miércoles, 18 de diciembre de 2024

Érase una vez… ¡Tu relato!

Alumnos y alumnas de 1º de la ESO del Colegio Sagrada Familia de Alicante hemos participado en un proyecto titulado Érase una vez… ¡Tu relato!, que ha sido organizado por la asignatura de Lengua. Compartimos con los lectores del Grupo Leo algunos de nuestros relatos y deseamos que disfrutéis de su lectura.

 EL BOSQUE PERDIDO


En un pequeño pueblo escondido entre las colinas, llamado Azmora, vivían unas pocas familias, no más de treinta casas dispersas entre las montañas. Aquel lugar parecía detenido en el tiempo con su iglesia antigua, cuyas campanas resonaban con fuerza en la quietud de la región. A su alrededor un extenso bosque se extendía hasta donde alcanzaba la vista, un lugar de leyendas y misterios que los habitantes preferían evitar.

Las personas de Azmora hablaban del bosque como si alzar la voz pudiera atraer su oscura magia. Decían que quien entraba en él no volvía a ser el mismo o, peor aún, que no regresaba.

Un joven llamado Javier siempre sintió una extraña atracción hacia ese misterioso lugar. Era curioso y soñador, dos cualidades que no siempre encajaban en un pueblo pequeño y reservado. Sus padres le habían advertido que no se adentrase en el bosque, pero las historias no le atemorizaban; al contrario, parecían llamarlo con gran fuerza.

Una noche de invierno, cuando la luna llena iluminaba el pueblo, Javier decidió que era el momento. Se levantó en silencio, agarró una linterna y una antigua brújula que pertenecía a su abuela y se dirigió al bosque. Con cada paso que daba entre los árboles, el silencio se volvía más fuerte, como si el bosque estuviera encantado. Todo parecía hundido en una calma inquietante.

Después de caminar durante horas, Javier comenzó a oír un murmullo. Al principio pensó que era su imaginación, pero cuanto más avanzaba, más se escuchaba. Parecían voces susurrantes que hablaban en un idioma desconocido. La curiosidad le impulsó a seguir adelante. De pronto, en medio del bosque encontró un lago nítido, pero con un fuerte hedor, cuyas aguas oscuras reflejaban el cielo nocturno.

Las aguas del lago comenzaron a agitarse y una figura apareció: era una mujer de pelo largo, con ojos profundos como el lago. Ella lo miró con una mezcla de tristeza y compasión.

-¡Hola! ¿Hay alguien aquí? -preguntó Javier.

-Te hemos estado esperando, Javier -dijo la mujer con una voz suave, pero grave.

Javier no sabía qué responder y dijo: -¿Quién eres?

-Soy el espíritu de este lugar -respondió la mujer- la memoria de aquellos que estuvieron aquí mucho antes que tú y de los que no regresaron. Somos voces que el tiempo nos ha dejado atrás.

Javier sintió recorrer un cosquilleo por todo su cuerpo. De inmediato comprendió que había algo más que un bosque, algo que los vecinos intuían, pero no sé atrevían a comprender. Los ‘’olvidados’’ eran aquellos que, según las historias, habían cruzado la frontera del bosque y nunca volvieron. La mujer del lago era el reflejo, el eco de las almas atrapadas.

La mujer extendió su mano, que parecía emerger del agua como si fuera tangible. Javier, sin poder resistir, tomó su mano y en ese instante una oleada de recuerdos ajenos inundó su mente.

Nunca más se supo de Javier, pero dicen que en las noches de luna llena el susurro de las personas se sigue escuchando en todo el bosque y en el pueblo de Azmora.

Cecilia Escribano Fernández 1º ESO B

 

EL GATO MISIFÚ Y LOS VIAJES EN EL TIEMPO


En este mismo instante estoy muy cerca de presenciar una imagen histórica. Tengo delante de mí a los antepasados de Julio César, Cristóbal Colón y Albert Einstein ¡hablando con un gato!

Pero bueno, volvamos al presente. Soy Miguel, Miguel Delgado y tengo 315 años. Sé que ahora tendrás muchas dudas, pero te las resolveré más adelante.

