Reseña:
En
su juventud, Olivier fue un gran mago de éxito mundial, pero cae en el desánimo
y con los años y la vejez malvive haciendo actuaciones en fiestas de
cumpleaños. Tras una actuación fallida en la que los niños se burlan de él,
decide abandonar, pero despidiéndose de la magia con un gran truco final: hacer
revivir a una muchacha de un cuadro de Sorolla. El esfuerzo es tal que acaba
sufriendo un ataque y va a parar a un asilo, donde un joven psicólogo se interesa
por él. Por su parte, tanto la policía como los conservadores del museo creen
que han robado el cuadro original y lo han sustituido por una copia en la que
falta uno de los personajes. Comienzan las investigaciones y los interrogantes.
Simultáneamente, en una playa de Valencia una joven se pasea asombrada. Ha
perdido la memoria y está perdida. Dos adolescentes se hacen cargo de ella y
deciden ocultarla.
El último truco de magia fue finalista del Premio Edebé de
Literatura Juvenil, es una novela sorprendente que encandilará a los lectores
jóvenes. Destacan en ella, como temas transversales, la amistad, el amor, la
igualdad de oportunidades entre sexos, la familia y el respeto a los mayores.
Libro recomendado a partir de 14 años.
La
autora:
Maribel
Romero Soler (Elche, 1966). Licenciada en Derecho, diplomada en Redacción y
Estilo, Novela Negra y Formación de Lectores. Pertenece a Grupo Leo, que
trabaja en la renovación pedagógica y la animación a la lectura en la provincia
de Alicante; imparte cursos de creación literaria y colabora como jurado en
diferentes concursos. Ha sido colaboradora de radio y prensa escrita y es
autora de diez libros publicados, seis de ellos de género Infantil y Juvenil.
Ha obtenido diversos premios y reconocimientos literarios, principalmente en
relato y novela. Fue la finalista del Premio Azorín de Novela en 2010;
finalista del Premio Volkswagen-Qué Leer en 2011; ganadora del Premio de Novela
Corta “Letras Oscuras” en 2011; y ganadora del Premio de Novela Corta
“López-Torrijos” en 2012. Con El último truco de magia fue finalista
del Premio Edebé de Literatura Juvenil en 2014.
Otros libros
de Maribel Romero Soler:
Charli y los
cinco peligros; Editorial Edimáter
Charli y el cofre del
tesoro; Editorial
Edimáter
Perro guardián; Editorial ECU
El mejor amigo
del niño; Editorial Edimáter
Más allá de las
estrellas;Editorial Edimáter
Versos traviesos; Editorial
Libresa ( Ecuador)
LA
ESCAPADA
— Un veinte de abril es un día
estupendo para fugarse del instituto por primera vez —dijo Nuria a su amigo.
— Claro, o un quince de octubre. Para
ti cualquier día sería bueno —contestó el muchacho.
Los dos amigos paseaban por la playa
en un espléndido día de primavera bañado de sol. El mar Mediterráneo, como un
animal dócil, mostraba con la más absoluta calma la intensidad de su color
azul, y se mecía en olas suaves que acariciaban la orilla. Era miércoles y
aquel paraje aparecía desierto; la vida se concentraba en la ciudad, en las
obligaciones y las prisas. Seguramente tres días más tarde el panorama sería
muy diferente. Las playas de Valencia se abarrotaban de gente los fines de
semana con la llegada del buen tiempo, y aquellos días de abril estaban
resultando ser de lo más agradables.
— ¿Has visto qué playa más tranquila?
—preguntó Nuria—. ¡Pero no me mires con esa cara Tristán, que parece que te
están matando! ¿Sabes? En vez de Tristán tenías que haberte llamado Tristón.
— Muy graciosa. Pues que sepas que
Tristán es nombre de héroe. Fue uno de los caballeros de la Mesa Redonda
—aclaró el muchacho.
— ¿La del rey Arturo?
— La misma.
— Pues te podían haber llamado Arturo,
que mola más.
