Reseña:
Nubes
que parecen perros, besos en la nariz, el planeta de Ghundí; los guardianes de
la galaxia,:los ghundianos y los pleyadianos; un gatito llamado Bigotes. La
protagonista, de esta novela, profesora de piano en el conservatorio. Su vida
es la música porque le hace feliz y la conmueve y le despierta emociones. Se
llama Violeta y tiene un novio que se llama Kai, y es de otro planeta. Kai,
vive aquí, en la Tierra, con parte de su familia. Son ecologistas y poseen
poderes especiales. Han estado siempre entre nosotros y en este libro cobran
realidad. Pero todo no va a ser idílico en esta historia; también están los
reptilianos, una continua amenaza, los malos de “la película”.
Lunas
plateadas y estrellas brillantes, la ciudad de Alicante, paseos por la Explanada.
Tecnología ultrafuturista, el Q28… Una nave en las montañas de Alcoy y por fín,
un viaje a otros mundos…Unas maravillosas flores que no son frágiles, que
aguantan tormentas de nieve y termómetros bajo cero. Flores muy especiales de
grandes pétalos hipersensibles que a la música de un violín comienzan a bailar.
Frondosas selvas de descomunales árboles frutales de copas turquesa y grandes
aves de vistosos colores; grandes felinos de irresistibles ojos verdes, suaves
y sumisos.
Besos,
y besos y más besos, entre una tarde que se rinde y una noche que entra
cubriendo el cielo de suaves murmullos. Un lago en el que habitan unos
prodigiosos seres llamado zatnis, hechizados por la luna y cántandole una bella
canción de cuna tan bella y hechizante como la luna misma.
Bienvenidos
a este paraíso, el paraíso que nos trae Beatriz Ors en este su primer libro.
Y
hasta aquí puedo escribir…
Las
Flores de Ghundí de Beatriz Ors Castañeira, publicado por la Editorial Amarante
se presentará en la librería 80 MUNDOS de Alicante el jueves día 28 de enero a
las 20 horas.
Las
Flores de Ghundí es una novela juvenil y su lectura está recomendadaza para
chicos y chicas a partir de 3º de ESO.
Su pasión por la lectura se
remonta a su niñez, donde demostró un aprendizaje avanzado alimentado por la
literatura infantil que devoraba. En educación primaria, ya destacaba en
redacción y en expresión pero no fue, hasta los doce años, cuando comenzó a
escribir narrativa juvenil que les ofrecía a sus compañeros de clase como
divertimiento y estos, leían y le pedían más.
A pesar de haber crecido escribiendo,
nunca sintió la necesidad de enviar sus escritos a editoriales o concursos, lo
consideraba algo muy íntimo para ella y por ello, decidió participar en algunos
concursos de microrrelatos (en los cuales quedó finalista) y enviar su última
novela a editoriales hace menos de un año.
Es titulada en cuidados auxiliares
de enfermería y tiene previsto licenciarse en nutrición en la universidad de
Alicante. Se considera autodidacta, con unas ansias constantes de aprender.
Entre sus hobbies más relevantes, se encuentran leer, el cine y la realización
de puzles de más de 1.000 piezas.
Su obra “Las flores vivientes de
Ghundi” no solo es su primera novela publicada, también es la primera en el
género de ciencia ficción y fantasía que escribe pero en el que se siente muy
cómoda, tanto, que ya trabaja en una segunda parte y no descarta una tercera.
ACTIVIDADES:
LOS ZATNIS
Pasamos
la tarde sopesando la idea de acampar junto al lago y pasar la noche ahí. No
podían prometerme que lo que yo llamaba sirenas, se dejaran ver pero sí que
podría escuchar sus sonidos, el lenguaje de su comunidad y simplemente, por
eso, ya merecía la pena pasar la noche
ahí.
--¿Cómo
soportaremos el frío? Junto al lago y de noche la temperatura descenderá mucho
--Jasa parecía un poco preocupada por dejar la comodidad de su casa futurista
con calefacción.
Natt
se sentó junto a su hija en el sofá y la abrazó con ternura.
--Alquilaremos
cabañas de tela aislante --le dijo.
--Yo
puedo aportar algo de dinero, estáis siendo muy amables conmigo…
Los
cuatro se rieron mientras les miraba sin entender.
--Eres
muy amable, Violeta, pero tu dinero aquí no tiene curso, eres nuestra invitada
--me sonrió Alendra.
Kai
me miró sonriendo y con sus ojos azules centrados en mí. Me acarició la cara
con sumo cuidado.
--Deja
de preocuparte y disfruta, estás viendo cosas que dudo que pueda vivir otro
terrestre --musitó cerca de mi oreja. Le sonreí. Su rostro seguía
sorprendiéndome por la armonía de sus facciones. Su cabello rubio se mantenía
ligeramente peinado hacia atrás sin llegar a considerarse largo y su piel
desprendía un olor hechizante, suave y hogareño; cuando estaba cerca de él
tenía la sensación de estar en mi casa, en mi hogar.
--Muchas
gracias por esto --le abracé y me besó en el cuello cariñosamente erizando mi
piel
--No
hay de qué --me respondió--.Te lo mereces.
