Reseña:
Este
álbum ilustrado de pequeño formato da vida a una
historia llena de ternura que pone en valor la magia de leer, contar y escribir
cuentos. Contiene una
preciosa historia sobre Lena y su abuela María, que cumple cien años, por lo
que Lena quiere regalarle algo muy especial. ¿Qué le puede regalar a su
abuela? Suerte que sus compañeros, e
incluso el maestro, están dispuestos a darle un montón de ideas.
Su
profesor Julio, capaz de percibir los conflictos internos
de los niños permite a Lena exponer su duda y contar la
historia de su abuela, una amante de los cuentos que lee a Lena sus historias
favoritas en voz alta: “Incluso cuando la abuela ya se había ido, notaba su
voz, como una canción que me acompañaba”.
Finalmente,
Lena decide escribir un cuento a su abuela, una historia que recuerde a la
abuela la niña que era. Lena disfruta redactando un texto lleno de memoria que
no es otro que el que el lector tiene en sus manos.
La niña que solo pudo llevarse una cosa es un cuento infantil plagado
de valores que los adultos no deben jamás olvidar: la necesidad de compañía de
la gente mayor, la importancia de la lectura en voz alta para asegurar vivencia
del cuento, la necesidad de escribir para fijar la memoria (histórica en este
caso)...
Edad recomendada:
7-8 años
La autora:
Eulàlia
Canal. Nació
en Granollers, el 6 de marzo de 1963. Comparte el trabajo de escribir con la de
ser madre y de psicóloga,su profesión oficial.
Su literatura se caracteriza por la humanidad de las historias, la ternura con que trata los personajes, la riqueza del lenguaje y la poesía de la prosa. De hecho empezó su vida literaria con un libro de poemas, Andén blanca, con el que ganó el Premio Òmnium Cultural 1998. Le siguieron Emociones y Sentimientos (disco-libro con cuentos y canciones) y Quién enviaba besos a la estrella (Premio Ciudad de Ibiza de Narrativa Infantil 2005). En la colección Sopa de Libros de la editorial Barcanova, además de Las siete dientes de la Palangana, hay publicado Un beso de mandarina (Premio Barcanova de Literatura Infantil y Juvenil 2006).
Ella misma nos hace saber que nació en una casa llena de libros, por lo tanto llena de misterios e historias para descubrir. La ilusión para conocer historias nuevas, fueran escuchadas, leídas o imaginadas, parece no haberla dejado nunca. No se las descuida ni cuando sale de casa: "... ahora no salgo nunca de casa sin llevarme un libro: si no lo llevo en la mano o en el bolso, lo llevo dentro de la cabeza."
Este mundo tan rico y lleno de historias no se lo ha guardado para ella sola, sino que lo comparte con su marido y tres hijos: Ada, Ona y el Nilo, que para ella son los críticos más sinceros que ha tenido nunca. Por suerte, también ha querido compartirlo con todos nosotros, sobre todo con los niños de la que le gusta escuchar las preguntas y aún más las explicaciones, cuando los va a visitar a las escuelas.
"Nací
frente a la estación de un tren que no tenía prisa. Tenía tan poca que lo
sacaron del todo al poco tiempo. Todo iba rápido y el pobre tren ya no lo
quería nadie. Crecí haciendo cabañas al Alzineta cuando aún había muchos pinos
grandes y preciosos, fuegos de San Juan al Plan de Gubianas, jugando al
campanario cuando la puerta estaba siempre abierta, haciendo los mejores
paquetes de regalo del mundo en la tienda de casa , jugando al fútbol con los
amigos todos los días de la semana y mirando como pasaba el rebaño por delante
de casa. Dibujaba, pintaba, como todo el mundo en mi casa. Una maestra me dijo
un día que ya no dibujaríamos más en clase, porque ya teníamos 9 años. Más
tarde descubrí que había gente que se dedicaba profesionalmente a hacer
ilustraciones y eran personas adultas. Pero yo ya no era un niño y no sabía
seguro que quería ser cuando fuera grande. Pero quería ser feliz. Como los de
mi casa, como la gente de la madriguera, como los gigantes, como tanta otra
gente mayor y feliz. No hay el tren ni la estación, faltan muchos pinos al
Alzineta, el campanario siempre está cerrado. Pero he descubierto que hay
personas adultas que escriben historias y cuentos de trenes, de árboles, de
campanarios. Y de corderos como aquellos del rebaño que pasaba por delante de
casa. Y me gusta imaginar mundos, y los pruebo de cambiar y de pintarlos de
colores nuevos. Y mira por donde, la gente más feliz que conozco, es gente
adulta y que cambian el color del mundo
siempre que pueden.
