Reseña:
Alonso Quijano es un hombre tranquilo que
busca en los libros de caballerías un mundo que admira. Pero de tanto leer
historias de guerreros, batallas, princesas, gigantes. Dragones y encentadores,
cae en la locura de creer que son ciertas. Recupera del pasado una armadura,
así como expresiones, valores y actitudes, y se transforma en Don Quijote de la
Mancha.
Vicente Muñoz Puelles es
autor de numerosas obras para jóvenes y adultos. Con esta adaptación, que
mantiene la esencia del relato original, acerca a los pequeños lectores uno de
los personajes más universales de la literatura.
El autor:
Vicente
Muñoz Puelles (1948,
Valencia, España) es un novelista español, miembro del Consejo Valenciano de Cultura desde 1999.
En 1989 publicó la novela “Sombras paralelas”, convertida
posteriormente en película por Gerardo Gormezano.
Cuatro años más tarde, le fue otorgado el premio Azorín de
novela por la obra "La emperatriz Eugenia en Zululandia".
“Óscar y el león de Correos” le valió para conseguir, en
1999, el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil.
Ha traducido obras de Joseph Conrad, Conan Doyle y Georges
Simenon, entre otros. Sus obras han sido traducidas a numerosos idiomas,
llegándose a encontrar 22 títulos suyos en la biblioteca del Congreso de
Washington.
El ilustrador:
Miguel
Ángel Giner (Benetússer, 1969), licenciado por la Facultad de Bellas Artes de
Valencia en la especialidad de Dibujo.
En 1997 participó activamente junto a Cristina
Durán en el resurgimiento de la Asociación
Profesional de Ilustradores de Valencia (APIV). Desde sus inicios son parte
de la Junta Directiva y Miguel Ángel es el Presidente de la misma desde octubre
2013.
2010: FINALISTAS del PREMIO NACIONAL DE COMIC otorgado
por el MINISTERIO DE CULTURA. Por Una posibilidad entre mil.
2011:ACCÉSIT en el 1er Trophée ”les Bds qui font la
différence” en el 1er
Trophée «les Bds qui font la différence» sur les personnes en situation de
handicap. Este
trofeo fue organizado por la asociación Sans Tambour Ni Trompette en colaboración con el FIBD (Festival International de la Bande
Dessinée d’Angoulême).
2012: PREMIO TURIA Mejor Contribución Cultura del Cómic
en su XXI Edición. Por Una posibilidad entre mil y La máquina de Efrén.
FINALISTAS en los Premios de la Crítica Dolmen en las categorías de Mejor Obra
Nacional y Mejor Guión. Por La máquina de Efrén.
2015: PREMI DONES PROGRESSISTES 2015.
2016: 1er Premio CARTEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER. Generalitat
Valenciana.
2017: PREMI CIUTAT DE PALMA DE CÒMIC 2016. Junto a Laura Ballester por el
proyecto EL DÍA TRES.
DON QUIJOTE PIERDE UN TROZO DE OREJA.
Iban por el camino cuando vieron a dos
frailes, montados en mulas y seguidos por un coche, con una escolta de cuatro o
cinco hombres a caballo.
- Puedo
engañarme – le dijo don Quijote a Sancho-, pero algo me dice que nos
encontramos ante una gran aventura. Aquellos bultos negros son unos hechiceros
que han secuestrado a una princesa y la llevan en ese coche.
- Mire,
señor, que esto va a ser peor que lo de los molinos. Esos dos son frailes, y lo
que hacen es seguir el mismo camino que el coche, donde seguramente irá algún
viajero.
- Ya te
dije, amigo Sancho, que de aventura sabes muy poco.
-
¡Gente endiablada, soltad a las princesas que
os lleváis a la fuerza!
Los frailes protestaron, pero no les
sirvió de nada. Don Quijote arremetió contra ellos con la lanza y los hizo
huir. Luego se acercó al coche.
-
Hermosa señora, ya sois libre – le dijo a la
dama que viajaba en el interior-, porque la fama del fuerte brazo de don
Quijote de la Mancha ha espantado a vuestros secuestradores.
