Reseña:
Los
personajes de los tres cuentos pertenecen al reino animal y cada uno actúa de
manera consecuente con su carácter y filosofía particular.
Tranquila
Tragaleguas decide ir a la boda del rey de la selva, pero lamentablemente es
muy lenta, más sabe que poco a poco llegará a su destino. Así pues, comienza a
caminar y en su recorrido se va encontrando con varios animales que le dicen
que desista, pero ella no les hace caso y continua lentamente hasta que
consigue llegar.
Filemón
Arrugado es un pacifico elefante que vive feliz contemplando todo lo que lo
rodea, al contrario de las moscas, que están convencidas de su superioridad
sobre todos los otros animales de la selva y para confirmarlo les proponen a
algunos de ellos jugar un partido de fútbol. El elefante no sabía que un día
iba a jugar un partido de fútbol con unas moscas y que iba a perder, porque en
aquel momento estaba observando la luna.
Norberto
Nucagorda es un rinoceronte que desconfía de todos, piensa que cualquiera
podría atacarlo y no se relaciona con los otros animales ni tampoco se interesa
en lo mas mínimo en ellos. El carácter intolerable de Nucagorda obliga a los
otros animales a marcharse de la zona y buscar un lugar más tranquilo para
vivir.
Edad recomendada:
A partir de 8 años.
El autor:
Michael
Andreas Helmut Ende nació en Garmisch-Patenkirchen, Alemania, el 12 de
noviembre de 1929. Fue uno de los más grandes y exitosos escritores alemanes de
la posguerra, al vender cerca de 20 millones de libros en cuarenta diferentes
idiomas a lo largo del mundo. Sus novelas como La historia interminable, Momo,
Jim Botón y El ponche de los deseos, capturaron el corazón de grandes y chicos.
Michael Ende fue hijo de Luise Bartholoma (1892-1973) y el pintor surrealista
Edgar Ende (1901-1965).
Desde su infancia recibió una densa educación humanística y artística, al verse influenciado por las ideas visionarias y surrealistas del trabajo de su padre, y experimentar el imaginario mundo de la pintura como real durante cada día de su vida. En 1931 su familia se traslada a Berging, cerca de Munich. Allí, Michael conoce a la familia Buchner y al pintor Fanti, quien le narra muchas fábulas y le muestra diferentes esbozos. Michael aprendió a contar historias de él.
Desde su infancia recibió una densa educación humanística y artística, al verse influenciado por las ideas visionarias y surrealistas del trabajo de su padre, y experimentar el imaginario mundo de la pintura como real durante cada día de su vida. En 1931 su familia se traslada a Berging, cerca de Munich. Allí, Michael conoce a la familia Buchner y al pintor Fanti, quien le narra muchas fábulas y le muestra diferentes esbozos. Michael aprendió a contar historias de él.
En
1943 ante la crudeza de la II Guerra Mundial y de los bombardeos sobre Munich,
Michael huye a su ciudad natal. Allí estudia en el Klamer House, donde comienza
a escribir poemas bajo el estímulo de su buen amigo Bokarius.
En
1947 entra en la Escuela de Steiner, en Studtgardt. Allí se siente atraído por
el teatro, lo que le lleva a fundar el grupo "Teatro de Desván" en
compañía de cuatro amigos en el desván del American House.
Ende
empezó a trabajar como actor, luego crítico y finalmente de dramaturgo; lo cual
duró aproximadamente diez años. Sin embargo, el mundo de los cuentos
infantiles, universo impensado dentro de sus proyectos, entró en su vida
inesperadamente de la mano de un amigo, el día que éste le pidió unas páginas
escritas para un libro ilustrado. Así nacieron Jim Botón y Lucas el maquinista y posteriormente Jim Botón y los trece salvajes, en los
que su amigo intervino como dibujante.
En
1974 recibió el Premio de Literatura Adolescente de Alemania. Un año después,
escribiría la ópera Momo y los ladrones
del tiempo para el compositor Mark Lotard. Su obra más popular La Historia
Interminable , obtiene un éxito apabullante y recibe el Premio
Janusch-Kortschack, donando el dinero ganado a los institutos infantiles
varsovianos.
Murió
el 28 de Agosto de 1995 en Stuttgart, Alemania a la edad de sesenta y cinco
años. Preparaba, en ese momento, una nueva versión ilustrada de su libro Lirum Larum, publicado en Alemania a
fines de la década del 70.
El ilustrador:
Alberto Pieruz
“Nací a muy temprana edad en la muy
noble, muy leal, benemérita, invicta, heroica y buena ciudad de Oviedo.
Desde que tengo memoria me dedico a
dibujar monigotes en libros. Dibujé una educación general básica y un
bachillerato que me quedaron preciosos. Después, un título de Bellas Artes en
Salamanca… y casi todo de memoria. A continuación, ya que iba a seguir
dibujando, pensé que lo mejor es que me pagaran por ello. Me hice ilustrador y
sigo, con asombro, mi carrera como pintamonas.
En un giro inesperado de los
acontecimientos me ofrecieron colaborar en la Fundición Príncipe de Astucias.
El resto es historia.”
Unos cuentos
Tranquila
Tragaleguas, la tortuga cabezota
Una hermosa mañana, la
tortuga Tranquila Tragaleguas se encontraba en su pequeña y agradable
madriguera tomando el sol y comiendo sosegadamente una piel de plátano.
Por encima de ella, en
las ramas de un viejo olivo, estaba la paloma Sulaica Pecho de Plata
lustrándose su brillante plumaje. Entonces llegó su compañero, Salomón Pecho de
Plata, le dedicó varias reverencias y exclamó:
-¡Oh!, Sulaica, alegría
de mi corazón!, ¿ya te has enterado? El Gran Sultán de todos los animales, Leo
Vigésimo-Octavo, va a celebrar su boda. ¡Así que pongámonos en marcha y volemos
juntos a su cueva, luz de mis ojos!