En mi época soy un científico y he inventado un suero que permite vivir eternamente a cualquiera. También he inventado las máquinas temporales. Hoy me dispongo a utilizar una para viajar al pasado, en concreto, al año 8000 A.C en el antiguo Egipto. Os preguntaréis para qué la quiero ¿verdad? Es para descubrir quién inventó el colegio. Perfecto, estoy dentro, selecciono el año y...

¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAH! ¡TODO ME DA VUELTAAAAS! Bueno, uff, después de un viaje muy movidito ¡Ya he aterrizado! Me dispongo a abrir la puerta y... ¡Estoy enfrente de una pirámide! Eso significa que he llegado con éxito. Después de andar un cuarto de hora aproximadamente, me encuentro una gran casa con gente dentro. Me pregunto qué harán.

- Hola, buenas, soy Miguel- dije yo.

- ¿Qué haces tú aquí?- me preguntó el desconocido.

- Vengo en son de paz. ¿Cómo se llama usted?- le pregunté.

- Yo soy Mariano César y ellos son mis amigos Carlos Colón, Pedro Einstein y el gato parlante Misifú- respondió.

Antes de que lo preguntes, sí, son los antepasados de Julio César, Cristóbal Colón y Albert Einstein, pero lo que más me extrañó fue lo del gato parlanchín, pero no le di mucha importancia.

- ¿Qué hacen aquí reunidos?- les pregunté.

- Pues hemos inventado un sistema educativo para que los niños no sean analfabetos y aprendan a leer y escribir. En este momento le estamos buscando un nombre- dijo Misifú.

En este mismo instante estoy muy cerca de presenciar una imagen histórica. Tengo delante de mí a los antepasados de Julio César, Cristóbal Colón y Albert Einstein ¡hablando con un gato!

El gato Misifú se giró y me dijo:

-Muchas felicidades, gracias a ti nuestro invento se llamará “colegio”.

Y así terminó la aventura.

Miguel Delgado Ortiz 1º ESO B

 

EL HOSPITAL ABANDONADO

Hacía mucho tiempo… bueno, no tanto, había un pueblo llamado Villa Spot. No era un pueblo muy conocido, debido a que estaba más alejado de los otros. Hacía unas semanas una nueva familia se acababa de mudar a Villa Spot y en ella se encontraban nuestros protagonistas, los gemelos Mario y Marina.

La casa, a primera vista parecía vieja. A Mario y Marina no les hacía mucho entusiasmo mudarse, no solo porque fuera fea, sino porque extrañaban su antigua casa y a sus amigos. A pesar del disgusto, le decidieron dar una oportunidad.

Aunque fueran gemelos, parecían dos personas distintas cuando hablábamos de la personalidad. Marina era una chica tranquila, soñadora, empática y creativa; en cambio, Mario era un chico extrovertido, hablador, travieso y sociable, eso sí, también era muy inteligente.

Mientras sus padres terminaban de instalarse en la casa, los gemelos decidieron salir a explorar el nuevo pueblo. A medida que caminaban, iban hablando de cómo se imaginaban su nueva vida en el pueblo. Mario iba emocionado y, sin darse cuenta, se desvió y tropezó con una rama de un árbol. En ese momento, un hombre alto, barbudo, con ojos pequeños, que usaba gafas y parecía una especie de médico por la gran bata blanca que llevaba encima, se ofreció a ayudarlo a levantarse, pero su voz era muy grave. Mario se asustó y salió corriendo a meterse en cualquier casa que se encontrara. No veía con claridad y el dolor de la rodilla era cada vez mayor.

Sin darse cuenta, estaba dentro de un viejo hospital al que había confundido con una casa para esconderse, se sentó a recuperar el aire y se dio cuenta de que había perdido de vista a aquel hombre y se quedó más tranquilo. Le sangraba la rodilla, así que decidió buscar algo para curarse, después de todo aquello era un hospital. Se apoyó en una pared y una gran puerta se abrió. Un gran pasillo apareció detrás de la puerta, Mario pensó que se trataba de un acertijo y decidió aventurarse. Dio tres pasos y una ráfaga de viento le pasó por enfrente, pero no había sido una ráfaga de viento normal, le había parecido que tenía forma de animal y brillaba. Siguió la dirección por donde se dirigía y se dio cuenta de que tenía razón, aquello era… ¡un perro fantasma!

