Reseña:
Este libro
agrupa diez historias. Las 9 primeras, englobadas bajo el título ¡Qué asco de
bichos!, son cortas historias narradas en verso donde los protagonistas son, en
este orden, el cerdo, el cocodrilo, el león, el escorpión, el oso hormiguero, el
erizo, la vaca, la rana y el caracol y por último "el bicho de mi
tripa". En un alarde de imaginación desbordante, Dahl desarrolla estas 9
divertidas poesías pletóricas de situaciones hilarantes y no exentas de
moraleja. Teniendo en cuenta que estos poemas fueron escritos por Dahl en
inglés, cabe destacar el gran trabajo de la traducción para conservar en la
medida de lo posible la rima sin que el contenido pierda la fuerza estética y
narrativa original. El último cuento, titulado "El cocodrilo enorme"
desarrolla la historia de un cocodrilo de gran tamaño que siembra el terror en
la selva. Tiene una idea fija: comerse a un niño. Y para ello recurre a todo
tipo de trucos y disfraces y al grito de «Con el mejor manjar, sabroso y
delicioso, voy a llenar mi estómago vacío y goloso» atraviesa la selva
encontrándose con otros animales que le reprochan su glotonería hasta que llega
a la ciudad donde se vale de los más variados ardides para cazar a un niño,
tales como hacerse pasar por un balancín o incluso mezclarse con los animales
de madera de un tiovivo hasta que, como todos los malvados de los cuentos,
tiene un final que hace justicia a tan malévolas intenciones.
El autor:
Roald Dahl nació el 13 de septiembre de 1916 en
Llandaff, Glamorgan, País de Gales (Gran Bretaña), en el seno de una familia procedente
de Noruega.
Su padre
Harald, que falleció de neumonía cuando Roald todavía era un niño, era
propietario de una provechosa empresa de suministros náuticos. Su madre,
llamada Sofie Magdalene Hesselberg, se había convertido en la segunda esposa de
Harald tras el fallecimiento de la primera, Marie, en el parto de su segundo
hijo.
Tras
abandonar la escuela de Llandaff, Roald estudió en Inglaterra en la St. Peter’s
Preparatoty School y en un colegio interno de Repton, en Derbysire, lugar en el
que sufrió una rígida educación. Estas experiencias escolares sirvieron de base
en sus textos para el enfoque cruel del infante sobre el mundo adulto.
En 1933 Dahl
dejó sus estudios y comenzó a trabajar en Londres en la compañía petrolífera
Shell. Cuatro años después abandonó Inglaterra para trasladarse a Tanganika,
país en el que residió hasta el año 1939.
Cuando
estalló la Segunda Guerra Mundial, el joven y espigado Roald (medía casi dos
metros de altura) formó parte de la RAF, las fuerzas aéreas británicas, sirviendo
en el escuadrón radicado en Nairobi, capital de Kenia.
Dahl
participó en combates contra los fascistas y los nazis en Egipto, Libia y
Grecia, padeciendo derribos que le ocasionaron heridas de gravedad.
Parte de
estos avatares aparecieron en el “Saturday Evening Post”, en donde publicó un
relato corto titulado “A piece of cake”. Con posterioridad la colección “Over
to you” (1946) reincidió en su paso por la aviación militar.
En el año
1943 Dahl publicó su primer libro para niños, “Los Gremlins”. Diez años
después, en 1953, el escritor galés se casó con la actriz Patricia Neal (“Desayuno con diamantes”).
Mediante el
empleo de la ironía, el humor negro y/o macabro, y su ligereza narrativa, Roald
Dahl logró el triunfo literario tanto por sus fábulas morales de carácter
infantil y juvenil como por sus obras enfocadas a un lector más adulto,
significadas por finales sorprendentes y una orientación deliciosamente
perversa que aborda, además de su visión sardónica de las relaciones humanas,
temas involucrados con la ecología.
Gracias a la
colección de relatos cortos “Someone like you” (1953), Dahl alcanzó renombre
internacional. Posteriormente publicó otra antología de relatos con el título
de “Muá, Muá” (1959).
En esta
primera etapa trabajó con asiduidad en la escritura de guiones para series de
televisión, entre ellas la célebre “Alfred Hitchcock presenta”.
A partir de
los años 60 Roald Dahl, que contó en variadas ocasiones con la colaboración
como ilustrador de Quentin Blake, se volcó principalmente en la literatura
infantil y juvenil, especialmente tras el éxito de “James y el melocotón
gigante” (1961).
Más tarde
aparecieron “Charlie y la fábrica de chocolate” (1964) y su continuación
“Charlie y el ascensor de cristal” (1978), “El dedo mágico” (1966), “El
superzorro” (1970) “El cocodrilo enorme” (1978), “Los cretinos” (1980), “La
maravillosa medicina de Jorge” (1980), “El gran gigante bonachón” (1982),
“Cuentos en verso para niños perversos” (1982), “Las brujas” (1983), libro que
logró el premio Whitbread, “Matilda” (1988), uno de sus mejores y más conocidos
trabajos, “Agu Trot” (1990), “El vicario que hablaba al revés” (1991) o “Los
Mimpins” (1991).