Natt
y Kai fueron a por algunos útiles que eran necesarios para la acampada y las
chicas nos quedamos guardando cosas como ropa y comida. Jasa no era la única a
la que le preocupaba el frío…Yo también temía que las noches en Yunka fueran
duras por su baja temperatura pero intentaba confiar, tanto Natt como Alendra y
Kai no accederían si no fuera viable.
Fuimos
en el Q28. Era media tarde cuando llegamos a las cercanías del lago y ya se
notaba un descenso importante de la temperatura respecto a esa mañana.
Las
cabañas de tela equivaldrían a las típicas tiendas de campaña que en la Tierra
eran tan comunes, parecían ligeras pero el tacto de la tela era diferente,
poseía un revestimiento polar tanto por la cara interna como externa y su forma
era cuadrada con el techo cubierto por una especie de plástico translúcido. Al
tumbarte te ofrecía una perfecta vista panorámica del cielo y eso me
maravillaba, podría ver las estrellas y la luna plateada justo antes de dormir.
Habían
alquilado dos cabañas y varias baterías cargadas con energías renovables, las
únicas que utilizaban ahí. Eran aparatos redondos y negros con una pequeña
pantalla táctil y podían conectarse aparatos eléctricos por un sistema parecido
al Bluetooh.
Kai
desplegó con ayuda de Natt lo que parecía una cabaña partida por la mitad
frente a los aparatos de cocción y pusieron una colchoneta en su base cubierta
con una manta a modo de sofá de forma telequinética.
--Esto
nos resguardará del frío cuando cenemos y estemos fuera de las cabañas --me
dijo Kai al verme que los observaba con curiosidad.
--Os
tomáis muchas molestias por mí…no queréis que me congele --me reí.
--Bueno,
nosotros también sentimos frío, ¿eh? --me sonrió y se acercó a mí.-- Mira, se
puede ver un poco la luna aunque aún no hay suficiente oscuridad para
disfrutarla --me señaló el cielo .Una tímida luna llena plateada lucía en el
cielo, su destello era débil por la luz de la tarde pero me parecía increíble
su belleza.
Ayudé
un poco en lo que me dejaron. Siempre alegaban que era una invitada y me
atosigaban con comodidades que no necesitaba así que decidí acercarme al lago
con Jasa.
--Cuéntame
más cosas sobre ellos --le pedí mientras caminábamos en su dirección.
Jasa
intimidaba con su belleza. Su rostro angelical y sus enormes ojos azules era
algo a lo que no podías acostumbrarte.
--¿Qué
quieres saber? --me sonrió de forma dulce.
--Cualquier
detalle, lo que sea…
Llegamos
a la orilla del lago y nos sentamos en el suelo escarchado. El lago estaba
rodeado por las mismas flores que recordaba de esa mañana, incluso, la planta
carnívora mantenía su plan de disfrazarse. Parecía tan inofensiva…
--Bueno…le
cantan a la luna llena, no sé si te sirve eso…
--¿Cantan?
--me sorprendí.
--Así
es, ellos tienen un lenguaje que utilizan para comunicarse con su comunidad pero
con cada luna llena, utilizan su idioma para hablarle a la luna y le dan
gracias, es como si hicieran conjuros…entran en un trance --me aclaró.
La
miré fijamente y volví a mirar al cielo para asegurarme.
--Hoy
es luna llena, Jasa.
Ella
se rió y asintió.
--¿Significa
que vamos a presenciar su canto a la luna? --Volvió a asentir sonriendo.
Por
ello deseaban pasar la noche junto al lago. Me habían hecho creer que no sería
fácil verles para sorprenderme. Había sido una tonta…
--Volvamos
--le pedí a Jasa llena de ilusión.
La
tarde se rendía y la noche entraba cubriendo el cielo con cientos de estrellas
y una luna llena que irradiaba un potente brillo plateado.
Tomado de: Las flores vivientes de Ghundi
Autora: Beatriz Ors Castañeira
1.-El Q28 es un vehículo, como habrás percibido.
¿Podrías imaginártelo? ¿Qué características tendría…? ¿Qué forma tendría? ¿Qué
velocidad alcanzaría?
2.-Cuando hablamos de energías renovables, ¿a qué
tipo de energías nos referimos? ¿Podrías citar algunas energías renovables? ¿Se
te ocurre algún otro tipo de energía que todavía no se utilice?
3.-Te proponemos que ilustres este texto y que
plasmes en tu ilustración los detalles más sobresalientes de este relato: el
lago, las flores, la luna, las tiendas y sobre todo, lo más mágico de él, los
zatnis. Envíanos tu dibujo y lo publicaremos en nuestro blog.
4.-Escribe
un relato donde tú seas el protagonista. Unos amistosos extraterrestres te
invitan a conocer su planeta. Envía tu historia por correo postal acompañado de
un dibujo y tus datos personales (nombre, apellidos, colegio, teléfono y una
dirección de correo electrónico) a:
Concurso literario Grupo Leo
Apartado de correos 3008
03080
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