El perro dio un salto de miedo y el niño le demostró que no le iba a hacer nada para que confiara en él. No había tiempo de dar explicación a aquella criatura y, al parecer, el perro conocía el lugar y cómo guiarse bien. Llegaron a una sala sin salida, o eso pensaba Mario. El perro lo agarró del brazo y traspasaron la pared. Llegaron a una especie de laboratorio y escucharon a alguien murmurar…

¡Era el hombre de antes! Mario se fijó en que tenía una chapa plateada agarrada a la gran bata blanca que decía: “Doctor Wisdom”. Al fondo, escucharon a una niña gritar pidiendo ayuda, estaba atada de arriba abajo sobre una superficie plana que le impedía moverse, era Marina y estaba atrapada por Wisdom.

Cuando el doctor estaba a punto de inyectarle una especie de aguja con un líquido verde, Mario y el perro saltaron sobre él y la aguja salió disparada hacia el brazo de Wisdom. El niño y el perro se apartaron, Wisdom comenzó a gritar como un loco y a moverse de lado a lado mientras el extraño líquido le hacía efecto y en un abrir y cerrar de ojos se había encogido hasta explotar. Nunca se supo más de él.

No sabemos si la historia acaba aquí…

Noa Fraile Jurado 1º ESO B

ACTIVIDAD

Escribe un cuento o poema con dibujo y envíalo por email a:

grupoleoalicante@gmail.com

No olvides poner tu nombre y apellidos, curso, y colegio. Será publicado en nuestro BLOG y en el suplemento La Tiza del Periódico Información



miércoles, 11 de diciembre de 2024

En el IES Gran Vía reflexionan sobre la FIDELIDAD

 LA FIDELIDAD

El alumnado del IES Gran Vía de 3º de la ESO han trabajado con su profesora Suna los cuentos del “Decamerón” de Giovanni Boccaccio. Cien cuentos escritos entre 1351 y 1353 que tratan temas tan importantes como el amor, la inteligencia humana, la fortuna, etc. Entre estos cuentos el alumnado se ha fijado en el concepto de la infidelidad y entendiendo como una cualidad positiva lo contrario a ella, por ello os presentamos este trabajo, ¿qué es la fidelidad?

 

 

La fidelidad es la lealtad y el compromiso hacia alguien o algo. En las relaciones, ser fiel significa estar siempre ahí para las personas que amamos, apoyarlas y no traicionarlas. La fidelidad genera confianza y fortalece la conexión con nuestros amigos, familiares o parejas. Además, en la vida, también podemos ser fieles a nuestras ideas y valores, lo que nos ayuda a ser auténticos.


Para mí la fidelidad en una relación de pareja significa ser leal y comprometido con tu pareja. Implica confianza, respeto y apoyo mutuo, ser fiel significa no traicionar la confianza en los buenos y malos momentos. Estoy ayuda a construir una relación sólida y feliz. Además la fidelidad en una relación de pareja es crucial para mantener una conexión emocional fuerte. Cuando ambos se sienten seguros y valorados, es más fácil superar obstáculos juntos. También fomenta la comunicación abierta, donde cada uno puede expresar sus sentimientos sin miedo. Al final, la fidelidad crea un espacio donde el amor puede crecer.

La fidelidad a uno mismo significa ser honesto con tus propios pensamientos, sentimientos, valores y creencias. Implica respetarte y tomar decisiones que reflejan quién eres realmente, sin dejarte llevar por lo que piensen los demás. Esta fidelidad te ayuda a vivir de manera auténtica y a sentirte bien contigo mismo.

Al final, ser fiel a ti mismo es muy importante, te permite construir una vida que te haga feliz.

Malak Krimou Acharrak 3º B

 

 

La fidelidad es un valor que refleja el compromiso y la lealtad en las relaciones y en la vida personal. Hay que ser honesto, cumplir las promesas y respetar los vínculos que hayas creado con los demás. En el amor y la amistad, ser fiel fortalece la confianza que tienes con una persona, haciendo que confíes en esa persona.

También es importante ser fiel a uno mismo, porque si no eres fiel a ti mismo no podrás ser fiel a los demás. Eso implica que actúes con coherencia y seas más honesto, tanto contigo mismo como con los demás.