-¡Oh, esposo y señor
mío! -zureó la paloma-. ¿Es que estamos invitados?
-No te preocupes por
eso, estrella de mi vida -le contestó Salomón Pecho de Plata mientras le
dedicaba algunas reverencias más-, todos los animales, grandes y pequeños,
jóvenes y viejos, gordos y delgados, de agua y de tierra, están invitados; así
que nosotros también. Será la fiesta más hermosa que jamás haya existido. Pero
tenemos que darnos prisa, porque el camino hasta la cueva del león es muy
largo, y la fiesta se celebrará pronto.
Sulaica asintió y las dos palomas se
alejaron volando.
Tranquila Tragaleguas,
que lo había oído todo, se puso a meditar tan profundamente que incluso se
olvidó de acabarse el resto del desayuno.
"Si todos los
animales, grandes y pequeños, viejos y jóvenes, gordos y delgados, de agua y de
tierra, están invitados a la boda", se dijo Tranquila a sí misma,
"entonces yo también debo estar. Así pues, ¿por qué no tendría que ir yo a
la fiesta más bella que se haya celebrado jamás? "
….........
Filemón Arrugado
En medio de la selva india vivía un elefante muy viejo y muy sabio que
se llamaba Filemón Arrugado. Acostumbraba a estar sobre sus cuatro patas, tan
inmensas como columnas, a la orilla del río sagrado, y de vez en cuando se
lanzaba un poco de arena blanca por la cabeza o tomaba una ducha fría para
refrescarse; porque la Naturaleza, tan generosa, además de otros muchos
regalos, lo había dotado de una ducha propia. De hecho, era evidente que la
trompa era una parte del cuerpo muy útil y podía servir par muchas cosas.
Filemón Arrugado se daba cuenta de ello cada día que pasaba con suma gratitud y
alegría.
….........
Un poco más adelante, allá donde el río sagrado
tuerce hacia la derecha formando un recodo, se había acumulado en la orilla un
gran amasijo de algas podridas y de otras cosas bastante desagradables que las
aguas habían arrastrado.
Aquel amasijo desprendía una peste
extremadamente desagradable. Los animales de los alrededores se habrían
alegrado muchísimo de librarse de aquel amasijo apestoso, pero lamentablemente
aquello comportaba muchas dificultades. Porque lo cierto es que el amasijo
estaba habitado y en él vivía una gran cantidad de inquilinos. Se trataba de
una numerosa colonia de moscas de todas las clases y tamaños. Ni siquiera las
propias moscas habían conseguido saber cuántos habitantes ocupaban aquella colonia
(porque no sabían estarse quietas ni un instante y no dejaban de revolotear ni
de mezclarse sin dejar de zumbar). Pero eran muchísimas, de eso no había duda
alguna. Y como eran tantas, se sentían enormemente importantes.
Norberto Nucagorda o el rinoceronte desnudo
Había una vez un rinoceronte que se llamaba Norberto
Nucagorda. Vivía en medio de la gran sabana africana, cerca de un cenagal
fangoso, y era muy desconfiado. Bueno, ya se sabe que todos los rinocerontes
son desconfiados, pero en el caso de Norberto la cosa, ya pasaba de castaño
oscuro.
- Es buena idea –solía decirse a sí mismo- ver a todos los
demás animales como si fuesen tus enemigos. De ese modo no puedes llevarte
sorpresas desagradables. En el único en el que puedo confiar es en mí mismo.
Esta es mi filosofía.
Estaba orgulloso de tener incluso su propia filosofía, pues
ni siquiera en este punto quería fiarse de nadie.
….........
Los animales más pequeños le tenían miedo y los grandes
preferían evitarlo. Incluso los elefantes hechos y derechos lo hacían, porque
Norberto era muy irascible y armaba un alboroto por cualquier tontería. Y cada
día que pasaba era peor. Hasta que llegó el momento en que el resto de animales
comenzó a correr peligro de muerte cada vez que se acercaba al agua del cenagal
para beber. Los cachorros ya no podían jugar ni bañarse allí, y ni siquiera los
pájaros podían cantar porque inmediatamente llegaba Norberto Nucagorda hecho un
basilisco y lo pateaba todo gritando que lo estaban atacando.
Pero las cosas no podían seguir así y en eso estaban todos de
acuerdo. De modo que los animales convocaron una reunión para discutir qué se
podía hacer. Y, para que realmente todos pudiesen participar en la asamblea,
prometieron solemnemente que se comportarían de forma pacífica, ya que, como es
de suponer, entre ellos había muchos que no eran precisamente amigos.
Tomado del libro: La tortuga tranquila y otros cuentos
Autor: Michael Ende
Ilustrador: Alberto Pieruz
Editorial: ALGAR
ACTIVIDADES:
- ¿Llegará Tranquila Tragaleguas a la boda? Describe algún problemilla que pueda encontrar en el camino.
- Imagínate a los inquilinos de la ciénaga. ¿cómo será una nube de moscas? ¿Qué podemos hacer para tener limpios nuestros ríos y montes?
- ¿Qué normas crees que se deben cumplir en una asamblea para poder discutir opiniones y tomar decisiones?
- Escribe un cuento o poema contando una historia de un animal y envíalo acompañado de un dibujo y vuestro nombre, apellidos, curso, colegio y número de teléfono particular a:
Concurso literario Grupo Leo
Apartado de Correos 3008
(03080 Alicante)
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