Reseña:
Huck Finn y el esclavo
Jim se ven obligados a huir por el río Misisipi hacia los estados libres, donde
la esclavitud está abolida. Sin embargo, a lo largo del viaje tendrán que hacer
frente a numerosas dificultades. Asesinos, aristócratas sanguinarios y
estafadores los harán vivir aventuras tan peligrosas como sorprendentes, con un
desenlace completamente inesperado.
Las
aventuras de Huckleberry Finn es una sátira de la esclavitud y está considerada
una de las obras maestras de la literatura norteamericana.
El Autor:
Mark
Twain pseudónimo
de Samuel Langhorne Clemens (Misuri, 1835 – Connecticut, 1910) se convirtió en
el padre de la novela realista en Estados Unidos.
Trabajó como aprendiz de un impresor y como cajista,
y participó en la redacción de artículos para el periódico de su hermano mayor
Orion. Después de trabajar como impresor en varias ciudades, se hizo piloto navegante en el río Misisipi, trabajó con poco éxito en
la minería del oro, y
retornó al periodismo. Como reportero,
escribió una historia humorística, La célebre rana saltarina del condado de
Calaveras (1865), que se hizo muy popular y atrajo la atención hacia su
persona a escala nacional, y sus libros
de viajes también fueron bien acogidos. Twain había
encontrado su vocación.
Consiguió
un gran éxito como escritor y orador.
Su ingenio y sátira recibieron alabanzas de críticos y colegas, y se hizo amigo
de presidentes estadounidenses, artistas, industriales y realeza europea.
Versionado:
Jesús Cortés Zarzoso nació en Torrent, el 3 de marzo de 1962,
más conocido como Jesús Cortés es un traductor y escritor valenciano de literatura infantil y juvenil. En los premios
literarios Ciudad de Alzira obtuvo el Premio Bancaja de Narrativa Juvenil 1997
con la obra “No me puedes decir adiós”, y en 1999 ganó el Premio de
Narrativa Infantil y Juvenil Vicent Silvestre con “El ojo de la momia”.
Ilustradora:
Elisa Ancori (1990),
se licenció en la Universidad de Bellas Artes de Barcelona, especializándose en
dibujo y pintura. Un año después realizo un postgrado de ilustración. Su obra
se ha expuesto en Barcelona, París y Alemania y en diferentes galerías, así
como en ferias de arte. Actualmente se dedica a la producción artística y a la
ilustración freelance, trabajando en publicidad, moda y editoriales. Sus obras
giran en torno a la conexión de la naturaleza con el hombre.
LAS AVENTURAS DE
HUCKLEBERRY FINN
Tras los rugidos
comenzaba a escupir maldiciones. Y con cada una mi padre se mostraba más y más
encolerizado, hasta que perdía la razón por completo y me descargaba toda su
rabia a garrotazos o con el cinturón.
- ¡Toda
la culpa es tuya! ¡Tuya!... ¡Tuya!...
Así era casi siempre y
así ocurrió durante más de dos meses. Hasta que ya no pude con tantos moratones
y decidí escapar de la cabaña, y huir lejos de San Petersburgo y de todo lo que
no hacía más que fastidiarme.
Al principio no supe cómo hacerlo. La puerta de la
cabaña, cerrada por fuera, era de roble macizo. Por los ventanucos no cabía ni
un perro. La chimenea era demasiado estrecha. Pero tuve suerte. Encontré un
serrucho viejo y oxidado, sin mango, mi llave hacia la libertad.
Siempre que mi padre se marchaba, me ponía a serrar por
debajo de uno de los troncos que había al fondo de la cabaña. Mi padre los
tenía cubiertos con mantas para que no entrara el viento. Tras muchas ausencias
de mi padre y horas de trabajo incansable, acabé por serrar todo el tronco y lo
desenterré. Cuando pude sacar el trozo cortado, el agujero que quedó en el
suelo era suficientemente grande para salir, aunque no sin dificultades.
En mi primera salida no huí. Solo me dediqué a echar un
vistazo por los alrededores y por el río. No demasiado lejos encontré una canoa
atrapada y casi oculta por la vegetación. Tenía un remo dentro. Todo indicaba
que la corriente la debía de haber arrastrado a la deriva desde algún lugar y
había acabado allí. Estaba en buen estado. Podía servirme para huir.
En la segunda salida, mi plan de fuga ya se había puesto
en marcha. Lo tenía todo bien pensado. Con la escopeta de mi padre cacé un
jabalí. Con el hacha rompí el cerrojo de la puerta. Puse el jabalí en medio de
la cabaña y le corté el cuello para que se desangrase. Después lo arrastré
hasta el río dejando un buen rastro, y lo lancé al agua atado a un saco de
piedras para asegurarme de que se hundía.
Comenzaba a oscurecer
cuando lo tuve todo cargado en la canoa. Era una noche tranquila, así que solo
tenía que preocuparme por alejarme de allí. Y eso hice. Dejé que la corriente
del Misisipi me arrastrara entre los numerosos troncos que bajaban de las
aserradoras y flotaban a la deriva.
Pronto pasé por delante
del muelle de los vapores de ruedas. Se veía mucha gente, pero entre tanto
tronco nadie se fijó en mi canoa. El río se ensanchaba muchísimo más allá del
muelle. Se ensanchaba tanto que, en un día muy claro, desde una orilla no
podías ver la otra. Yo conocía otros ríos, pero ninguno que tuviera islas o
islotes a lo largo de su curso. El Misisipi incluso tenía islas enormes en
medio de sus aguas. Y hacia una de estas me dirigí. Se trataba de la isla de
Jackson. Se hallaba a poco más de dos millas del muelle, río abajo. Era una
isla grande y sombría, llena de bosques y colinas. Nunca iba nadie y me pareció
un buen escondrijo para ocultarme durante unos días. En la orilla orientada
hacia Illinois escondí la canoa entre os sauces y desembarqué. En la espesura
del bosque levanté un campamento y cuando anocheció encendí una hoguera.
Después preparé una caña y pesqué unos bagres para cenar.
Más tarde, mientras fumaba una pipa junto al fuego, me
sentí satisfecho por cómo había salido todo. Sin embargo, poco después, comencé
a sentirme solo y busqué la compañía del río. Sentado a la orilla, el chapoteo
del agua me servía de compañía. Solo añoraba a mi amigo Tom. Seguro que si me
hubiera acompañado en la huida me habría felicitado por lo que había planeado.
Si hubiese venido, todo habría sido perfecto. Más que perfecto.
Tomado del libro: “Las aventuras deHuckleberry Finn”
Autor: Mark Twain
Versión de: Jesús Cortés
Ilustraciones de: Elisa Ancori
Editorial: Algar, colecciónCalcetín Azul
ACTIVIDADES
1.- ¿Por
qué crees que nuestro protagonista, Huck Finn, quería escaparse de su padre?
2.- Según
la respuesta de la primera pregunta, ¿Por qué no huyó en la primera ocasión que
pudo?
3.- El 20 de noviembre
de 1989 se aprobó por las Naciones Unidas que los menores de edad (18 años)
tienen garantizados los derechos específicos recogidos en la Convención sobre
los Derechos del Niño. Busca dicho documento y dime qué tres tipos de derechos
contempla.
4.- Escribe un cuento o poema (en fichero
Word) y acompáñalo de un dibujo (en
fichero JPG) envíalo por mail
junto a tu nombre, apellidos,
curso y Colegio a:
Podrá ser
publicado en nuestro blog.
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