Los libros del mes del Grupo Leo
en La Tiza
Artículo visto en:
Suplemento de Educación Infantil "La Tiza" 26-03-2014
Diario Información de Alicante con el Patrocinio de la Fundación CajaMurcia y COES
El silbo del dale - Antología
El autor: Miguel Hernández (Orihuela, 1910 - Alicante, 1942):
Infancia, adolescencia y primeros poemas
En Orihuela, un pequeño pueblo del Levante español, rodeada del oasis exuberante de la huerta del Segura, nació Miguel Hernández el 30 de octubre de 1910. Hijo de un contratante de ganado, su niñez y adolescencia transcurren por la aireada y luminosa sierra oriolana tras un pequeño hato de cabras. En medio de la naturaleza contempla maravillado sus misterios: la luna y las estrellas, la lluvia, las propiedades de diversas hierbas, los ritos de la fecundación de los animales. Por las tardes ordeña las cabras y se dedica a repartir la leche por el vecindario. Sólo el breve paréntesis de unos años interrumpe esta vidad para asistir a la Escuela del Ave María, anexa al Colegio de Santo Domingo, donde estudia gramática, aritmética, geografía y religión, descollando por su extraordinario talento. En 1925, a los quince años de edad, tiene que abandonar el colegio para volver a conducir cabras por las cercanías de Orihuela. Pero sabe embellecer esta vida monótona con la lectura de numerosos libros de Gabriel y Galán, Miró, Zorrilla, Rubén Dario, que caen en sus manos y depositan en su espíritu ávido el germen de la poesía. A veces se pone escribir sencillos versos a la sombra de un árbol realizando sus primeros experimentos poéticos. Al atardecer merodea por el vecindario conociendo a Ramón y Gabriel Sijé y a los hermanos Fenoll, cuya panadería se convierte en tertulia del pequeño grupo de aficionados a las letras. Ramón Sijé, joven estudiante de derecho en la universidad de Murcia, le orienta en sus lectura, le guía hacia los clásicos y la poesía religiosa, le corrige y le alienta a proseguir su actividad creadora. El mundo de sus lecturas se amplía. El joven pastor va llevando a cabo un maravilloso esfuerzo de autoeducación con libros que consigue en la biblioteca del Círculo de Bellas Artes. Don Luis Almarcha, canónigo entonces de la catedral, le orienta en sus lecturas y le presta también libros. Poco a poco irá leyendo a los grandes autores del Siglo de Oro: Cervantes, Lope, Calderón, Góngora y Garcilaso, junto con algunos autores modernos como Juan Ramón y Antonio Machado. En el horno de Efén Fenoll, que está muy cerca de su casa, pasa largas horas en agradable tertulia discutiendo de poesía, recitando versos y recibiendo preciosas sugerencias del culto Ramón Sijé que acude allí a visitar a su novia Josefina Fenoll. Desde 1930 Miguel Hernández comienza a publicar poemas en el semanario El Pueblode Orihuela y el diario El Día de Alicante. Su nombre comienza a sonar en revistas y diarios levantinos.
Primer viaje a Madrid y Perito en lunas
Poseído por la fiebre de la fama, en diciembre de 1931 se lanza a la conquista de Madrid con un puñado de poemas y unas recomendaciones que al fin de nada le sirven. Aunque un par de revistas literarias, La Gaceta Literaria y Estampa, acusan su presencia en la capital y piden un empleo o apoyo oficial para el "cabrero-poeta", las semanas pasan y, a pesar de la abnegada ayuda de un puñado de amigos oriolanos, tiene que volverse fracasado a Orihuela. Pero al menos ha podido tomarle el pulso a los gustos literarios de la capital que le inspiran su libro neogongorino Perito en lunas (1933), extraordinario ejercicio de lucha tenaz con la palabra y la sintaxis, muestra de una invencible voluntad de estilo. Tras este esfuerzo el poeta ya está forjado y ha logrado hacer de la lengua un instrumento maleable. En Orihuela continúa sus intensas lecturas y sigue escribiendo poesía. También sus amigos le preparan alguna actuación en público. En el Casino de Orihuela recita y explica su "Elegía media del toro". Otra vez, en abril de 1933, es en Alicante donde interpreta la misma elegía después de una docta charla de Ramón Sijé sobre Perito en lunas. La prensa local se hace eco del acontecimiento literario alimentando en el joven poeta el ansia y sed de celebridad.
