Doce son
las historias que se recopilan bajo este título, bailando alegremente entre
cuentos sobre estanques que conceden deseos, bazares de duendes que hacen
realidad muchos sueños infantiles, bosques llenos de ciervos encantados, cisnes
que desvelan secretos de auroras boreales, maldiciones sobre sirenas y
enamorados, príncipes injustos y olvidados por la humanidad ... En tan sólo 126
páginas hay tanto que leer, tanto que descubrir; un estanque mágico en
la encrucijada de todos los caminos que cumple cualquier deseo; un misterioso
cofre que encierra un gran peligro; un fantástico viaje que comienza a raíz de
un sueño y un amor imposible... y muchos más cuentos en los que dragones,
gigantes, sirenas, brujas y seres maravillosos protagonizan unas tan bellas
como fascinantes historias.
Edad recomendada: +12 años
El autor:
Miguel Ángel Villar
Pinto.Nacido en la ciudad
de A Coruña el 29 de diciembre de 1977, Miguel Ángel Villar Pinto es autor de
más de una decena de libros de literatura infantil y juvenil y narrativa.
Inició su carrera literaria en 2005,
mientras cursaba la licenciatura de Historia, y desde entonces ha publicado
ininterrumpidamente cada año nuevos títulos, siendo el más reciente (2011) La maldición del castillo desencantado.
Entre sus obras anteriores se
encuentran los libros infantiles Este circo es un desastre, Las preguntas de Nair y Narsú y el collar mágico; las
colecciones de cuentos ilustrados El bazar de los sueños, Los bosques perdidos y Leyendas de
Arabia; y la novela El camino del
guerrero.
La ilustradora:
Mar del Valle (Madrid, 1986). Mar
siente auténtica fascinación por cualquier tipo de arte desde pequeña,
especialmente por el dibujo, la música y la palabra. Adora ilustrar libros e
historias extrañas, y perderse en sus páginas al igual que se pierde en los
colores, sin remedio. Paralelamente, compone canciones intimistas, susurrantes
y algo terribles.
A muy temprana edad colaboró con
Marina Seoane en el libro ¿Dónde
están mis dibujos?, de la Editorial Bruño (Lista de Honor Premio CCEI de
Ilustración 1998). Posteriormente, mientras estudiaba bachillerato
artístico, diseñó diversos figurines, programas y escenografías para montajes
de teatro realizados por el actor y director Juan Carlos González (La Noche de Sabrina, Paso a Paso, Don Juan Te Odio; Héroes,
brujas y Espadachines; El Cepillo de Dientes). Ha participado en
varias exposiciones colectivas, siendo las más recientes la exposición en el
III Espacio para Artistas Noveles de la Casa de la Cultura de Navacerrada y la
exposición colectiva en el XXXIII Salón del Libro Infantil y Juvenil. De julio
a septiembre, expone una muestra individual en Rara Avis Store.
Libros de Mar del Valle en Edimater:
El Legado del Hechicero
La Casa del Tejo
La cueva de las profecías
El Club de las Palabras Prohibidas
Rumbo a Thuban
EL BOSQUE DE LOS
CIERVOS BLANCOS
En lo
más profundo de un bosque antiguo, vivía una familia de un matrimonio y tres
hijos. El padre descendía de una larga estirpe de cazadores y, como buen padre
se había preocupado de enseñar el oficio a sus hijos. Sin embargo, al más
pequeño, Ridalín, amaba tanto a los animales que le resultaba imposible
aprender. Se negaba a hacerlo y era mal visto por sus parientes.
— ¿De qué vas a vivir
entonces, Ridalín?- le preguntaban éstos.
Él se encogía de
hombros. Ciertamente estaba preocupado pues ¿qué otra opción tenía el hijo de
un cazador sino seguir los pasos de su padre?
¿Quién le iba a enseñar
otro oficio en aquel bosque deshabitado? Y sino aprendía nada, ¿cómo iba a
sobrevivir al faltar sus padres?
Ridalín quiso obligarse,
pero nada podía hacer frente a su naturaleza. Cuanto más lo intentaba, mayor
esfuerzo le exigía. Así que un día desistió y, armado de valor, decidió
abandonar su hogar, cuando todos los demás dormían.
Pasó toda la noche y
parte de la mañana siguiente andando sin descanso para que les fuera imposible
encontrarlo. No quería regresar, pues estaba convencido de que no volvería a
repetir lo realizado el día anterior. Lo más difícil para él había sido asumir
que iba a dejar a sus seres queridos.
Había borrado todo
rastro que hubiera podido dejar hasta encontrase tan lejos. El sol presidía el
cielo. Se tumbó a la sombra, agotado, y se quedó dormido.
