EL ESCRITOR DEL FUTURO
Hubo
una vez, un hombre que tenía una habilidad increíble y mágica. José tenía toda
su casa llena de libros ya que era un maravilloso escritor. Sus libros eran tan
buenos que las palabras que escribía cobraban vida, y no es una broma, cobraban
vida de verdad.
José no desconocía su poder. Él sabía lo que sus
relatos podían hacer. Lo que escribía, era el futuro…
Tras
años escribiendo el futuro de la humanidad, decidió experimentar un poco. Lo
primero que quiso hacer fue convertir el agua en miel, para que la gente fuese
más dulce, declarar la paz en todas las guerras, pero, también quiso traer a su
madre de vuelta, ya que falleció dos años atrás, en un accidente de coche.
En
ese mismo instante, se dio cuenta, de que parecía tener, el poder sobre todas
las cosas del mundo, pero vio que había algo que no podía hacer, y era… cambiar
el pasado.
Al darse cuenta, de que no podía traer de vuelta a lo que más quería, se empezó a replantear si deseaba seguir cargando con esta gran responsabilidad, de mantener con vida a la raza humana. Así que decidió hacer una huelga y parar de escribir, para ver cómo se las apañaban sin él, pero se le había olvidado cambiar las cosas que había experimentado, volvió a llenar los mares con agua, y dejó transcurrir las guerras. Después de eso, se quedó sentado con orgullo, observando cómo vivían, sin él.
Inesperadamente,
transcurridos 10 años… ¡todo fue a mejor! Las personas habían encontrado la
manera de crear medios de transporte que no contaminasen nada; los países en
guerra, habían declarado la paz por voluntad propia; animales en peligro de
extinción, habían vuelto a un número de población normal; y parecía que la
tierra lo estaba agradeciendo, creando plantas y recursos para eliminar
enfermedades.
José estaba fascinado, y a la vez indignado, ya que,
pensaba -¿Yo para qué he servido todos estos años? -Y una voz por detrás le
dijo- Para que tus padres te amen -¡era su madre! Ella, había vuelto para
llevárselo a él también, ya que José, tenía 107 años, y era hora de reunirse
con su familia. Mientras se iba desvaneciendo, leía su último libro. Al
desaparecer por completo, notó que viajaba por un túnel a toda velocidad, y al
llegar a la luz que antes divisaba al final del túnel, se dio cuenta, de que
estaba en un hospital acostado en una camilla y un chico joven que era médico
le dijo sorprendido -bienvenido José, acabas de despertar de un coma de dos
meses. -Lo que para él había sido una vida, en la vida real solo había sido un
instante.
Después
de eso, se dio cuenta de que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes y que
todos somos futuro.
David
Martínez Díaz 1ºESO A
Muchas
flores y árboles he podido contemplar
con
mis amigos he salido a explorar
hasta
encontrar un sitio especial donde poder disfrutar
vaya
tarde tan especial, no puedo esperar a mañana para volver a jugar
esta
noche saldremos a pasear.
Para
a las brillantes estrellas observar
me
cuenta mi madre sin cesar,
que
cuando era joven todo era genial, ojalá poder regresar
me
dice ella tratando de no llorar
Hoy
yo he salido a jugar, he visto guerra y destrucción,
ojalá
todo fuera producto de mi imaginación
el
mundo parece un lugar sin solución
ya
nadie siente ilusión
las personas han perdido su don
nadie
conoce su misión
todos
son egoístas y no existe la diversión
hemos
perdido la emoción
de
compartir con el corazón.
Si
esto queremos evitar
el
mundo tenemos que cambiar
es
algo que debemos priorizar
para
que en el futuro nuestros hijos puedan disfrutar.
El
mundo todavía tiene solución
podemos
hacer del futuro nuestra salvación
sin
guerras ni destrucción
solo
con paz y amor.
Ana
Hernández 2º B ESO
TODO LO MEJOR PARA LOS QUE QUIERO
Lucía, es una chica adolescente, con una mente muy
generosa, y que también piensa en los demás, pero lo malo es que no piensa
mucho en ella. Ella es morena, con el pelo hasta por debajo de los hombros,
pelo liso y marrón oscuro. Ojos almendrados, con la sonrisa siempre en la cara,
aunque sea su peor día, siempre con una educación ejemplar.
Para ella su abuela paterna es lo más importante del
mundo. Se llama Josefa, aunque en su familia la llaman Pepa. Ella es de
Villena, actualmente tiene 79 años, es hija de una familia numerosa con 6 hijos,
en la que es la tercera más mayor. Ella se enamoró de su abuelo Pedro a primera
vista, en un pueblo de Alicante llamado Villena. Fue una de las jefas de un
banco en Alicante. Ellos juntos tuvieron 4 hijos llamados Víctor, Toni, Sergio
y Jorge. Desgraciadamente su abuelo falleció antes de tener a su primer nieto,
pero todos lo recuerdan con mucho cariño y siempre está en todos los corazones
de toda la familia.