Al contrario que esto sería la infidelidad, que es una traición que rompe la confianza por completo en una relación, ya sea física o emocional. Suele causar mucho dolor, más a la persona a la que le están siendo infiel, al ver que está siendo traicionada por la persona que amaba y por la que sentía mucho respeto, confianza y honestidad.

Sumaya Mekhtiche de Jesus 3º B

 

 

Para mí, la fidelidad es uno de los valores más importantes en cualquier relación. Significa ser leal y honesto con las personas que nos importan ya sea con amigos, familia o pareja.

La fidelidad también implica mantener promesas y ser sincero en todo momento. No se trata solo de no mentir, sino de ser transparente y auténtico en acciones y palabras. Creo que la confianza es la base de cualquier relación estable, y ser fiel es fundamental para construir y mantener esa confianza.

En mi opinión, ser fiel es una forma de mostrar respeto y amor hacia los demás ya que es bonito para las personas que reciben esa fidelidad, saber que hay alguien que estará siempre a su lado en cualquier circunstancia.

Gissel Mora Merino 3º B

ACTIVIDADES:

¿Qué te ha parecido la actividad? ¿Te apetece escribir sobre valores que debieran estar de rabiosa actualidad? El amor, la dignidad, el origen, la honestidad, la tolerancia, el respeto, …

Anímate y mándanos tus reflexiones y escritos por email a grupoleoalicante@gmail.com

Con tu nombre y apellidos, curso y centro educativo, si además lo acompañas de un bonito dibujo lo podremos publicar en nuestro BLOG y en el suplemento de La Tiza del periódico Información

miércoles, 4 de diciembre de 2024

El libro del mes de diciembre: "Un día en el museo"


Reseña:

Rodolfo Estrafalario expone en el museo. El gran artista abstracto es una persona muy peculiar, igual que sus obras, igual que las personas que visitan su exposición, desde ladrones a estudiantes, limpiadoras o albañiles. ¡Y un chorizo! Una obra de teatro para leer y representar. Un montón de personajes y muchas risas.

La autora:

Nací en Oviedo en 1969. Estudié ciencias físicas en Oviedo y Santander.

Me vine a Madrid en el año 1993 a hacer un máster de Energía Nuclear y desde 1994 hasta el año 2009 estuve trabajando en el Ciemat, un centro de investigaciones.

Estoy casada con Javi (maravilloso) y tengo tres hijas (maravillosas): Marta, Paula y Lucía.

También tengo dos hermanos maravillosos. Uno es poeta. La otra ingeniero. Y amigos. Ah, y un perro: Poe.

En 1998 murió mi madre, me operé de miopía y cayeron dos rayos en el avión en el que viajaba. En enero de 2005 murió mi padre.

En 2010 cogí un avión después del suceso de 1998 y todavía estoy temblando.

Nunca dejé de escribir. Mi primer libro se publicó en 2003, año en que también nació Marta.

Desde entonces tuve más hijas y más libros (afortunadamente más libros que hijas). Y espero no dejar de escribir … ni de publicar (mensaje a editores).

El 1 de octubre de 2009 cogí una excedencia para dedicarme por entero a mi gran pasión: escribir. Y todavía pienso que es una de las mejores decisiones de mi vida.

Las navidades siempre las paso con mis hermanos.

Soy, en líneas generales, feliz. Pero esto es más mérito de mis padres que mío. O de los genes.

El ilustrador:

“Nací en 1966 y siempre he vivido al lado del río y los huertos, cerca de Barcelona. No tengo estudios ni títulos, solo el de patrón de velero. Mi abuelo arreglaba bicicletas, pero para ganar dinero trabajaba en una fábrica. Mi padre cuida un huerto, pero también trabajaba en una fábrica por un sueldo. A mí no me gustan las fábricas, y soy pobre. Pero prefiero pasear por el río, los gatos, la cerveza del atardecer, la luz del sol o navegar a vela. A veces estoy desanimado y a veces estoy contento, y acepto ambas cosas porque son parte de la vida, y la vida me gusta mucho. Soy un explicador, y todo esto es lo que explico dibujando y escribiendo”.