Sin embargo, un ruido
interrumpió sus sueños. Abrió sus ojos y frente a él vio una cierva blanca
atada a un árbol. Junto a ella estaba una anciana vestida de oscuro que al ver
despertar a Ridalín, dijo:
— ¿Cómo estás tan solo,
pequeño? ¿Te has perdido?
Él no contestó
inmediatamente. Había algo en aquella mujer que no le gustaba, respondió con
sólo una parte de la verdad.
— Sí, aunque mi padre y
hermanos me encontrarán. Son cazadores.
La anciana pareció
alegrarse y dijo:
— Llevo varios días sin
comer y tengo mucha hambre. Mis manos están torpes, me tiemblan y no quiero ver
sufrir a la cierva. Si me ayudas a matarla, diremos a tu familia que fuiste tú
quien la cazó. Se sentirán orgullosos.
Ridalín miró con
desconfianza a la mujer y luego a la cierva, que ahora se encontraba nerviosa
como si hubiera entendido el lenguaje humano.
— ¿Me ayudarás?,
preguntó la anciana.
Radalín se negó varias
veces. La anciana se enfureció de tal forma que comenzó a sentir miedo de ella.
No era lo que aparentaba. Y gritó:
— ¡Niño estúpido!
¡También te convertirás en un ciervo blanco!- y al instante sus palabras se
hicieron realidad-. Ahora ambos seréis presa de los cazadores, ¡y a manos de
ellos pereceréis!
Tras decir esto
desapareció. La anciana desconocía que el niño le había engañado. Nadie le
encontraría, y como conocía las artimañas de los cazadores sabría evitar el
peligro. Se adentró en lo más profundo del bosque después de liberar a la
cierva, y enseñó a ésta y a los hijos que tuvieron a burlar a los cazadores.
Pasaron varias
generaciones hasta que un día, por descuido un cazador se encontró con un
ciervo blanco.
— ¡Qué suerte he tenido
al encontrarme con un ciervo blanco!
Ya estaba tensando su
arco cuando un búho muy viejo, posado en la rama de un árbol, le dijo:
— No lo hagas. Estarías
matando a uno de tus parientes.
— ¿Qué ardid tramas,
búho? Soy un cazador......
— Lo sé, por eso te
hago esta advertencia. Hace muchos años desapareció en el bosque un niño
llamado Ridalín ¿Conoces ese nombre?
— Sí lo conozco. Yo
llevo ese nombre en recuerdo de un hermano de mi abuelo por el que tanto sufrió
la familia. Jamás conseguimos encontrarle... ¿Qué sabes, búho?
— Sé que hace muchos
años un rey castigó a una bruja por sus maldades. Está le rapto a su hija
Diralia para matarla, pero no podía hacerlo porque estaba protegida por la
magia de un hada que la transformó en cierva y penetró en este bosque. Se topó
con Ridalín y pensando que era un cazador le pidió que la matara, pero él se
negó. Y unió su destino al de la princesa. Todos los ciervos blancos son sus
descendientes.
— Extraña historia es
la que me cuentas, dijo el cazador.
— Y no por ello menos
cierta, repuso el búho. Muchos hijos tuvieron Ridalín y Diralia antes de
fallecer, ninguno de vosotros los había visto hasta ahora. ¿No te parece
extraño?
— Si es verdad lo que
dices, enséñame donde se encuentran, dijo el cazador.
— Te diré dónde habita la
bruja, y allí irás acompañado por tus familiares, es muy poderosa y no conviene
que vayas solo. En la gruta del Monte Oscuro obtendréis respuesta.
El búho levantaba el
vuelo, cuando el cazador intrigado le preguntó:
— ¿Por qué haces esto,
búho?
— Porque un día Ridalín
se negó a matarme, le contestó mientras se alejaba.
El
cazador regresó a su hogar y contó lo que le había dicho el búho. Todos
cogieron sus armas y se dirigieron hacia Monte Oscuro. Allí se libró una
batalla. Una flecha atravesó el corazón de la bruja que se convirtió en cenizas
al tiempo que en otro punto lejano del bosque, junto a un gran lago, los
ciervos blancos recuperaban su verdadera esencia.
Tomado del libro: El bazar de los sueños
Autor: Miguel Ángel Villar Pinto
Ilustradora: Mar del Valle
Editorial: Edimater
ACTIVIDADES:
1-
¿Crees
que hizo bien Ridalín marchándose de casa? ¿Por qué?
2- ¿Qué te enseña este cuento? ¿Qué
hubieras hecho tú ante la bruja?
3- Escribe un cuento de cómo volvió el
cazador al pueblo, fueron a buscar a la bruja y cómo se organizaron para
proteger los bosques. Envía por correo
postal con un dibujo y acompañado de tus datos personales (Nombre, Apellidos, Colegio,
Curso, teléfono y una dirección de correo electrónico a:
Concurso literario Grupo Leo
Apartado de correos 3008
(03080 ALICANTE)