Reseña:
El apestoso hombre queso y otros cuentos
maravillosamente estúpidos es
un artefacto literario de primer orden. Todo es fascinante en este álbum. Desde
la portada hasta la contraportada, pasando por el prólogo y sus cuentos
disparatados el lector se ve sorprendido por tanto humor y fantasía y entra en
un continuo disfrute sin igual.
Contracubierta |
En
El apestoso Hombre Queso los cuentos
tradicionales se convierten en un juguete travieso donde el autor pone en jaque
a los argumentos, los personajes y hasta
la propia manera de contar los cuentos, e incluso, un mismo cuento se va
desparramando a fragmentos por varias páginas del libro.
Sus autores versionan de una manera gamberra
los cuentos tradicionales y los convierten en un delirante juego donde el
lector casi sin quererlo se convierte en protagonista. Ya en el principio del
libro se nos avisa de ello:
“Las
autoridades sanitarias advierten que estos cuentos son maravillosamente
estúpidos y probablemente perjudiciales para su salud”
La
tergiversación, la confusión y el juego con las jerarquías
nos introducen en una lógica de collage, en la que nada ocupa su “lugar
correcto”. La Gallinita Roja discute ya con Juan, el narrador, en las páginas
de cortesía, el cuento del “Pollo Rollo” se cuela antes del índice, la página
de la dedicatoria se ha encuadernado al revés, el índice se ha caído y está un
poco maltrecho, otras páginas se han quedado en blanco y Juan, bastante poco
diestro en el arte de contar historias, se enfada, se desespera, se avanza al
cuento que quiere narrar, olvida personajes, negocia con algunos de ellos y les
tiende trampas. Los peritextos, como la contracubierta, el índice o la
dedicatoria entran a formar parte del cuento y plantean reflexiones sobre la
construcción de historias.
Índice |
Todo
deslumbra en este objeto literario y mención especial merece la tipografía que
aparece en sus textos donde los tamaños y los colores de sus letras juegan
también con los ojos de los ávidos lectores.
Libro
muy recomendable y fundamental en cualquier biblioteca que se precie como tal.
Los
niños necesitan ahora más que nunca ser sorprendidos por los libros y este
libro se encarga de ello desde el principio hasta el final.
El
autor:
Jon Scieszka es un autor estadounidense. Nacido en
1954 en Michigan y de origen polaco, Scieszka es conocido sobre todo por su
colaboración prolífica con el dibujante Lane Smith. Consumado autor de cuentos
infantiles, Scieszka ofrece como propuesta de valor ideas innovadoras de
clásicos. Prueba de ello son dos de sus más célebres creaciones: “El apestoso hombre queso” y “La verdadera historia de los tres cerditos”.
Scieszka ya se formó académicamente como escritor, y es que estudió un Master
de Bellas Artes en Ficción en la Universidad de Columbia. La labor de Scieszka
no es exclusivamente literaria, pues, por ejemplo, es un reconocido defensor de
la lectura, y para ello fundador de Guys Read, un proyecto web para motivar a
los jóvenes que quieran convertirse en lectores avezados de por vida. Por esto
y otras razones, Jon Scieszka fue nombrado en 2008 Embajador Nacional de
Literatura Juvenil en Estados Unidos. El propio Scieszka ha manifestado en más
de una ocasión que escribe para hacer reír a los niños y que, por ello, hace
uso de un estilo tan irreverente y jocoso. Además de los citados cuentos,
famosa es su trilogía “Time Warp Trio”. Algunos premios que Scieszka ha
cosechado, además de vender best-sellers, son el Golden Duck Award y el
American Library Association Best Books for Young Adults.
El ilustrador:
Dos
obras creadas por Jon Scieszka y Smith fueron clasificadas entre las 100
mejores libros ilustrados de todos los tiempos en una encuesta de 2012
publicada por School Library Journal: La verdadera historia de los tres cerditos,
el número 35, y el Apestoso Hombre Queso, 91. Smith nació en Tulsa, Oklahoma,
pero se mudó a Corona, California a una edad temprana.
Estudió
en el Art Center College of Design en Pasadena. Se graduó con una licenciatura
en Bellas Artes en ilustración, y se trasladó a la ciudad de Nueva York, donde
fue contratado para hacer ilustraciones para varias publicaciones.
Smith
es más conocido por su trabajo en libros
para niños. Ha ilustrado obras de Florence Parry Heide, Judith
Viorst, Bob Shea, el Dr. Seuss, Jack Prelutsky, Eve Merriam, Roald Dahl y
George Saunders.
