El libro
favorito de Gregorio está a punto de salir a la venta y él está entusiasmado.
Pero un día, tras humillar a su primo en clase, su padre le castiga sin leer un
mes. Gregorio no se lo puede creer, aunque se promete a sí mismo que cumplirá
su castigo. Eso sí, con la ayuda de su abuelo –dueño de la librería El Gran
Lector– y su amiga Camelia podrá descubrir las aventuras que esconde su libro
favorito sin romper su promesa...
El autor:
Santiago García-Clairac es un escritor, ilustrador y publicista español.
Nació en Mont-de-Marsants (Francia) el 7 de julio de 1944. Terminados sus
estudios de Publicidad, empezó a trabajar en lo que más le gustaba, como
historietista y publicó sus primeros cómics.
A partir de 1976 empezó a trabajar como creativo
publicitario, colaborando con varias agencias. Desde entonces ha creado,
escrito y dirigido anuncios publicitarios, cortometrajes y videoclips, además
de escribir guiones para medios audiovisuales. Algunos de sus trabajos en este
campo han recibido diferentes premios como, por ejemplo, el anuncio Avión en
la Castellana de Repsol, con el que entró en el Record Guinnes por el
rodaje más espectacular. También ha sido el responsable de storyboards para
algunos largometrajes, como El penalti más largo del mundo y El club
de los suicidas.
Comenzó a publicar en 1994, centrado sus creaciones en
el ámbito de la literatura infantil y y la literatura juvenil de género
fantástico. En 1995 obtuvo el accésit del Premio Lazarillo con El niño que
quería ser Tintín. En su obra destaca la serie de aventuras de Maxi,
editada en la colección El Barco de Vapor de SM, y sus novelas juveniles de
género fantástico, como la trilogía El ejército negro o Las Crónicas de Mort.
Combina su labor como escritor e ilustrador con la de
profesor de Publicidad en el Instituto de Formación Empresarial de Madrid.
La ilustradora:
Adriana Santos nació en Sevilla ciudad donde, estudia en
la Facultad de Bellas Artes en la especialidad de Diseño y Grabado.
Durante muchos años se
dedica al diseño gráfico y de ahí pasa a la ilustración infantil, y en ello
está actualmente.
La agencia de
ilustración Advocate
Art tiene la suerte de
representarla y ha ilustrado libros de Albert Whitman & Company (Illinois),
Scholastic Inc. (New York), Algar Editorial (Alcira, Valencia), Edicions
Bromera (Alcira, Valencia), Anaya (Madrid), entre otras editoriales, además de
alegrar las publicaciones de instituciones como el Museumkwartier (visita al
Barrio de los Museos de Ámsterdam) o de la Junta de Andalucía.
¡CASTIGADO SIN LEER!
-¡Castigado
sin leer!-repite. -Pero papá, si no leo me voy a morir- -Hay mucha gente que no
lee y no le pasa nada, ¿sabes?- puntualiza mi tío-.
-¿Cuándo
nos has visto tú a nosotros con un libro en las manos? -¡Nosotros no somos como
el abuelo! –dice mi prima Camelia--. ¡Solo piensa en la lectura! ¡Por eso no
tiene dinero!
-¡El
abuelo Gregorio y su horrible librería!- refunfuña mi tía-. ¡Ojala cierre esa
tienda de una vez por todas! ¡Ojala se deje de tantas fantasías! ¡Ya se podía
haber ocupado más de sus hijos!
-Pero,
primo Fran, el profesor solo quería que leyéramos en voz alta. Yo solo…
-¡Es
que has leído demasiado bien! -exclama-. ¡El profesor te ha puesto como
ejemplo! ¡He quedado muy mal por tu culpa!
Entro
en mi habitación, el único lugar en el que me encuentro seguro. Aquí tengo
todos mis libros. Me acuesto e intento dormir, pero no puedo. Cada vez que
pienso que no voy a poder leer durante un mes, me pongo nervioso. Y lo peor es
que El caballero solitario está a
punto de salir. -¿Es el Caballero solitario?- pregunta el recién llegado, que
es una chica.
-Me
llamo cristal y soy nueva en el barrio. Te lo dejaré hasta el sábado. Pero con
una condición… ese día convocaré a algunos lectores [en la librería] y les
leerás el primer capítulo.
La
lectura ha durado apenas 15 minutos, pero da la impresión de que llevamos aquí
mucho más tiempo. Cuando estás escuchando algo apasionadamente, pierdes la
dimensión del tiempo.
-Esta
chica es lo más parecido a un libro-digo.
-Estás
más enamorado de lo que creía- se burla [su amigo Hugo]-. Acabas de caer en sus
redes, chaval.
-[Cristal]
¿te apetece acompañarme a la librería de mi abuelo? Voy a ayudarle a hacer
balance de existencias. -Si no hago pronto este balance, tendré
problemas-reconoce [el abuelo]-. Tu padre y tu tío han decidido cerrar la
librería.
-Mis
hijos no ven con buenos ojos este negocio-explica el abuelo-. Uno odia la
lectura y el otro está dominado. -Lo peor es que el tío Francis quiere que sus
hijos sigan su camino-digo-. Les ha transmitido el odio por la lectura. Ni
Camelia ni Fran han comprado un libro en su vida. -¿Cómo se hizo usted
librero?-pregunta Cristal
-Mi
padre Se aficionó a los libros y me transmitió su pasión. He leído a todos los
autores, conozco el nombre de todas las editoriales, estoy al día de todos los
tipos de letras, las clases de papel…pero ya ves, no me sirve de nada. Al final
tendré que cerrar.