UN DÍA EN EL MUSEO


ACTO 1

ESCENA 1

(El ALBAÑIL entra en escena con un cuadro en los brazos y un palillo en la boca. Es un hombre resuelto y práctico. No entiende de arte ni le importa. La COMISARIA va tras él. Es una mujer nerviosa, estresada, pedante. Considera que el arte es lo más sublime y se da aires de saber mucho.)

 

ALBAÑIL: ¿Y dónde pongo este?

COMISARIA: ¡Este, este, este! Bonita forma de llamar a una obra de arte, a una pieza artística. A un Estrafalario, ni más ni menos.

ALBAÑIL: ¿Un Estra qué?

COMISARIA: Un Estrafalario. Es-tra-fa-la-rio. Una obra de arte de Rodolfo Estrafalario. Bien, mire, ahí. Cuélguelo ahí.

(Va a colgarlo.)

COMISARIA: (Poniendo el grito en el cielo.) ¿pero qué hace, qué hace? ¡Dios mío! Así no. Súbalo un poco más. ¡Pero está loco! Bájelo. No, no. No tanto. Un poco más arriba. A la derecha, a la derecha. No, a la izquierda. Ahora bájelo un poco. Arriba. Abajo. Arriba, abajo…

(Al principio, el ALBAÑIL sube y baje el cuadro. Al final, solo se agacha y se levanta él sin mover el cuadro.)

COMISARIA: ¡Aaah! (Con el grito de la COMISARIA, el ALBAÑIL se asusta.) ¡Perfecto! ¡No se mueva! (Entrecierra los ojos.) Lo tiene, lo tiene. Ese es exactamente su lugar. La luz resalta el tema central iluminando el discurso que da sentido a la obra de arte. Su idea fluye, nos traspasa y podemos comprenderla plenamente.

(La obra es abstracta. El ALBAÑIL la mira y frunce el ceño, sin entender. Aún sujeta el cuadro con los brazos.)

ALBAÑIL: Plenamente, ¿eh? Pues yo… yo como que no lo acabo de comprender, oiga.

COMISARIA: ¿Quiere decirme que no lo aprecia? ¿No le llega de un modo directo, como un golpe en las entrañas, todo lo que está oculto en el cuadro?

ALBAÑIL: (Mirando detrás del cuadro.) Pues si está oculto, cómo quiere que me llegue…

COMISARIA: Le aseguro que ese cuadro expresa lo que quiere expresar de una manera absolutamente expresiva.

ALBAÑIL: (Nada convencido.) Expresarse se expresará, no digo yo que no, pero no lo acabo de pillar.

COMISARIA: ¿Y su YO? ¿Qué me dice de su YO? Destaca de una manera sorprendente.

ALBAÑIL: Claro, es que estoy delante y tapo el cuadro, ¿me entiende?

COMISARIA: No, hombre, no. Su YO, no. Estoy hablando del YO del artista, de Rafael Estrafalario. De su concepción del arte. De su ego, de su mirada penetrante y sutil.

ALBAÑIL: (Para sí.) Estrafalario es un buen trago, sí. Y esta señora también. (A la COMISARIA) ¿Puedo colgarlo ya, entonces, que me estoy acalambrando?

COMISARIA: ¡Sí, por favor!

(El ALBAÑIL cuelga el cuadro mucho más abajo cuando la comisaria no le ve y le hace un gesto de “chincha rabiña”. La COMISARIA está inspeccionando los otros cuadros ya colgados. A alguno le da un toquecito como para enderezarlo, apenas un roce, y asiente satisfecha. El ALBAÑIL menea la cabeza, cuelga el cuadro y se va.)

 

ESCENA 2

(Entra en escena el PINTOR. Viste de manera estrafalaria, como su nombre, y camina dándose grandes aires, con una carpeta en la mano. Detrás de él entra su AYUDANTE, que, por el contrario, es tímida, apocada. Viste de forma muy discreta y clásica. Parece que quisiera ser invisible.)

PINTOR: (Alzando los brazos y mostrándose a sí mismo ufano.) (A la COMISARIA.) Voilà! ¡Ya estamos aquí!

COMISARIA: (Con fingida alegría.) ¡Rodolfo Estrafalario, mi artista preferido!

PINTOR: (Girando sobre sí mismo.) ¡El mismo que viste y calza!

AYUDANTE: (Ácida.) Y que pinta. Sobre todo, que pinta.