Estudié
un tiempo en la Escuela Massana y fue allí donde descubrí el oficio de
ilustrador. Me empecé a maravillar por la obra de Montse Ginesta y de Carme
Solé Vendrell y todavía ahora son mis referentes. Publiqué el primer libro en
1995 de la mano de Elena O'Callaghan.Desde entonces he ilustrado libros
publicados por Editorial SM, Editorial Anaya, Baula, La Galera, Edebé, Alma Libros,
Editorial Everest, Edelvives, Parramón Ediciones, Editorial Santillana, Algar
Editorial, Grijalbo Mondadori, Pirueta Editorial, José María Artigal editor,
Ediciones del Albí, Columna Ediciones, Ediciones Bromera, Publicaciones de la
Abadía de Montserrat, Editorial Teide, Almadraba Editorial, Grupo Anaya, Grupo
Promotor, Planeta, Cavall Fort y Tretzevents.También he colaborado con
proyectos del Auditorio, La Roda, Diputación de Barcelona, Adifolk y Focus
con ilustraciones de gran formato."
UN
REGALO PARA MI ABUELA
Lena
llegó tarde a clase y con todo el pelo despeinado.
Por
eso, Julio, el maestro de Lena, supo que pasaba algo.
...es
que tengo en la cabeza un problema que me ocupa todo el cerebro y no me caben
los demás...
Lena
cogió aire y explicó:
-
Mañana mi abuela María cumple 100 años y le quiero regalar algo muy muy especial, y no se me ocurre qué podría
ser.
Entonces, como si hubiera
descorchado una botella de champán, empezaron a llover ideas.... Por eso, Julio
tuvo que recurrir a la fórmula mágica para conseguir silencio.
Un,
dos, tres,
labio
contra labio
y el
ruido es un pez!
La
calma volvió, y Julio miró a Lena y dijo:
- A
ver, ¿qué te han parecido las propuestas de tus compañeros?
- No
sé... Es que tiene que ser algo que emocione a mi abuela, que la haga feliz.
-
Quizá deberíamos saber más cosas sobre ella, saber qué le gusta. ¿Nos puedes
contar algo?
… - Cuando mi abuela tenía 9
años tuvo que huir a Francia por la guerra.... Mi abuela y su hermana se
querían llevar toda la ropa, los juegos... Pero el padre les dijo muy serio.
“Solo os podeis llevar una cosa”...
Y la
abuela María se llevó... un libro de cuentos.
-
Pues ya está, ¡le puedes regalar un libro!
Tomado
del libro: La niña que solo pudo llevarse una cosa
Autora: Eulàlia Canal
Ilustrador: Valentí Cubianas
Editorial: ALGAR
ACTIVIDADES:
1. ¿Por qué crees que los compañeros de Lena querían saber cosas de la abuela?
2. Hacer un regalo a una abuela es muy
difícil. ¿Qué le regalarías a la tuya?
3. Escribe un cuento o un poema pensando en tu
abuela y envíalo acompañado de tus datos personales y de un dibujo a:
grupoleoalicante@gmail.com
1 comentario:
Un libro que ha gustado .Se ha trabajado en ambas versiones :En Castellano y en Valenciá.
Aprovecho esta ocasión,ya liberado del trabajo intenso del concurso para, una vez más,reconocer la labor constante y callada del Coordinador del blog. Gracias, Paco, por tu entrega y colaboración con el Grupo Leo.Ya hace un año.
Así unos a otros nos contagiamos de del buen hacer como Grupo.
Diego.Coordinador Grupo Leo
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