Segundo viaje a Madrid
Un día, al salir de su trabajo, en una notaría de Orihuela, conoce a Josefina Manresa y se enamora de ella. Sus vivencias van hallando formulación lírica en una serie de sonetos que desembocarán en El rayo que no cesa (1936). Las lecturas de Calderón le inspiran su auto sacramental Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras, que, publicado por Cruz y raya, le abrirá las puertas de Madrid a su segunda llegada en la primavera de 1934. Allí se mantiene con un empleo que le ofrece José María de Cossío para recoger datos y redactar historias de toreros. En Madrid su correspondencia amorosa no se interrumpe y la frecuente soledad inevitable en la gran ciudad le hace sentir nostalgia por la paz e intimidad de su Orihuela. Las cartas abundan en quejas sobre la pensión, rencillas de escritores, intrigas, el ruido y el tráfico. Así es que en cuanto le es posible vuelve a su pueblo para charlar con los amigos, comer fruta a satisfacción y bañarse en el río. Aunque lentamente, va creándose en Madrid su círculo de amigos: Altolaguirre, Alberti, Cernuda, Delia del Carril, María Zambrano, Vicente Aleixandre y Pablo Neruda. Entre ellos trata de vender algunos números de la revista El Gallo Crisis, recién fundada por Ramón Sijé, pero tienen que constatar que ésta no gusta a muchos de sus nuevos amigos. Neruda se lo confiesa abiertamente: "Querido Miguel, siento decirte que no me gusta El Gallo Crisis. Le hallo demasiado olor a iglesia, ahogado en incienso". Ramón Sijé teme perder a su gran amigo para sus ideales neocatólicos, pero pronto tienen que constatar que el ambiente de Madrid puede más que los ecos de la lejana Orihuela. Pablo Neruda insiste en sus ingeniosos sarcasmos anticlericales: "Celebro que no te hayas peleado conEl Gallo Crisis pero esto te sobrevendrá a la larga. Tú eres demasiado sano para soportar ese tufo sotánico-satánico". Si Ramón Sijé y los amigos de Orihuela le llevaron a su orientación clasicista, a la poesía religiosa y al teatro sacro, Neruda y Aleixandre lo iniciaron en el surrealismo y le sugirieron, de palabra o con el ejemplo, las formas poéticas revolucionarias y la poesía comprometida, influyendo, sobre todo Neruda y Alberti, en la ideología social y política del joven poeta provinciano. Superada esta crisi, Miguel Hernández es ya un poeta hecho y comienza a crear lo más logrado y genial de su obra.
La Guerra Civil
El estallido de la Guerra Civil en julio de 1936 le obliga a tomar una decisión. Miguel Hernández, sin dar lugar a dudas, la toma con entereza y entusiasmo por la República. No solamente entrega toda su persona, sino que también su creación lírica se trueca en arma de denuncia, testimonio, instrumento de lucha ya entusiasta, ya silenciosa y desesperada. Como voluntario se incorpora al 5º Regimiento, después de un viaje a Orihuela a despedirse de los suyos. Se le envía a hacer fortificaciones en Cubas, cerca de Madrid. Emilio Prados logra que se le traslade a la 1ª Compañía del Cuartel General de Caballería como Comisario de Cultura del Batallón de El Campesino. Va pasando por diversos frentes: Boadilla del Monte, Pozuelo, Alcalá. En plena guerra logra escapar brevemente a Orihuela para casarse el 9 de marzo de 1937 con Josefina Manresa. A los pocos días tiene que marchar al frente de Jaén. Es una vida agitadísima de continuos viajes y actividad literaria. Todo esto y la tensión de la guerra le ocasionan una anemia cerebral aguda que le obliga por prescripción médica a retirarse a Cox para reponerse. Varias obritas de Teatro en la guerra y dos libros de poemas que han quedado como testimonio vigoroso de este momento bélico: Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1939).