COMISARIA: (Ignorando a la ayudante.) No te esperábamos tan pronto.

PINTOR: Me encanta sorprender.

AYUDANTE: ¡Y lo consigue!

(El PINTOR y la COMISARIA se besan en las mejillas con gran afectación. La COMISARIA parece advertir entonces que ha venido acompañada de la AYUDANTE. La mira entre sorprendida y curiosa, sin saber si debe tratarla con distinción o con desprecio.)

COMISARIA: (Al PINTOR, señalando a la AYUDANTE.) ¿Y esta?

PINTOR: (Despectiva.) ¿Esta? Nada, es mi ayudante.

AYUDANTE (Tendiéndole la mano.) Encantada, soy…

COMISARIA: (Ignorándola y cogiendo del brazo al PINTOR.) Qué clásica, ¿no?

PINTOR: De la escuela tradicional, la pobre. Pero está aprendiendo muchísimo conmigo. No sabía nada de nada del mundo de las exposiciones, las subastas, la crítica…

AYUDANTE: (Para sí.) Y mejor no saberlo.

(El PINTOR y la COMISARIA se han vuelto hacia los cuadros, ignorándola y hablando entre ellos.)

PINTOR: ¡Ha quedado todo divino! El espacio es perfecto para sacar la espiritualidad del posmodernismo en mi arte.

COMISARIA: Ya sabes que estamos pendientes siempre hasta del menor detalle, querido. Buscamos lo sublime, la subjetividad, el simbolismo…

PINTOR: (Cortándola.) Sí, sí, sí… Todo eso. Yo soy muy así. Muy de lo que te haga falta con tal de que me expongas.

AYUDANTE: (Para sí.) ¡Lo que le hace falta es pintar!

(La COMISARIA, impaciente, mira la hora.)

COMISARIA: Rodolfo, cariño, te dejo a solas con tus obras para que las disfrutes. Ya sabes el lío que tengo. Cuando llega el día de la inauguración, siempre surgen problemas. Ahora resulta que se nos ha puesto enfermo el guía. Y encima el alcalde no puede venir hasta la tarde. Así que retrasamos la inauguración. Pero tenemos que abrir al público unas horas, es un compromiso que habíamos adquirido, y mira cómo está todo. No sé dónde están las limpiadoras. No pasa nada: todo va a salir bien. (Respira hondo y habla para sí con los ojos cerrados.) Me siento feliz y saludable.

PINTOR: ¡Por supuesto, querida” Gracias, de verdad, está todo divino. Muy posconceptual, muy transvanguardista, muy neo… neopreno.

AYUDANTE: (Irónica.) Divino, divino.

(La COMISARIA se encamina a la salida y, mientras está ahí, el PINTOR es todo sonrisas. Ambos se miran varias veces y se saludan con la mano para despedirse. En cuanto el PINTOR y la AYUDANTE se quedan solos, el primero tira la carpeta al suelo y grita.)

 Extraído de: Un día en el Museo

Autora: Mónica Rodríguez Suárez

Ilustrador: Gabriel Salvadó

Editorial: SM (El barco de vapor)


Actividades

1. Tras la lectura de las dos escenas anteriores, ¿qué te ha parecido más disparatado, gracioso o inverosímil?, ¿qué te ha llamado más la atención?

2. ¿Has asistido a la representación de alguna obra de teatro? ¿cuál? ¿te gustaría participar en la puesta en escena de una obra? ¿qué papel desearías representar?

3. Escribe un cuento o poema con un dibujo y envíalo por email a: grupoleoalicante@gmail.com    

►No olvides poner tu nombre y apellidos, curso, colegio. Podría ser publicado en nuestro BLOG y en el suplemento La Tiza del periódico INFORMACIÓN.

 

sábado, 30 de noviembre de 2024

Finalistas de la cuarta categoría del XXVI concurso literario del Grupo Leo

Seguimos publicando los cuentos y poemas de los finalistas de nuestro XXVI Concurso Literario. Esta semana le toca a la Cuarta Categoría (5º y 6º de Educación Primaria). Si queréis leer vuestros cuentos o poemas aquí en La Tiza o en nuestro blog, ya sabéis que nos los tenéis que enviar a nuestro correo, que está al final de la página

DEL ODIO AL AMOR

 Ya han pasado 2000 años desde que los humanos abandonaron la Tierra. En esto momentos los que dirigen la Tierra son los gatos y los perros.