Era una mañana tranquila cuando sonó el móvil.
Desgraciadamente Lucía recibió una mala noticia de que su abuela había tenido
un accidente grave y que estaba hospitalizada. Ella estaba muy preocupada,
porque no era la primera vez que se había caído. Y parecía que esta vez había
sido bastante fuerte. Se puso lo primero que vio en su armario y salió corriendo
de casa, que su padre estaba en el coche para ir al hospital. Pero antes de
llegar al hospital Lucía le compró a su abuela el ramo de flores más bonito de
toda la floristería para alegrarle un poco el día.
Por fin llegaron al hospital, al abrir la puerta de la
habitación ella estaba acostada y un poco apenada. Lucía decidió acercarse a
ella y le dijo:
- Hola abue, ¿cómo está la mejor abue del mundo entero?-,
le dijo ella preocupada.
- Hola Lucía, mi única nieta, estoy bien, no te
preocupes-, le respondió su abuela para tratar de tranquilizarla.
Lucía le dio el ramo de flores que le había comprado
con sus propios ahorros y le dijo:
- ¡Qué bonitas flores!-, le dijo ella a su nieta con una
sonrisa.
- Me alegro que te hayan gustado, esa era mi intención.
Lucía decidió quedarse unos días en el hospital con su
abuela hasta que le dieran el alta para poder ayudarla en todo lo que
necesitara.
Al cabo de unos días, le dieron el alta. Lucía y su
padre la llevaron de vuelta a casa. El padre de Lucía se quedó con su abuela,
pero Lucía se fue a casa a descansar. Cogió un autobús que paraba debajo de la
casa de su abuela y de camino a su casa estaba pensando en cómo sacarle una
sonrisa y pensó:
- ¡Si la abuela en febrero va cumplir 80 años!-, dijo
Lucía en voz alta emocionada.
- Entonces ya tengo como sacarle una sonrisa!-, dijo con
mucha ilusión y cariño.
- Hola Tío Sergio, soy Lucía tu sobrina, necesito tu ayuda.
- Hola sobri, dime, ¿que necesitas?
- Quería saber si me podrías ayudar en hacerle una sorpresa por su cumpleaños a la abuela-, le dijo emocionada y temblando, porque no sabía si su tío le iba poder ayudar.
- Pero por supuesto cuenta conmigo. De esta manera
podremos sacarle una sonrisa. Pero que ¡buenas ideas tiene mi sobri!
- Esa era la idea. Gracias tío, pues así quedamos.
Estuvieron seis meses organizando la fiesta sorpresa
del cumpleaños de su abuela. Y un mes antes del evento publicaron a los
invitados está invitación:
El 18 de febrero de 2025.
Nos gustaría
hacerle una fiesta sorpresa a Pepa. ¿Te apuntarías a este día tan especial para
ella?
Confirma tu asistencia a este siguiente número de
teléfono: 634825500.
Una semana antes fue el día real del día en el que
nació, todos la felicitaron por su cumpleaños. Ella se entristeció mucho porque
ella propuso ir a comer por su cumpleaños pero todos le dijeron que no podían
ir. Lo que no sabía era que le esperaba una sorpresa días después.
Al final llegó el gran día, Lucía se levantó muy
emocionada y contenta. Desayunó y se arregló, se puso un vestido azul cielo muy
bonito, que su abuela le había comprado en su anterior cumpleaños. Y le dijo
que se pusiera ese vestido en un día especial para ella.
Todos los invitados llegaron al restaurante donde se
iba a celebrar el gran evento. Lucía y su tío reservaron una sala privada del
restaurante. La anfitriona llegó, un camarero salió de la sala para abrirle la
puerta. Al entrar, dijeron:
- ¡¡¡Felicidades!!!-, todos dijeron gritando de alegría.
Ella no tenía palabras para decir ni siquiera una sola
palabra. Todos juntos la abrazaron y Lucía vio que todo había valido la pena.
Porque vio a su abuela muy feliz durante todo el día.
Había muchas sorpresas durante todo el día, pero una
de ellas fue que todos los invitados habían hecho un video juntos para ella,
diciéndole cosas bonitas y dándole las gracias. Pero ella no podía parar de
sonreír ni tampoco de llorar ni un solo minuto.
Al terminar el día ella le dijo a su abuela:
- ¡Te quiero
mucho abue, eres la luz de mi camino y siempre estaremos juntas!
Lucía de Pedro 2º C ESO
ACTIVIDAD
Escribe
un cuento o poema con dibujo y envíalo por email a:
No
olvides poner tu nombre y apellidos, curso, y colegio. Será publicado en nuestro BLOG y en el suplemento La Tiza del Periódico
Información.
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