Hoy, 28 de marzo, se cumplen 73 años de la muerte de Miguel Hernández. Como todos los
años queremos rendir homenaje al poeta de Orihuela y que su memoria a través de sus versos se mantenga viva y
palpitante.
En
esta ocasión nos hemos ido al maravilloso libro álbum del escritor y poeta
Pedro Villar y del ilustrador Pedro Villarejo “Miguel Hernández en 48 estampas”, magníficamente editado por la
editorial Amigos de Papel.
A
la manera de la literatura de cordel de los romances de ciego Pedro Villar, en
48 estampas y en cuartetas va desgranando toda la vida y obra del poeta y con
la fina y honda sensibilidad del ilustrador Pedro Villarejo.
Pedro
Villar nos acerca la figura del poeta de Orihuela y nos sumerge en un espacio
de ternura y sentimiento, y sobre todo, de emociones. No olvidemos que Pedro es
ante todo poeta y esta bendita circunstancia consigue esa maravillosa conexión
entre lo que escribe y nosotros sentimos al leerlo.
Conmovedor
este libro álbum y sobre todo por los efectos que consigue en los niños que lo
leen. Nos vienen a la memoria el encuentro de días pasados de Pedro Villar con
los niños de Nazaret y cómo han vibrado en sus voces, en sus cantares y en sus
sentimientos las páginas de este entrañable libro.
Pedro
Villar contribuye como nadie a la difusión pública de la obra y vida de Miguel
Hernández a través de sus visitas y encuentros en colegios e institutos y
reivindica su poesía humana y profunda por encima de cualquier posicionamiento
político. Ya lo dijo en otra ocasión el poeta vasco Gabriel Celaya
“Poesía para el pobre,
poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.”
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.”
Poesía
necesaria para educar a los niños, para alimentar su sensibilidad, para dar
continuidad de una manera natural al legado de un poeta del pueblo y que sintió
como nadie a los niños y que se aproximó a su mundo con emoción y sencillez.
Poesía
necesaria para el cambio, para el compromiso con los más necesitados, poesía
para vivir y soñar, para cantar, contar y jugar, y sobre todo, poesía para
crecer y ser felices.
Todos
estos ingredientes tiene la poesía de Miguel Hernández reflejada con maestría en
este maravilloso libro de Pedro Villar.
Poesía
para leer y sentir cada día y no solo cuando toque la campaña de turno.
El autor:
PEDRO VILLAR SÁNCHEZ (Almansa, 1960). Diplomado en
Magisterio y especialista en Educación Especial, desde 1982 ha trabajado en
varios centros escolares, combinando la actividad docente con el desarrollo de
experiencias didácticas sobre literatura y teatro. Comenzó a escribir en la
revista Aljibe, de la que fue director. Colabora en revistas y jornadas
dedicadas al libro y la lectura. Publicó diversas obras de poesía para adultos,
poesía infantil y álbum ilustrado, como “Los animales de la lluvia”, ilustrado
por Miguel Ángel Díez y galardonado por la Generalitat Valenciana con el Premio
al Libro Mejor Ilustrado 2008
RECORDANDO
A MIGUEL HERNÁNDEZ
El
28 de Marzo de 1942, aquí en la cárcel de Alicante, moría Miguel Hernández.
Hace ya, 73 años.
Como
recuerdo de su vida, de su obra, de su muerte os proponemos como lectura unas estrofas
que las reflejan.
En mil
novecientos diez
en la ciudad
de Orihuela
nacía Miguel
Hernández,
un futuro,
una promesa.
Era de
humilde familia
su padre no
fue a la escuela,
el comercio
del ganado
era su única
riqueza.
Abandona los
estudios,
tuvo que
dejar las aulas
para ayudar a
su padre
a pasturar
con las cabras.
Es muchacho
observador,
abierto y muy
receptivo,
lee y escribe
a escondidas
con esfuerzo
y sacrificio.
Escribe
emotivos versos,
cantos del
hombre a la tierra
o de tema
pastoril
inspirados en
la huerta.
En el año
treinta y seis
en El
rayo que no cesa
sonetos
hablan de amor
a Josefina
Manresa.
Tuvo que
tomar partido
y se alista
voluntario
con las
gentes más humildes
junto a los
republicanos.
Nacía Manuel
Miguel
finalizando
la guerra,
su pequeña
flor de almendro
que alivia
todas sus penas.
Lleva la
imagen del niño
que aletea en
el recuerdo,
el tiempo
pasa despacio
y así se va
consumiendo
Lo llevaron a
prisión,
siente el
dolor, la impotencia,
la nostalgia,
el sufrimiento,´
la soledad de
la celda.
Con treinta y
un años muere
de una cruel
enfermedad,
con los ojos
muy abiertos
y el alma de
par en par.
Tus ojos
llevan el agua,
la voz de los
oprimidos,
eres poeta
del pueblo,
fruto del
árbol nacido.
Ruiseñores y
naranjos,
llevadle la
luz más pura
al poeta
universal
de la huerta
del Segura.
Tomado del libro: “MIGUEL HERNÁNDEZ en 48 estampas”
Autor: Pedro Villar Sánchez
Ilustrador: Pedro Villarejo
Editorial: Amigos de papel
ACTIVIDADES:
- Busca en algún libro el poema “Las nanas de la cebolla”. Cópialo, apréndelo de memoria y recitarlo en clase.
- Elige la estrofa que más te guste y haz un dibujo para ilustrarla.
- Escribe un poema a Miguel Hernández. Envíalo por correo postal, acompañado de un dibujo, con nombre y apellidos, curso, colegio, nº de teléfono y dirección de e-mail a:
Concurso Literario Grupo Leo
Apartado de Correos 3008
(03080 Alicante)
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