Un día Luna, la líder de los gatos, cogió “prestado” el hueso dorado de Mateo, el líder de los perros. AI no devolvérselo estalló la guerra entre ellos. Lo que nadie sabía era el verdadero motivo del robo...

Desde ese día, la guerra aún continúa. Los humanos dejaron la Tierra muy deteriorada. Además apesta, pues no cesaban los lanzamientos de bolsas nucleares de excrementos de perro. Los gatos no aguantaban más y Luna no sabía bien qué hacer.

-          Señora Luna, se ha infiltrado un perro en la base central y... ¡ha robado el ovillo ancestral! le dijo uno de sus centinelas.

Luna no se lo podía creer, los perros les habían hecho una emboscada.


-          Rápido, cerrad todas las puertas, lo pillaremos por sorpresa dijo Luna, segura de sus palabras.

Mateo estaba a punto de salirse con la suya, pero Luna y sus gatos lo rodearon. Una gota de sudor cayó sobre su frente. Los gatos de Luna sacaron sus garras, listas para la batalla.

-          Si me devolvéis mi hueso os doy el ovillo dijo Mateo desafiante.

-          Nunca devolveremos ese hueso, lo necesitamos. En cambio, no necesitas nuestro ovillo. dijo uno de los gatos.

-          ¡Basta! dijo Luna.

Todos los gatos se quedaron en silencio.

-          Te daremos el hueso continuó Luna.

Ahora hablamos el mismo idioma dijo Mateo con avaricia.

Y los dos intercambiaron sus posesiones más valiosas.

Cayó la noche y a Luna le entraron ganas de dar un paseo, ya que había luna Ilena. Se quedó mirando la luna, recordando que sus padres le pusieron su mismo nombre por su gran admiración.

En ese momento, se escuchó una voz de perro que decía:

-          No qué hacer, ocultarlo o decírselo a alguien... - dijo Mateo. Luna, intrigada, se acercó más para escucharlo mejor.

-          iAh! Luna, eres tan bella y atrevida... No sé cómo podré seguir ocultando que estoy enamorado de ti continuó Mateo.

Luna se quedó perpleja al escuchar sus palabras y, sin darse cuenta, se sonrojó muchísimo.

-          Pero que nuestro amor no podrá funcionar, aunque me quisieras dijo Mateo con tristeza.

En ese momento, Mateo se bajó del tejado y se topó con Luna.

-          ¿Eso que has dicho es verdad? le preguntó Luna con timidez.

-          Palabra por palabra le contestó Mateo con total sinceridad.

-          Bueno, quizás lo nuestro funcione, pues yo también siento algo por ti — dijo Luna.

-          ¡Podemos intentarlo! dijo Mateo.

Desde ese instante comenzaron una relación en secreto, aunque era difícil y los gatos y los perros empezaron a sospechar pues todas las noches iban a los tejados donde antiguamente vivían los humanos. Pasaban toda la noche juntos, hasta que salía el sol y los dos volvían a sus hogares.

-          ¿Crees que deberíamos contarles a los demás lo nuestro? — le preguntó una noche Mateo a Luna.

-          No sé... ¿no es un poco pronto? Solo llevamos un mes juntos y puede que se lo tomen mal dijo Luna preocupada.

Mateo intentó muchas veces convencer a Luna, pero sus esfuerzos fueron en vano y continuaron con su relación sin que se enteraran los demás. Así fue hasta que un día de primavera, una gata Ilamada Lola, que vigilaba el muro, vio a Mateo y a Luna agarrados de las patas. Alarmada, se fue corriendo a decírselo a los demás:

-          ¡No os lo vais a creer! dijo Lola sin aliento.

Les contó lo que había visto y todos se quedaron asombrados con los ojos abiertos como platos.

Mientras tanto, Luna y Mateo estaban discutiendo sobre lo mismo, si decirlo o no a los demás. Mateo le hizo una pregunta a Luna:

¿Para qué necesitabas el hueso?

