labios resecos sangran. Desde el barco guardacostas, el pequeño grita un mensaje infinito.

Daniel ya no habla español. De su pasado solo recuerda a un mar tormentoso y cruel.

 

Extraído de: Las barcas decristal

Autora: Lina Leiva

Editorial: Aliarediciones 

ACTIVIDADES:

1.- De los cuatro cuentos, ¿cuál te ha gustado más? ¿Qué sentimiento ha despertado en ti?

2.- Los conmovedores cuentos de este libro, cuya autora es cubana, se prestan a la reflexión y al diálogo. ¿Por qué en el último cuento dice que Daniel ya no habla español?

3.- Escribe un cuento o poema, ilústralo con un dibujo y envíalo por email a

grupoleoalicante@gmail.com.

No olvides poner tu nombre, apellidos, curso y colegio. Podría ser publicado en nuestro blog.

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