Viendo que don Quijote les impedía seguir
adelante, un hombre de la escolta fue hacia él y le amenazó con su espada:
-
¿Os atrevéis a amenazarme, bellaco? – le
preguntó el hidalgo-. Ahora veremos quién enseña a quién.
Don Quijote arrojó la lanza al suelo y
empuñó la espada. El otro desenvainó también y atacó primero. Al primer golpe,
don Quijote perdió medio yelmo y un trozo de oreja.
-
¡Oh, señora de mi alma, Dulcinea, flor de la
hermosura, socorred a vuestro caballero!- exclamó.
Tomando la espada con ambas manos, la
descargó con furia sobre la cabeza de su enemigo, que cayó al suelo. Al verlo a
sus pies, don Quijote desmontó y le puso la punta de la espada entre los ojos,
mientras le ordenaba que se rindiese. Pero el escolta, que había perdido el
sentido, callaba.
Ya iba don Quijote, cegado por la ira, a
cortarle la cabeza, cuando la dama del coche le rogó que perdonase la vida del
escolta.
-
Lo haré, hermosa señora, con una condición-
respondió don Quijote-, y es que este caballero que os sirve vaya al Toboso y
le cuente mi hazaña a la bella Dulcinea.
La señora del coche le prometió que el
escolta cumpliría aquella condición.
-
Confío en vuestra palabra y no le haré más
daño- dijo don Quijote.
Al ver aquello, Sancho se arrodilló ante
él y le dijo:
- Señor
don Quijote mío, ya puede vuestra merced darme el gobierno de la isla que acaba
de ganar, que me siento con fuerzas para gobernarla.
- Has de
saber, hermano Sancho, que esta no ha sido una de esas aventuras memorables que
merecen una isla, sino una de tantas otras, en las que solo se gana la cabeza
rota o una oreja de menos. Ten paciencia, que ya te haré gobernador.
- La
tendré, señor, ya que me lo pedís. Pero ahora os ruego que os curéis esa oreja,
que suelta mucha sangre. En las alforjas llevo trapos y pomada. ¿Os duele?
- Más de
lo que me gustaría. Pero un caballero no puede quejarse.
Sancho sacó los trapos y empezó a curarle.
Cuando don Quijote vio su yelmo roto, puso
la mano en la espada y, alzando los ojos al cielo, dijo:
-
Juro que llevaré la vida de un caballero
andante ejemplar y valiente hasta que pueda ganarme otro yelmo como este o como
el del rey Mambrino, que hace invencible a quien lo lleva.
Fue ese día, o quizá algún otro, cuando,
al verlo muy cansado y triste, Sancho inventó para don Quijote el sobre nombre
de Caballero de la Triste Figura, que gustó mucho a su amo, aunque igual
hubiera podido llamarse Caballero de la Oreja Rota.
Luego montaron en sus cabalgaduras. El sol
se ocultó antes de lo que esperaban y tuvieron que acampar al aire libre.
Sancho lo sintió mucho, ya que prefería dormir bajo techo, pero don Quijote se alegró.
Dormir bajo las estrellas le hacía sentirse aún más como un auténtico caballero
andante.
Tomado
del libro: “Don Quijote de la Mancha”
Autor: Miguelde Cervantes
Adaptación
de:
V. Muñoz Puelles.
Dibujos
de:
M.A. Giner
Editorial: Algar, colección calcetines
ACTIVIDADES:
1.- El valiente don Quijote perdió una
oreja en feroz combate al romperse su YELMO, ¿Sabes que parte del cuerpo
protegía esta pieza de la armadura? Dibuja una armadura completa y dime qué era
y para qué se usaba.
2.- ¿Qué sobrenombre se inventó Sancho
para don Quijote? ¿Qué es un sobrenombre? Invéntate un sobrenombre para ti y tu
grupo de amigos.
3.- Seguro que no es la primera vez que
oyes hablar de don Quijote, escribe una aventura nueva para nuestro amigo.