A Luna le pilló por sorpresa la pregunta de Mateo, pero le contestó:

-          Lo necesitábamos para arreglar la Tierra. Estábamos inventando un dispositivo de limpieza automático. Nos dimos cuenta de que necesitábamos oro para que funcionase. No podíamos encontrarlo en las minas pues está muy profundo y no somos capaces de desenterrarlo. Tu hueso está hecho de oro, por eso lo necesitábamos.

Por qué no me lo habías dicho antes, si lo hubiese sabido os hubiera dejado quedároslo más tiempo le dijo Mateo.

Pasaron las horas, estaba a punto de amanecer y tenían que despedirse antes de que los pillaran.

Cuando Luna llegó al cuartel general, los gatos la esperaban con cara de pocos amigos. Luna extrañada les preguntó:

¿Qué os pasa? Estáis muy raros...

La rara eres tú, no me lo puedo creer le dijeron ellos.

-          No te hagas la tonta, estás saliendo con el enemigo espetó uno de los gatos. Luna, se dio cuenta que no podía ocultarlo por más tiempo y les dijo la verdad:

-          Es verdad, estoy saliendo con Mateo, pero qué puedo hacer, así es el amor y no voy a dejarlo porque vosotros lo digáis.

Han pasado dos años desde entonces y Luna y Mateo están a punto de ser padres. AI final, todos acabaron aceptando su relación y la Tierra mejoró mucho con la paz que instauraron. Sin olvidar que una nueva especie estaba por nacer...

 Mariama Gaye Cisse, Primaria

Colegio Fundación Antonio Bonny, El Campello

 

LA HISTORIA DE SANTIAGO

 Érase una vez, en un pueblo de Buenos Aires, Argentina, había un niño que se llamaba Santiago. Él era muy bueno jugando al fútbol y por ello, quería ser futbolista de mayor. Su familia era muy humilde, no tenía dinero más que para comer y vestir. Vivía en un barrio y una casa muy pobres. 

Santiago quería apuntarse a un equipo de fútbol y fue a hacer las pruebas del equipo del barrio. Estaba muy nervioso y por eso, no le salieron tantos regates como él sabía, ni hizo buenos pases. Su abuela, que fue quien llevó a Santiago a las pruebas, le dijo: 

-¡No te pongas nervioso! Demuestra lo que tú sabes. 

Entonces Santiago empezó a hacerlo mucho mejor y con la confianza de su abuela hizo al final unas pruebas espectaculares. 

Cuando terminó el entrenamiento, resultó que el entrenador no se había fijado apenas en Santiago, ya que lo había hecho sólo con los niños que iban bien uniformados, con botas buenas y nuevas. De hecho, cuando Santiago marcaba, el entrenador no se alegraba, en cambio, cuando lo hacían los otros, sí. Por ello, como no se había detenido a ver jugar a Santiago, no lo quiso fichar. 


No obstante, el segundo entrenador sí que se había fijado en él y le quiso fichar. Entonces, los dos entrenadores al no ponerse de acuerdo, discutieron. 

Finalmente, el segundo entrenador le dijo a Santiago que fuese a probar al equipo del barrio de al lado, el Fan Fest Argentino, que él le iba a recomendar. Allí sí que vieron lo bueno que era y el futuro que tenía y lo ficharon. 

Pasado el tiempo, una vez empezada la liga, más o menos a mitad del campeonato, se enfrentaban el equipo que no le quiso fichar y en el que jugaba Santiago. 

En el partido, Santiago metió un "hat-trizk", regateó muy bien a todos los jugadores contrarios y gracias a él, ganaron el partido en el último minuto. Quedaron 3-2. Cuando terminó, el entrenador que le rechazó al principio, habló con él y con su abuela para ficharle, pues dijo que se había equivocado y que sí que era muy bueno. A lo que Santiago le respondió: 

No confiaste en mí por mi apariencia, así que me quedo en el equipo que sí que lo hizo y con la gente que me apoyó desde el principio, sin importar cuánto dinero tenía. 

Años después, debutó con el River Plater, equipo muy importante en Argentina, y el entrenador que confió en él se convirtió en su representante. Mientras tanto, el que pasó de Santiago y que no le quiso fichar al principio, sintió una envidia tremenda y se arrepintió mucho de aquella decisión.

 Manuel Vázquez Moreno, 6º de Primaria

Colegio Nazaret, Alicante

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