Reseña:
Ana es una
niña de seis años, que tiene unas ganas inmensas de aprender a leer y sobre
todo a escribir palabras difíciles y bonitas.
Constantemente
les pide a sus padres y hermanos, que son mayores, que le lean cuentos, pero
nunca encuentran tiempo para ello y a veces se siente sola. Por eso, les pide a
los Reyes Magos que le traigan un perro de verdad, pero se lo traen de peluche
y Ana se siente muy decepcionada.
Penélope es
su mejor amiga. Son vecinas y se divierten mucho bañándose en una pequeña
piscina hinchable soñando que son ballenas, delfines, sirenas…Y es Penélope
quien, al ver lo decepcionada que se siente su amiga, le da una gran idea: que
se haga paseadora de perros, pero de perros pequeños.
Cuando una
vecina, bastante gruñona, sufre un pequeño accidente que le impide salir a
pasear con su perrita, le pide a Ana que lo haga ella. Se siente muy feliz y
toda su familia se alegra y la animan, y todo iba perfectamente hasta que un
día ocurre algo que no puede soportar y decide acabar con su trabajo.
La autora
refleja perfectamente el mundo de dos niñas que viven felices y con intensidad
cada momento de su vida, resultando una historia llena de ternura y emoción,
escrita desde una óptica infantil.
Y las
magníficas ilustraciones de Óscar T. Pérez enriquecen el texto y reflejan de
una manera encantadora la personalidad de las protagonistas y de todos los
personajes del libro.
La autora:
Carmela
Trujillo nació en 1966 en un pueblo cacereño llamado Talayuela, aunque desde
los cuatro años ha vivido en Sabadell (Barcelona).
Se licenció
en Filosofía y Ciencias de la Educación en la Universidad Autónoma.
Trabajó
abriendo cuentas bancarias, también como administrativa en varias empresas y al
final, la labor con la que más ha disfrutado y que continúa ejerciendo, es la
de ser madre de tres hijos.
Comenzó su
andadura literaria en el año 2001 con relatos cortos y fue en 2006 cuando obtuvo
su primer premio de novela con Clic-foto. A partir de esa fecha se adentró en
la narración infantil y entró por la puerta grande con Esto no puede seguir así,
ganando el premio de Literatura Infantil Vila d’Ibi. Desde entonces, ha
alternado los libros infantiles y juveniles con los de adultos, que han
merecido distinción en España, y en Sudamérica (Argentina y Ecuador), tanto en
relatos cortos como con las novelas.
Otros de sus
libros dedicados al público infantil son:
En las
nubes.
Cuando las
vacas tomen el té a las cinco.
Lo recuerdo
perfectamente.
La lluvia
llegó con Gabriela.
El ilustrador
Queridos Reyes Magos
Este año me he portado muy bien. Pediría
mucha cosas, pero sola quiero una:
¡¡¡ Un perro!!!
Un perro. Un perro, Un perro. Un perro.
Un perro. Un perro. Un perro. Un perro.
Un perro. Un perro, Un perro. Un perro.
Un perro. Un perro. Un perro. Un perro…
Llené la
carta por delante y por detrás. ¡Toda! Luego, la firmé. Ana
Y dibujé un
perro clavado a Lola, la perrita de doña Pepa. Me quedó una carta chulísima.
También dibujé, estrellas. Copos de nieve. Una carroza. Una margarita. Cosas de
esas que le gustan a los Reyes. Y un murciélago, porque los murciélagos me
salen muy bien. Lo pinté de color rosa.
Y sí, los
Reyes Magos me trajeron un perro. ¡Pero de peluche! Lo llamé Lolo.
Mis hermanos
se rieron mucho. Me dijeron dos cosas:
Que yo no
sabía escribir.
¡Eso me
dijeron!
- Me
gustaría tener un perro de verdad –le cuento después a Penélope, dentro de nuestra
piscina enana.
Lolo está
sentado en una silla. Es un peluche suave. Suavísimo. Me mira con sus ojos
marrones y brillantes. Ojos que parecen canicas. Se ha quedado serio. No le
hace gracia lo que acabo de decir.
- Pero mis
papás no quieren –añado.
Ahora Lolo
parece que sonríe. Y que mueve la cola.
- Hay chicos
que son paseadores de perros –me cuenta ella.
La miro sin
entender nada.
Me explica:
- Hay
personas que tienen perros. Pero a veces no pueden sacarlos a pasear. Entonces,
contratan a alguien.
- Ahhh.
- Pero nadie
querrá contratar a una niña de seis años. Eres muy pequeña, Ana.
- Ya -le
digo triste-. Además, ¿qué pasaría si el perro es enorme?
Y me imagino
que el animal sale corriendo. Que me arrastra por la calle. Me toco las
rodillas. Me duelen solo de pensarlo.
Penélope
tiene una gran idea:
- ¡Pero
tenemos que intentarlo!
- ¡Sí!
- ¡Hagamos
un cartel!
- ¡Vamos!
En mi
escritorio hay de todo: folios, una caja de rotuladores, lápices de colores… Como
ella sabe escribir, escribe con un rotulador:
Niña de seis años,
- Pon que es
una niña responsable –dice mi hermano Diego-. Si no es una niña responsable, no
la llamarán.
muy
responsable,
se
ofrece para pasear perros
¡Gratis!
- ¿Gratis?
–le pregunto, sorprendida.
- Claro,
solo tienes seis años –me explica Penélope-. No puedes cobrar.
- Ah, bueno.
Pero pon que tienen que ser perros pequeños.
¡Y
que sean pequeños!
- Y pon que
vivan en la misma calle, que si no, me perderé.
Y
que vivan en la misma calle.
Llamen
al Bajo 1º.
- Y mi
nombre, pon mi nombre –le digo-. Bueno, eso sé hacerlo yo.
Cojo el
rotulador y escribo:
Ana
Extraído de: La niña que quería pasearperros (pequeños)
Autora: Carmela Trujillo
Ilustrador: Óscar T. Pérez
Editorial: Algar, colección Calcetín blanco.
ACTIVIDADES:
1.- Crees
que Reyes Magos no le trajeron a Ana un perro de verdad por lo que dicen sus
hermanos o por alguna otra razón?
2.-
¿Contratará alguien a Ana para pasear a un perrito?
Hablad en
clase sobre las cosas que ha de tener muy en cuenta la gente que sale a pasear
con su perro.
3.- Escribe
un cuento o un poema cuyo protagonista sea tu mascota o la que te gustaría
tener y envíalo por correo postal con un dibujo indicando tu nombre, apellidos,
número de teléfono particular y e-mail de tus padres a:
Concurso Literario del Grupo Leo
Apartado 3008
03080 Alicante.
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