Libros de
corte más adulto son “Mi tío Oswald” (1979), su primera novela larga, y los
volúmenes de relatos “El gran cambiazo” (1975), “Historias extraordinarias”
(1977), “Relatos de lo inesperado” (1979) o “La venganza es mía
S. A./Génesis y Catástrofe” (1980).
También
escribió textos de corte autobiográfico, como “Boy” (1984), “Volando solo”
(1986) o “Mi año” (1991), la obra teatral “The Honeys” (1955), y guiones
cinematográficos, entre ellos el título de James Bond “Sólo se vive dos veces”
(1967) y la película “Chitty Chitty Bang Bang” (1968). Curiosamente ambas eran
adaptaciones del escritor Ian Fleming.
Después de
divorciarse de Patricia Neal en 1983, el mismo año Roald Dahl contrajo
matrimonio con Felicity Ann “Liccy” Crossland.
Murió a
causa una leucemia en Oxford, el 23 de noviembre de 1990. Tenía 74 años.
El Ilustrador:
Quentin Saxby Blake (16 de diciembre de 1932)
es un ilustrador, escritor y dibujante británico. Es muy conocido por su labor
como ilustrador de literatura infantil, fundamentalmente de las obras de Roald
Dahl. Es licenciado en literatura inglesa.
Su estilo
artístico es muy característico, con líneas a tinta trazadas con rapidez e
inseguridad estudiadas. El color, por lo general, se da con manchones de
acuarela. Según ha explicado el autor, la espontaneidad de sus imágenes parte
de un primer dibujo realizado a mano alzada y con libertad, que luego va
puliendo. La caracterización de los personajes que cobran vida entre sus manos
es concebida milimétricamente, consiguiendo de esta forma aproximarse al mundo
del garabato que tanto prima en los dibujos infantiles, de ahí, quizá, su éxito
entre el público infantil.
Ha sido
condecorado con la Medalla Kate Greenaway, el Premio Bologna Ragazzi, se le
concedió el Premio Hans Christian Andersen en la categoría de ilustración en
2002 y el Premio Eleanor Farjeon en 2012.
LA VACA
Esta
es la historia cierta de una vaca
que,
desde que nació, se llamó Paca.
Tenía
siete meses y algún día
cuando
vino a vivir a la alquería.
Era
su aspecto un tanto singular
y
ella trataba de disimular…
Tenía
ciertas peculiaridades,
ciertas
taras, ciertas deformidades.
Sobre
el lomo tenía dos muñones,
dos
bultos del tamaño de melones.
Y
un buen día, los dos bultos crecieron,
Se
hincharon, se agrandaron y…se abrieron.
Yo
estaba allí con ella, en aquel prado
bastante
sorprendido y asustado.
Pero
no sucedieron cosas malas,
al
contrario, ¡le aparecieron alas!
Dos
alas formidables, imponentes,
con
plumas de oro y plata refulgentes.
Jamás
se había visto cosa así.
-¡Querida
Paca mía! ¿Es cierto, di?
¿De
veras te ha ocurrido a ti esa cosa
tan
sorprendente y maravillosa?
Pero
ya estaba Paca aleteando
y
un segundo después, ¡salió volando!
¡Una
vaca con alas, voladora!
¿Quién
vio una cosa así nunca antes de ahora?
Una
vaca que sabe alzar el vuelo
y
recorre tranquila todo el cielo…
Una
vaca que asciende hasta una nube
que
se lanza en picado y luego sube…
Enseguida
millones de turistas
llegaron
con sus trastos tomavistas,
y
las gentes de la televisión
también
aprovecharon la ocasión
de
rodar un suceso tan extraño,
¡la
cosa más fantástica del año!
Todo
el mundo decía: -¡Es formidable!
El
vuelo de esta vaca es admirable.
Todos,
menos un tipo algo patán
que
volvía de un viaje al Pakistán
y
que vociferó desde una roca:
-¡Eh,
tú, vaca, óyeme!, ¿te has vuelto loca?
¿Estás
descerebrada, vaca Paca?
¿o
acaso en vez de sesos tienes caca?
La
vaca, que oyó cosas semejantes,
bajó
para hacer vuelos más rasantes
y
luego se lanzó sobre el patán
gritando:
-¡Bombas fuera! ¡Allá te van!
Y
Paca, con magnífica destreza,
¡le
estampó …
ACTIVIDADES
1.-
¿Qué crees que le estampó la vaca al patán?
2.-
¿Qué significa patán? ¿Cómo lo llamarías tú en vez de patán?
3.-
¿Os animáis a inventar entre todos animales fantásticos y dibujarlos?
4.- Escribe
un cuento o un poema sobre alguno de los animales fantásticos que inventes y envíalo
acompañado de su dibujo con tu nombre, apellidos, curso colegio y teléfono a:
grupoleoalicante@gmail.com