El poeta en la cárcel
En la primavera de 1939, ante la desbandada general del frente republicano, Miguel Hernández intenta cruzar la frontera portuguesa y es devuelto a las autoridades españolas. Así comienza su larga peregrinación por cárceles: Sevilla, Madrid. Difícil imaginarnos la vida en las prisiones en los meses posteriores a la guerra. Inesperadamente, a mediados de septiembre de 1939, es puesto en libertad. Fatídicamente, arrastrado por el amor a los suyos, se dirige a Orihuela, donde es encarcelado de nuevo en el seminario de San Miguel, convertido en prisión. El poeta -como dice lleno de amargura- sigue "haciendo turismo" por las cárceles de Madrid, Ocaña, Alicante, hasta que en su indefenso organismo se declara una "tuberculosis pulmonar aguda" que se extiende a ambos pulmones, alcanzando proporciones tan alarmantes que hasta el intento de trasladarlo al Sanatorio Penitenciario de Porta Coeli resulta imposible. Entre dolores acerbos, hemorragias agudas, golpes de tos, Miguel Hernández se va consumiendo inexorablemente. El 28 de marzo de 1942 expira a los treinta y un años de edad.
La ilustradora: Paula Alenda (Alicante, 1975 - ):
En Orihuela, un pequeño pueblo del Levante español, rodeada del oasis exuberante de la huerta del Segura, nació Miguel Hernández el 30 de octubre de 1910. Hijo de un contratante de ganado, su niñez y adolescencia transcurren por la aireada y luminosa sierra oriolana tras un pequeño hato de cabras. En medio de la naturaleza contempla maravillado sus misterios: la luna y las estrellas, la lluvia, las propiedades de diversas hierbas, los ritos de la fecundación de los animales. Por las tardes ordeña las cabras y se dedica a repartir la leche por el vecindario. Sólo el breve paréntesis de unos años interrumpe esta vidad para asistir a la Escuela del Ave María, anexa al Colegio de Santo Domingo, donde estudia gramática, aritmética, geografía y religión, descollando por su extraordinario talento. En 1925, a los quince años de edad, tiene que abandonar el colegio para volver a conducir cabras por las cercanías de Orihuela. Pero sabe embellecer esta vida monótona con la lectura de numerosos libros de Gabriel y Galán, Miró, Zorrilla, Rubén Dario, que caen en sus manos y depositan en su espíritu ávido el germen de la poesía. A veces se pone escribir sencillos versos a la sombra de un árbol realizando sus primeros experimentos poéticos. Al atardecer merodea por el vecindario conociendo a Ramón y Gabriel Sijé y a los hermanos Fenoll, cuya panadería se convierte en tertulia del pequeño grupo de aficionados a las letras. Ramón Sijé, joven estudiante de derecho en la universidad de Murcia, le orienta en sus lectura, le guía hacia los clásicos y la poesía religiosa, le corrige y le alienta a proseguir su actividad creadora. El mundo de sus lecturas se amplía. El joven pastor va llevando a cabo un maravilloso esfuerzo de autoeducación con libros que consigue en la biblioteca del Círculo de Bellas Artes. Don Luis Almarcha, canónigo entonces de la catedral, le orienta en sus lecturas y le presta también libros. Poco a poco irá leyendo a los grandes autores del Siglo de Oro: Cervantes, Lope, Calderón, Góngora y Garcilaso, junto con algunos autores modernos como Juan Ramón y Antonio Machado. En el horno de Efén Fenoll, que está muy cerca de su casa, pasa largas horas en agradable tertulia discutiendo de poesía, recitando versos y recibiendo preciosas sugerencias del culto Ramón Sijé que acude allí a visitar a su novia Josefina Fenoll. Desde 1930 Miguel Hernández comienza a publicar poemas en el semanario El Pueblode Orihuela y el diario El Día de Alicante. Su nombre comienza a sonar en revistas y diarios levantinos.
