Seguimos publicando los cuentos y poemas de los finalistas de nuestro XXVI Concurso Literario. Esta semana le toca a la Cuarta Categoría (5º y 6º de Educación Primaria). Si queréis leer vuestros cuentos o poemas aquí en La Tiza o en nuestro blog, ya sabéis que nos los tenéis que enviar a nuestro correo, que está al final de la página
DEL ODIO AL AMOR
Un día Luna, la líder de
los gatos, cogió “prestado” el hueso dorado de Mateo, el líder de los perros.
AI no devolvérselo estalló la guerra entre ellos. Lo que nadie sabía era el
verdadero motivo del robo...
Desde ese día, la guerra aún continúa.
Los humanos dejaron la Tierra muy
deteriorada. Además apesta, pues no cesaban
los lanzamientos de bolsas nucleares
de excrementos de perro. Los gatos no aguantaban más y Luna no sabía bien qué hacer.
-
Señora
Luna, se ha infiltrado un perro en la base
central y... ¡ha robado el ovillo ancestral! —
le dijo uno de sus centinelas.
Luna no se lo podía creer, los perros les habían hecho una emboscada.
-
Rápido, cerrad todas las puertas, lo pillaremos por sorpresa — dijo
Luna, segura de sus palabras.
Mateo estaba a punto de
salirse con la suya, pero Luna y sus gatos
lo rodearon. Una gota de sudor
cayó sobre su frente. Los gatos de Luna
sacaron sus garras, listas para la batalla.
-
Si me devolvéis mi hueso os doy el ovillo — dijo Mateo desafiante.
-
Nunca devolveremos ese hueso, lo necesitamos. En cambio, tú no necesitas nuestro ovillo. — dijo uno de los gatos.
-
¡Basta! — dijo Luna.
Todos los gatos se quedaron en silencio.
-
Te daremos el
hueso —
continuó Luna.
Ahora hablamos el mismo idioma — dijo Mateo con avaricia.
Y los dos
intercambiaron sus posesiones más valiosas.
Cayó la noche y a Luna
le entraron ganas de dar un paseo, ya que había
luna Ilena. Se quedó mirando la
luna, recordando que sus padres le pusieron su mismo nombre por su gran
admiración.
En ese momento, se escuchó una voz de perro que decía:
-
No sé qué hacer, ocultarlo o decírselo
a alguien... - dijo Mateo. Luna, intrigada, se acercó más
para escucharlo mejor.
-
iAh! Luna, eres tan bella y atrevida... No sé cómo podré
seguir ocultando que estoy enamorado de
ti — continuó Mateo.
Luna se quedó perpleja al
escuchar sus palabras y, sin darse cuenta, se sonrojó muchísimo.
-
Pero sé que nuestro amor no podrá funcionar, aunque me quisieras
— dijo Mateo con tristeza.
En ese momento, Mateo se bajó del tejado y se topó
con Luna.
-
¿Eso que has dicho es verdad?
— le preguntó Luna con timidez.
-
Palabra por
palabra —
le contestó Mateo con
total sinceridad.
-
Bueno, quizás lo nuestro funcione, pues yo también
siento algo por ti
— dijo Luna.
-
¡Podemos intentarlo! — dijo Mateo.
Desde ese instante comenzaron una
relación en secreto, aunque era difícil y los gatos y los perros empezaron a
sospechar pues todas las noches iban a los
tejados donde antiguamente vivían los humanos. Pasaban toda la noche juntos,
hasta que salía el sol y los dos volvían a sus
hogares.
-
¿Crees
que deberíamos contarles a los demás lo nuestro? — le preguntó una noche Mateo a Luna.
-
No
sé... ¿no es un poco pronto? Solo llevamos un mes juntos y puede que se lo
tomen mal — dijo Luna preocupada.
Mateo
intentó muchas veces convencer a Luna, pero sus esfuerzos fueron en vano y continuaron con su relación sin que se enteraran los
demás. Así fue hasta que un día de primavera, una gata Ilamada Lola, que
vigilaba el muro, vio a Mateo y a Luna agarrados de las patas. Alarmada, se fue corriendo a decírselo a los demás:
-
¡No os lo vais a creer!
— dijo Lola sin aliento.
Les contó lo que había
visto y todos se quedaron asombrados con los
ojos abiertos como platos.