Ha
recibido en cuatro ocasiones el premio al Mejor The New York Times Illustrated
Book.
En
2012 fue nombrado Carle Honor Artista por la innovación permanente en el campo
de la literatura infantil. En 2014 recibió el premio de la Sociedad de
Ilustradores Lifet Achievement.
EL APESTOSO HOMBRE QUESO
Érase una vez una viejecita y un viejecito
que vivían juntos en una vieja casita. Se sentían muy solos, así que la
viejecita decidió fabricar un hombrecito con un queso apestoso. Por boca le
puso una loncha de tocino y por ojos dos aceitunas. Luego lo metió en el horno.
Cuando al rato fue a ver si ya estaba hecho, el hedor la tumbó de espaldas.
–¡Puaj! Pero ¡qué peste!–exclamó.
El Apestoso
Hombre Queso salió del horno diciendo:
–Eso, eso, eso, corre como un poseso. No me
atraparás ni con un sabueso. ¡Soy el Apestoso Hombre Queso!
Los viejecitos olfatearon el rastro que dejó
a su paso.
–La verdad es que no tengo tanta hambre –dijo
el viejecito.
–La verdad es que no me siento tan sola –dijo
la viejecita.
Y dejaron escapar al Apestoso Hombre Queso,
que corrió y corrió hasta encontrarse con una vaca que pastaba en el campo.
–¡Puaj! ¿Qué será que huele tan mal?–Exclamó
la vaca.
El Apestoso Hombre Queso dijo:
–Si de un par de viejecitos he podido
escapar, también de ti me podré zafar. Eso, eso, eso, corre como un poseso. No
me atraparás ni con un sabueso. ¡Soy el Apestoso Hombre Queso!
La vaca respiró de nuevo y dijo:
–Tú solo eres capaz de provocar dos o tres
indigestiones. Mejor comeré hierba.
Así que la vaca tampoco persiguió al Apestoso
Hombre Queso, que corrió y corrió hasta cruzarse con unos niños que jugaban
frente a la escuela.
–¡Qué asco!–dijo una niña–.Pero, ¿qué es lo
que huele tan mal?
–Si de un par de viejecitos y de una vaca he
podido escapar, de vosotros también me podré zafar. Eso, eso, eso, corred como
posesos. No me atraparéis ni con un sabueso. ¡Soy el Apestoso Hombre Queso!
Un niño lo miró, lo olió y dijo:
–Si lo atrapamos el maestro nos lo hará
comer. Vámonos.
Así que los niños tampoco persiguieron al Apestoso
Hombre Queso.
Después el Apestoso Hombre Queso llegó a un
río sin puente.
–¿Cómo este río podría cruzar? Es demasiado
ancho para poderlo saltar y, si a nado lo intento atravesar, me desharé con
toda seguridad –dijo quien ya sabes. Justo en ese preciso instante el astuto
zorro (el mismo que aparece en tantos cuentos de este tipo) asomó la cabeza por
entre los matorrales.
–¿Y cómo sé que no me comerás?
–Confía en mí– le respondió el zorro.
Así que el Apestoso Hombre Queso saltó a
lomos del zorro.
El zorro nadó hasta la mitad del río y
entonces dijo:
–Pero ¡qué pestazo!
El zorro tosió, estornudó y sintió arcadas,
de manera que el Apestoso Hombre Queso saltó por los aires y cayó al río, donde
se deshizo.
Fin.
Autor: Jon Scieszka
Ilustrador:
LaneSmith
Editorial:
EdicionesThule
ACTIVIDADES:
1.-
Haz una relación de todos los personajes con los que se va encontrando el
Apestoso Hombre Queso. Dibuja una tira cómica con todos ellos.
2.-Reconstruye
estas frases que aparecen en el texto con las vocales que han desaparecido:
Es-, -s-, -s-, c-rr- c-m- -n p-s-s-. N- m- -tr-p-r-s n- c-n –n s-b-
-s - . S-y -l –p-st-s- H-mbr- Q- -s-
3.-Convierte
este cuento en un poema, que posteriormente podrás recitar, cantar, rapear y
bailar con tu equipo de trabajo.
4.-Escribe
un cuento que relate las aventuras de La
“grasosa” “morsilla” de “sebolla” y llénalo de eses. Envíalo por correo postal acompañado de
un dibujo, escribe tu nombre, apellidos, curso, colegio y nº de teléfono
particular y e-mail de tus padres a:
Concurso literario Grupo Leo
Apartado 3008
03080 Alicante
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