UN DÍA FELIZ Y OTRO TRISTE
Me despierto, como todos los días, me lavo la cara y me voy a desayunar. Vuelvo a mi cama y cojo el móvil, contesto los mensajes y ayudo a mi madre a limpiar la casa para terminar rápido. Me preparo y salimos de tiendas juntas. Compramos lo necesario y volvemos a casa. Entonces llamo a mi mejor amiga y vemos como me queda todo lo que hemos comprado. Este sería mi día feliz, pasar tiempo con mi madre y mi mejor amiga.
Pero, el día más triste de mi vida fue cuando se murió mi gato, mi gatito gris y pequeñito. Al principio nos tenía miedo, normal, pero luego se empezó a acostumbrar a nosotros y nos cogió mucho cariño. Cuando ya se hizo más grande, quería una gatita, la gatita de mi vecina. Nosotros vivíamos en un cuarto piso y la vecina en el primero. Un fatídico día la gatita estaba en el patio y mi gatito saltó desde el balcón... lamentablemente cayó en una piscina y se ahogó, me sentí tan triste...
Dena
Chomia
EL DÍA EN EL QUE ME ROMPÍ LA MUÑECA
Un día
quedé con mis amigos, íbamos con la idea de explorar una casa con una
misteriosa historia, “La casa del Chispa”. En un pequeño descuido... ¡Me
resbalé y me caí sobre mi mano!
Cuando
me levanté no sentía dolor, sólo sentía confusión y al ver mi muñeca noté una
deformación, me enfadé porque sabía que tendría que esperar a que se me curara
durante varios meses, ¡qué injusto!
A
partir de ese instante todo pasó muy rápido, mis amigos me ayudaron a llegar a
mi casa, mis padres me llevaron al hospital y los médicos me hicieron una
“placa”, vamos una radiografía donde se veía que tenía el radio y el cúbito
roto y la muñeca desplazada. Me pusieron anestesia en los huesos rotos con una
imponente aguja, después me ataron los dedos y a base de estirar me recolocaron
los huesos. Más tarde me escayolaron con una cédula y volvimos dos días después
para quitarla. Después de valorarla decidieron ponerme otra escayola que tenía
que llevar más de dos meses.
Menos
mal que al final se curó bien, qué mal lo pasé.
Orhan
Yusein Yumer
LOS ESPÍRITUS NO SE VAN
Un día
lluvioso por la noche, cuando tenía 6 años a eso de las 12:00 de la noche, la
mejor amiga de mi madre sufrió un accidente de coche muy grave. Sonó el móvil
de mi madre, se oían ruido de ambulancias, golpes y gritos. Mi madre no tenía
con quién dejarme a esas horas y no le pareció bien ir conmigo al hospital, era
tan pequeño... Una hora después la mejor
amiga de mi madre, casi su hermana, casi mi tía murió sola en el hospital, fue
muy triste.
Algo pasó esa noche, todo se hizo más oscuro, empecé a ver su imagen cuando cerraba los ojos, no paraba de verla, siempre la veía con la cara llena de sangre, me decía cosas como que no cometiera los mismos errores que ella, que por mi culpa murió sola. Cuando gritaba y mi madre venía a consolarme me confesó que ella también sentía su presencia en la casa. Se escuchaban golpes en la pared, pasos en el pasillo y arañazos debajo de mi cama. Siempre a la misma hora, las 12:00 de la noche, a la misma hora en que ella murió. Sonaba el teléfono y nadie hablaba, sólo se escuchaban los mismos ruidos de ambulancias, golpes y gritos que el día en que murió.
No
sabíamos qué hacer, llevábamos tiempo sin descansar y sin poder dormir
tranquilos. Día tras día era lo mismo, el médico nos dio pastillas para dormir,
acudimos a especialistas y nada. Cansados ya de esta situación optamos por
mudarnos a otra casa donde los recuerdos y el estrés no formaran parte de
nuestra vida. Esta es mi historia triste y feliz, feliz porque la conocí.
José
Muñoz
Escribe
un relato breve sobre tú mejor y peor día vivido, manda alguna imagen que lo
acompañe al email
No
olvides poner tu nombre y apellidos, curso y colegio. Podría ser publicado en
nuestro BLOG. Ánimo.
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