Primer viaje a Madrid y Perito en lunas
Poseído por la fiebre de la fama, en diciembre de 1931 se lanza a la conquista de Madrid con un puñado de poemas y unas recomendaciones que al fin de nada le sirven. Aunque un par de revistas literarias, La Gaceta Literaria y Estampa, acusan su presencia en la capital y piden un empleo o apoyo oficial para el "cabrero-poeta", las semanas pasan y, a pesar de la abnegada ayuda de un puñado de amigos oriolanos, tiene que volverse fracasado a Orihuela. Pero al menos ha podido tomarle el pulso a los gustos literarios de la capital que le inspiran su libro neogongorino Perito en lunas (1933), extraordinario ejercicio de lucha tenaz con la palabra y la sintaxis, muestra de una invencible voluntad de estilo. Tras este esfuerzo el poeta ya está forjado y ha logrado hacer de la lengua un instrumento maleable. En Orihuela continúa sus intensas lecturas y sigue escribiendo poesía. También sus amigos le preparan alguna actuación en público. En el Casino de Orihuela recita y explica su "Elegía media del toro". Otra vez, en abril de 1933, es en Alicante donde interpreta la misma elegía después de una docta charla de Ramón Sijé sobre Perito en lunas. La prensa local se hace eco del acontecimiento literario alimentando en el joven poeta el ansia y sed de celebridad.
Segundo viaje a Madrid
Un día, al salir de su trabajo, en una notaría de Orihuela, conoce a Josefina Manresa y se enamora de ella. Sus vivencias van hallando formulación lírica en una serie de sonetos que desembocarán en El rayo que no cesa (1936). Las lecturas de Calderón le inspiran su auto sacramental Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras, que, publicado por Cruz y raya, le abrirá las puertas de Madrid a su segunda llegada en la primavera de 1934. Allí se mantiene con un empleo que le ofrece José María de Cossío para recoger datos y redactar historias de toreros. En Madrid su correspondencia amorosa no se interrumpe y la frecuente soledad inevitable en la gran ciudad le hace sentir nostalgia por la paz e intimidad de su Orihuela. Las cartas abundan en quejas sobre la pensión, rencillas de escritores, intrigas, el ruido y el tráfico. Así es que en cuanto le es posible vuelve a su pueblo para charlar con los amigos, comer fruta a satisfacción y bañarse en el río. Aunque lentamente, va creándose en Madrid su círculo de amigos: Altolaguirre, Alberti, Cernuda, Delia del Carril, María Zambrano, Vicente Aleixandre y Pablo Neruda. Entre ellos trata de vender algunos números de la revista El Gallo Crisis, recién fundada por Ramón Sijé, pero tienen que constatar que ésta no gusta a muchos de sus nuevos amigos. Neruda se lo confiesa abiertamente: "Querido Miguel, siento decirte que no me gusta El Gallo Crisis. Le hallo demasiado olor a iglesia, ahogado en incienso". Ramón Sijé teme perder a su gran amigo para sus ideales neocatólicos, pero pronto tienen que constatar que el ambiente de Madrid puede más que los ecos de la lejana Orihuela. Pablo Neruda insiste en sus ingeniosos sarcasmos anticlericales: "Celebro que no te hayas peleado conEl Gallo Crisis pero esto te sobrevendrá a la larga. Tú eres demasiado sano para soportar ese tufo sotánico-satánico". Si Ramón Sijé y los amigos de Orihuela le llevaron a su orientación clasicista, a la poesía religiosa y al teatro sacro, Neruda y Aleixandre lo iniciaron en el surrealismo y le sugirieron, de palabra o con el ejemplo, las formas poéticas revolucionarias y la poesía comprometida, influyendo, sobre todo Neruda y Alberti, en la ideología social y política del joven poeta provinciano. Superada esta crisi, Miguel Hernández es ya un poeta hecho y comienza a crear lo más logrado y genial de su obra.