Mientras tanto, Luna y Mateo estaban discutiendo sobre lo mismo,
si decirlo o no a los demás. Mateo
le hizo una pregunta a Luna:
¿Para qué necesitabas el hueso?
A Luna le pilló por sorpresa
la pregunta de Mateo, pero le contestó:
-
Lo necesitábamos para arreglar la Tierra.
Estábamos inventando un dispositivo de limpieza automático. Nos dimos cuenta de
que necesitábamos oro para que funcionase. No
podíamos encontrarlo en las minas pues está muy profundo y no somos capaces de desenterrarlo. Tu hueso está hecho de oro,
por eso lo necesitábamos.
Por
qué no me lo habías dicho antes, si lo hubiese sabido os hubiera dejado
quedároslo más tiempo — le dijo Mateo.
Pasaron las horas, estaba a
punto de amanecer y tenían que despedirse antes de que los pillaran.
Cuando Luna llegó al
cuartel general, los gatos la esperaban con cara de pocos amigos. Luna
extrañada les preguntó:
¿Qué os pasa? Estáis
muy raros...
La rara eres tú, no me lo puedo
creer — le dijeron ellos.
-
No te hagas la tonta, estás saliendo con el enemigo
— espetó uno de los gatos.
Luna, se dio cuenta que no podía ocultarlo por más tiempo y les dijo la verdad:
-
Es verdad, estoy saliendo con Mateo, pero qué puedo hacer, así es el amor
y no voy a dejarlo porque vosotros lo
digáis.
Han pasado dos años desde entonces y
Luna y Mateo están a punto de ser padres. AI
final, todos acabaron
aceptando su relación y la Tierra mejoró mucho con la paz que instauraron. Sin olvidar que una nueva especie estaba por nacer...
Colegio Fundación Antonio Bonny, El Campello
LA
HISTORIA DE SANTIAGO
Santiago quería apuntarse a un equipo
de fútbol y fue a hacer las pruebas del equipo del barrio. Estaba muy nervioso
y por eso, no le salieron tantos regates como él sabía, ni hizo buenos pases.
Su abuela, que fue quien llevó a Santiago a las pruebas, le dijo:
-¡No te pongas nervioso! Demuestra lo
que tú sabes.
Entonces Santiago empezó a hacerlo
mucho mejor y con la confianza de su abuela hizo al final unas pruebas
espectaculares.
Cuando terminó el entrenamiento,
resultó que el entrenador no se había fijado apenas en Santiago, ya que lo
había hecho sólo con los niños que iban bien uniformados, con botas buenas y
nuevas. De hecho, cuando Santiago marcaba, el entrenador no se alegraba, en
cambio, cuando lo hacían los otros, sí. Por ello, como no se había detenido a
ver jugar a Santiago, no lo quiso fichar.
No obstante, el segundo entrenador sí que se había fijado en él y le quiso fichar. Entonces, los dos entrenadores al no ponerse de acuerdo, discutieron.
Finalmente, el segundo entrenador le
dijo a Santiago que fuese a probar al equipo del barrio de al lado, el Fan Fest
Argentino, que él le iba a recomendar. Allí sí que vieron lo bueno que era y el
futuro que tenía y lo ficharon.
Pasado el tiempo, una vez empezada la
liga, más o menos a mitad del campeonato, se enfrentaban el equipo que no le
quiso fichar y en el que jugaba Santiago.
En el partido, Santiago metió un
"hat-trizk", regateó muy bien a todos los jugadores contrarios y
gracias a él, ganaron el partido en el último minuto. Quedaron 3-2. Cuando
terminó, el entrenador que le rechazó al principio, habló con él y con su
abuela para ficharle, pues dijo que se había equivocado y que sí que era muy
bueno. A lo que Santiago le respondió:
No confiaste en mí por mi apariencia,
así que me quedo en el equipo que sí que lo hizo y con la gente que me apoyó
desde el principio, sin importar cuánto dinero tenía.
Años después, debutó con el River
Plater, equipo muy importante en Argentina, y el entrenador que confió en él se
convirtió en su representante. Mientras tanto, el que pasó de Santiago y que no
le quiso fichar al principio, sintió una envidia tremenda y se arrepintió mucho
de aquella decisión.
Colegio Nazaret, Alicante
ACTIVIDAD
Escribe un cuento o poema
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