-Pero
¿por qué el tío Francis rechaza la lectura? Nunca he visto tanto odio hacia los
libros. -Tú padre y tu tío eran amantes de la lectura, como tú. Ella [la abuela]
les inculcó el hábito de leer. Pero, un día, Francis cambió de rumbo. Dejó de
leer de un día para otro e influyó a tu hermano Gregorio. Una actitud
inexplicable. Lo cierto es que, desde que dejó de serlo, se fue volviendo más
duro, implacable y autoritario. Fue como si hubiera construido una muralla
entre él y el mundo. Entre él y yo, sobre todo.
Cristal
y yo estamos en la calle, frente a la librería. Hemos visto entrar a mi padre y
al tío Francis, que, ahora, están hablando con el abuelo.
-¿Qué
ha pasado?
-Pues
están empeñados en cerrar la librería-explica-. Ya os dije que querían poner un
local de ocio. Un gran local recreativo, con máquinas de videojuego y todo eso.
Dicen que el negocio de los libros es antiguo y está desfasado. Solo piensan en
el dinero.
-Escucha,
abuelo –digo-. ¡Tenemos un plan para salvar la librería ¡El Gran Lector!
-Espero
que tengas una buena idea-me dice el abuelo, si esto sale mal, lo vamos a pagar
muy caro.
-No
tengo ningún plan, abuelo. He recibido una llamada.
-¿de
quién?
-Anónima.
-¿Me
he negado a firmar esos documentos por una llamada anónima?-pregunta.
-Sí,
abuelo. Una llamada de una amiga desconocida.
-Ya,
ahora estoy más tranquilo- dice en tono irónico-. Me reconforta mucho saber que
tenemos una amiga desconocida que puede ayudarnos…Y luego dicen que la
literatura es más fantasiosa que la realidad.
-Esto
parece una novela policíaca- dice Hugo- ¡llamadas anónimas!
-Sí,
igual que tu acertijo… ¿a qué viene esa tontería? ¿Vas a decirme de una vez qué
había en el bolso de mi prima Camelia? -Pero
ahora hay que ocuparse de esto…Venga, vamos a trabajar…
Se
acerca a la mesa del abuelo, mira con cariño la fotografía de la abuela, saca
su teléfono móvil y hace una llamada.
-¿Luisa?
Hola, soy Camelia… Estoy en la librería de mi abuelo y veo que tiene libros
estupendos. ¿Por qué no te das una vuelta por aquí? Claro, ahora… ¡Ah, y llama
a Isa, a Maria José, a Susi…! Que vengan con sus chicos…Sí, os espero…
-Bueno,
mañana hablaremos de todo esto –dice-. Espero que te lo pases bien con el
libro.
-Por
fin voy a leerlo. No creo que duerma en toda la noche.
-Te
lo mereces. Te has ganado el derecho a leerlo. Te va a encantar.
Se
acerca y me da un beso. Después, se gira y se marcha.
Mientras
la observo, aprieto el libro con fuerza y me acuerdo de lo que ha contado el
abuelo sobre eso de que los libros hacen recordar a las personas que amas.
Si
es verdad, me acordaré de ella. De ella y de la abuela… y de esta historia…
Tomado
de:
¡Castigado sin leer!
Autor:
Santiago García-Clariac
Dibujos
de:
Adriana Santos
Editorial:
Algar (Colección Calcetín Rojo)
ACTIVIDADES
1.
En esta historia aparece lo duro que es para el protagonista estar castigado a
no leer. Lee el libro anotando en una columna lo que aparece como positivo de
la lectura en la historia como: disfrutar con la fantasía y la intriga,
sentirte seguro, sentir pasión leyendo historias, desarrollar la curiosidad, recordar a las personas que
amas…; Y al lado otra columna con lo que aparece como negativo, como: no
preocuparte por el dinero, olvidarte de los que te rodean mientras lees,… Añade
a las listas lo que tú o las personas a las que preguntes opinéis. Después de
hacer este trabajo a qué conclusión llegas ¿es un castigo que te prohíban leer?
¿Conoces alguna época de la historia en la que leer estuviera prohibido o en la
que no se enseñara a leer? Pregunta en clase.
2.
En la historia el abuelo tiene una librería y habla de autores, de editoriales,
de tipos de letras, de clases de papel. ¿Qué librerías de Alicante conoces?
¿Qué es una editorial, para qué sirve? Haz una búsqueda en internet sobre tipos
de letras y de papel, trata de identificarlos en libros de la biblioteca de tu
colegio, aula o en tu casa.
3.
En la historia hay dos bandos, los que les gusta leer y los que no. Pero todo
no es lo que parece. A veces, escondemos lo que nos gusta y mentimos para ser
aceptados por nuestra familia o nuestros amigos/as. Discute en clase sobre si
podemos mostrarnos tal y como somos y defender nuestras opiniones o tenemos que
mentir para ser aceptados por las demás personas.
4.
Imagina cuál puede ser el plan para salvar la librería El Gran Lector y escribe
un cuento o poema sobre eso. Envíalo por correo postal y acompañado de un
dibujo y de tu nombre, apellidos, curso y colegio a:
Grupo
Leo
apartado
4042
03080
ALICANTE