La Guerra Civil
El estallido de la Guerra Civil en julio de 1936 le obliga a tomar una decisión. Miguel Hernández, sin dar lugar a dudas, la toma con entereza y entusiasmo por la República. No solamente entrega toda su persona, sino que también su creación lírica se trueca en arma de denuncia, testimonio, instrumento de lucha ya entusiasta, ya silenciosa y desesperada. Como voluntario se incorpora al 5º Regimiento, después de un viaje a Orihuela a despedirse de los suyos. Se le envía a hacer fortificaciones en Cubas, cerca de Madrid. Emilio Prados logra que se le traslade a la 1ª Compañía del Cuartel General de Caballería como Comisario de Cultura del Batallón de El Campesino. Va pasando por diversos frentes: Boadilla del Monte, Pozuelo, Alcalá. En plena guerra logra escapar brevemente a Orihuela para casarse el 9 de marzo de 1937 con Josefina Manresa. A los pocos días tiene que marchar al frente de Jaén. Es una vida agitadísima de continuos viajes y actividad literaria. Todo esto y la tensión de la guerra le ocasionan una anemia cerebral aguda que le obliga por prescripción médica a retirarse a Cox para reponerse. Varias obritas de Teatro en la guerra y dos libros de poemas que han quedado como testimonio vigoroso de este momento bélico: Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1939).
El poeta en la cárcel
En la primavera de 1939, ante la desbandada general del frente republicano, Miguel Hernández intenta cruzar la frontera portuguesa y es devuelto a las autoridades españolas. Así comienza su larga peregrinación por cárceles: Sevilla, Madrid. Difícil imaginarnos la vida en las prisiones en los meses posteriores a la guerra. Inesperadamente, a mediados de septiembre de 1939, es puesto en libertad. Fatídicamente, arrastrado por el amor a los suyos, se dirige a Orihuela, donde es encarcelado de nuevo en el seminario de San Miguel, convertido en prisión. El poeta -como dice lleno de amargura- sigue "haciendo turismo" por las cárceles de Madrid, Ocaña, Alicante, hasta que en su indefenso organismo se declara una "tuberculosis pulmonar aguda" que se extiende a ambos pulmones, alcanzando proporciones tan alarmantes que hasta el intento de trasladarlo al Sanatorio Penitenciario de Porta Coeli resulta imposible. Entre dolores acerbos, hemorragias agudas, golpes de tos, Miguel Hernández se va consumiendo inexorablemente. El 28 de marzo de 1942 expira a los treinta y un años de edad.
La ilustradora: Paula Alenda (Alicante, 1975 - ):
Licencia en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid, y estudia Ilustración en la Escuela de Artes y Oficios de Alicante. Ha realizado un curso de Diseño Gráfico en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo (Santander).
Ha realizados diferentes exposiciones individuales y ha recibido dos premios de pintura: Premio Antonio Barceló de Minicuadros 2001 y Mención Especial del Jurado del Premio de Pintura de la Universidad de Alicante (1999). En enero de 2007 participa en una exposición de ilustradores alicantinos junto a Pablo Auladell, Miguel Calatayud y Javier Sáez.
Desde 1998 trabaja como diseñadora gráfica, y emplea la ilustración como base en muchos de sus proyectos. Aplica la acuarela y otras técnicas en decoración de interiores, identidad corporativa, publicidad o diseño industrial.
Diseñadora, pintora, ilustradora... desde Alenda Inventa, su “fábrica de ideas”, han salido productos, diseños y composiciones que dan prueba fehaciente de la categoría profesional de Paula.
Citaremos, como botón de muestra: packaging para productos de cosmética y parafarmacia (Cimilift, Gamanol, Androferti...), decoración de espacios e interiores (restaurantes Tabulé y Yomy, Oh My Cut Peluquería, Cafetería 2 Sargantana...), identidad corporativa (Clínica Kranion, La Jarela Restaurante, Kosamui ropa...), diseño editorial (Publicaciones de la Universidad de Alicante), ilustración en prensa (Elle Deco) y textil (Democratia Surf Alliance), campañas de publicidad para empresas privadas (Rebeca Sanver, Nou Manolín, Clínica Kranion) y organismos oficiales (Animación a la Lectura para el Patronato Municipal de Cultura de Alicante, reforestación y concienciación ecológica para la Diputación de Alicante, Asamblea de Teatro, Ayto. de San Juan)...