Los dos chavales seguían paseando por
la playa y hablaban de sus cosas. Nuria trataba de convencer a Tristán de que
habían hecho bien fugándose del instituto, puesto que las clases que se iban a
perder eran un verdadero aburrimiento: matemáticas y música. «Ya está bien de numeritos
—decía la muchacha—, y no me hables de soplar la flauta, que me voy a quedar
sin aire en los pulmones», concluyó.
A Tristán, sin embargo, aquella
escapada le parecía una auténtica fechoría. No veía justo que su madre lo
creyera en clase atendiendo las explicaciones de los profesores cuando en
realidad se encontraba muy lejos de las aulas y de sus responsabilidades.
Aunque tampoco debía olvidar que había sido decisión suya. Nuria lo había
propuesto pero él había aceptado. A sus catorce años, jamás se había fugado de
una clase y ya comenzaba a ser considerado el friki del instituto.
Se sentaron en la arena y dejaron las
mochilas a sus pies. Sacaron los bocatas y se dispusieron a almorzar
acompañados por la brisa marina. En ese momento, y como si hubiese aparecido
por arte de magia, una muchacha morena ataviada con extrañas vestimentas
caminaba por la orilla del mar. Tristán fue el primero que la vio. Era una
chica alta y delgada que vestía un traje blanco largo hasta los pies y portaba
en la mano una elegante pamela, muy distinta a esas de colores que suelen usar
las chicas para protegerse del sol en un día playero. El vestido que llevaba
tampoco era el más adecuado ni para un miércoles ni para un paseo cerca del
mar. A veces, una leve ráfaga de viento hacía volar las tiras de gasa que
salían de la parte delantera de su traje, y la muchacha parecía una frágil
paloma que tuviera dificultades para emprender el vuelo. Llevaba el pelo
recogido en un moño algo antiguo y se la veía confusa y desorientada. Tristán
se lo comentó a su amiga.
—
¡Jostis! ¡Qué tía más
rara! Seguro que es extranjera, me recuerda a los guiris que vienen en verano
con sandalias y calcetines de rombos —dijo Nuria.
— ¿Jostis
has dicho? —preguntó Tristán.
— Ah, sí, es mi nuevo taco. Parece que
dices algo feo pero en realidad no dices nada. Mis viejos me han advertido que,
o modero mi vocabulario, o no hay moto, y ya sabes, chaval, que es el regalo
que deseo para mi próximo cumpleaños. A veces hay que hacer sacrificios —matizó
Nuria mientras giraba entre sus dedos pulgar e índice la bolita del piercing que lucía sobre la ceja
izquierda.
Tristán sonrió.
— ¿No te da la impresión de que esa
chica tiene problemas? —inquirió el muchacho.
— Sí, ya lo creo. Salir a la calle en
camisón es todo un problema. Quizá se ha fugado de un psiquiátrico. ¿Quieres
que nos acerquemos a charlar con ella?
— Prefiero que la observemos un rato.
Los dos amigos acabaron sus bocadillos
mientras contemplaban cómo la extraña joven caminaba por la orilla del mar.
Iba, volvía, como si buscara a alguien. Se la veía perdida, sin saber hacia
dónde dirigirse. Nuria se percató de que llevaba zapatos negros de tacón, en
vez de usar sandalias o de ir descalza para caminar por la arena, como hubiese
sido lo normal. Parecía que aquella muchacha se hubiera escapado de algún baile
de disfraces. Finalmente decidieron acercarse a ella.
Tomado del
libro: El último truco de magia
Autora: Maribel Romero Soler
Editorial: Edebé
Colección: Periscopio
ACTIVIDADES:
- ¿Por qué le dice Tristán a su amiga
que su nombre es nombre de héroe?
- ¿Estaba Tristán satisfecho por
haberse fugado del instituto?
- Escribe un cuento o un poema
sobre una muchacha misteriosa que aparece paseando por la playa y envíalo
por correo postal, acompañado de un dibujo, con nombre y apellidos, curso,
colegio, nº de teléfono y dirección de e-mail a:
Concurso Literario Grupo
Leo
Apartado de Correos 3008
(03080 Alicante)
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