Toda esta actividad no le impide dedicar parte de su tiempo a los más desfavorecidos, saliendo a relucir su faceta solidaria. En el año 2001 estuvo trabajando en Baní, una de las zonas con menos recursos al sur de la República Dominicana. A su regreso, decide crear una campaña de Navidad para continuar su colaboración desde la distancia.
Desde Alenda Inventa diseña y distribuye tarjetas de Navidad. La recaudación es remitida a la Orden de Hermanas Carmelitas que trabajan en Baní. Las actividades que desarrollan van encaminadas al fomento de la escolarización, la formación de jóvenes, el autoempleo de mujeres o la justa comercialización de los cafetales.
Gracias a la campaña de Navidad se han financiado varios proyectos en los centros ubicados en los barrios de Villa David y El Maní: mejoras en la higiene y ampliación de la biblioteca del colegio, aulas para talleres de mujeres, puesta en marcha de una guardería, compra de material (peluquería, costura, repostería, informática) para clases nocturnas a madres, aulas para formación de jóvenes, material para aula infantil... Paula ha pedido ayuda a otros ilustradores para elevar la calidad del proyecto y conseguir una mayor difusión. Contó con la colaboración, entre otros, de Pablo Auladell, Miguel Ángel Díez, Rafa Vivas.
Paula Alenda, ilustradora:
La obra de Paula se caracteriza por la madurez en el trabajo gráfico. Sus ilustraciones, suaves, sencillas, marcadas por la luz y los cálidos colores mediterráneos, consiguen una perfecta simbiosis con los textos a los que acompaña, fusionándose con ellos gracias al componente cromático y simbólico, logrando identificar a sus imágenes como parte integrante de la narración.
Su fuente de inspiración es cualquier cosa que le transmita belleza: una mancha, una lata de galletas, un estampado, una libreta... y manos a la obra, a darle forma a la idea surgida, siempre bajo unas condiciones anímicas óptimas: "Yo trabajo mejor si estoy contenta, tengo mi mesa ordenada y estoy rodeada de cosas que me gusta".
De sus dibujos ha dicho Antonio Ventura, editor, creador de cuentos y Comisario de las III Jornadas del Álbum Infantil Ilustrado: “La aparente ingenuidad que las define no debe confundirnos: no hay improvisación ni ausencia de rigor. Todo lo contrario: las figuras, construidas con un trazo y un 3 colorido premeditados, se enmarcan en unos espacios ausentes de escenarios, pero no por ello vacíos” .
Como ilustradora de literatura infantil ha publicado: La luna lleva un silencio (Anaya, 2005); Constantino hace llover (Edelvives, 2007); A las buenas y a las malas (Anaya, 2007); Óscar sabe muchas cosas (Everest, 2008), y El silbo del dale (Edelvives, 2009), esmerada edición en cartoné que reúne una antología de poemas de Miguel Hernández, dirigida al lector infantil y juvenil, con la que la editorial zaragozana se suma a la celebración del centenario del nacimiento del poerta oriolano.
Posteriormente cuenta ilustra –acompaña un texto de la también alicantina Antonia Ródenas- "Cuentos a la orilla del sueño. 26 sonrisas y una ilusión". Con esta publicación, coordinada por AntonioVentura, en la que intervienen 26 escritores y otros tantos ilustradores, la Fundación Theodora quiere celebrar el décimo aniversario de su nacimiento, y cuya recaudación servirá para financiar las visitas que los “doctores sonrisa” (payasos, magos, actores, malabaristas... que durante nueve meses reciben formación sanitaria en la Escuela de Enfermería de La Paz) realizan a más de una veintena de hospitales españoles, entre los que se encuentran los de Alicante y Elche.
Argumento:
Miguel Hernández, uno de nuestros poetas más populares, es también un ejemplo de compromiso del intelectual con la sociedad de su tiempo. Su obra, en la que denuncia las injusticias y defiende los derechos y libertades de las personas, lo ha convertido en uno de los referentes de la poesía social española y de la generación del 36. Los versos de: «El niño yuntero», «Nanas de la cebolla» o «Llegó con tres heridas» forman ya parte de nuestra tradición cultural. Las acuarelas de la alicantina Paula Alenda, con sus formas ingenuas y sus colores cálidos, claramente mediterráneos, acompañan la fuerza vital y simbólica de esos poemas.
La Tiza de la Lectura. Leo, leo, que me animo a leer.
Un cuento:
El silbo del dale - Antología
Que como el sol sea mi verso
más grande y dulce cuanto más viejo.
...............................................................
Nuestro querido poeta de Orihuela Miguel Hernández murió un 28 de marzo
de 1942. Queremos en esta última semana de marzo acordarnos de él y sobre todo,
que los niños y jóvenes disfrutéis de sus poemas.
Leyendo
Un ciprés: a él junto, leo.
(El sol va acortando poco
a poco su fulgor loco.
Preludia un ave un gorjeo).
Me acuesto en la hierba. Leo.
(Es el poniente de hoguera:
contra él una palmera
tiene un débil
cabeceo)
Echo el ojo al hato. Leo
(Da el sol un golpe mayúsculo
a una montaña…
Crepúsculo.
Se oye de un agua en chorreo).
Me pongo sentado. Leo
(La muriente luz se enjambra
fingiendo una gran Alambra
de mármol cristaloideo).
(Trunca el ave su gorjeo.
Por el oriente descuella
La noche.
¿Nace una
estrella?).
No quedan luces…No leo
La cabrita
En cuclillas, ordeño
una cabrita y un sueño.
Glú, glú,glú,
hace la leche al caer
En el cubo. En el tisú
celeste va a amanecer.
Glú, glú,glú. Se infla la espuma,
que exhala
una finísima bruma.
(Me lame otra cabra , y bala).
En cuclillas, ordeño
una cabrita y un sueño.
Hoy es un colegio
Hoy el día es un colegio
musical. Más de un billón
de aves cantan la lección
de armonía que el egregio
profesor Sol les señala
desde su sillón cobalto,
dando vueltas en lo alto
con un libro abierto: el ala.
Llegó con tres heridas:
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida
la de la muerte,
la del amor.
No puedo olvidar
No puedo olvidar
que no tengo alas,
que no tengo mar,
vereda ni nada
con que irte a besar
más grande y dulce cuanto más viejo.
Fragmento del libro: El silbo del dale
Autor: Antología de Miguel Hernández
Ilustrador: Paula Alenda
Colección: Adarga +10
Editorial: Edelvives
Autor: Antología de Miguel Hernández
Ilustrador: Paula Alenda
Colección: Adarga +10
Editorial: Edelvives
ISBN: 9788426371249
Actividades:
- Transforma el poema “Leyendo” en una narración y cuenta lo que se nos dice en él.
- Ilustra con un hermoso dibujo el poema “ La cabrita”, luego con tres o cuatro compañeros dramatiza el poema.
- Aprende el poema “ Llegó con tres heridas” y entre tres compañeros o compañeras rapearlo delante de vuestra clase.
- Haced un grafiti en una tira de papel continuo con estos versos de Miguel Hernández y poned la tira en un pasillo de vuestro cole: Que como el sol sea mi verso / más grande y dulce cuanto más viejo.
- Escribe un poema de tu invención, ilústralo. Envíalo acompañada de un dibujo al Grupo Leo. Escribid vuestro nombre, apellidos, curso, colegio y nº de teléfono o e-mail:
Grupo Leo
Apartado 3008
03080 Alicante
o por e-mail a: grupoleoalicante@gmail.com
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grupoleo@terra.com
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