Reseña:
Una vaca a bordo de un barco. Unos viajeros guardando una fila rigurosa
para tomarse un vasito de leche. Vicente Huidobro, un poeta extravagante, su
esposa, a la que le encantan los sombreros, y Vicentillo y Nela, sus dos hijos,
abrumados por el encargo por cuidar trescientos ruiseñores destinados a poblar
un continente. Un desenlace inesperado: una historia extraordinaria.
El autor:
Ignacio Sanz
(Lastras de Cuellar, Segovia, 1953). Escritor y narrador oral. Licenciado en
Sociología por la Universidad Complutense, es autor de una amplia obra
literaria que abarca novela, relatos, literatura infantil y juvenil, viajes y
etnografía.
Durante veinticinco años combinó su trabajo
de ceramista con la escritura. Desde el año 2005, se dedica exclusivamente a
escribir y a tareas de animación sociocultural. Recorre de manera habitual
colegios, institutos, bibliotecas y centros culturales en los que cuenta
romances e historias para incentivar a los jóvenes a la lectura.
Desde 1983, coordina “La Tertulia de los
Martes” que, con el patrocinio de Caja Segovia, es un foro de debate por el que
han pasado los más destacados escritores españoles de las últimas décadas.
Como narrador oral ha sido invitado a los
más importantes festivales que se celebran en España. Dirige el Festival de
Narradores Orales de Segovia y El Espinar.
Premios
Ha conseguido varios premios de
relato. Con su novela “La música del
bosque” quedó finalista del premio Torrente Ballester de narrativa 2001. Con el
libro “Una vaca, dos niños y trescientos ruiseñores” obtuvo el premio Ala Delta
de Literatura Infantil 2010, premio que volvió a ganar en 2013 con la novela
“El hombre que abrazaba a los árboles”. Con la obra “Picasso me pica” le fue
concedido el premio “El príncipe preguntón” de poesía infantil de Diputación de
Granada.
Bibliografía
narrativa
Noche de enigmas. (1990).
Edelvives.
Un trabajo de campo.
(1990). Relatos. Ediciones Libertarias.
Historias de cochinos.
(1996). Relatos. Edelvives.
El año del petróleo
(1997). Mondadori.
El oro de la infancia
y otros tesoros (1997). Relatos. Del Oeste Ediciones.
Foto movida de un gato (1998)
Alba Editorial.
Un lugar de paso (2000).
Huerga y Fierro Editores.
La casa del poeta (2002)
Algaida Ediciones.
La música del bosque (2002).
Del Taller de Mario Muchnik.
La calle Real (2004).
Caja Segovia. Relatos.
Tantas
cochinadas (2005). Ediciones Carena. Relatos.
Las cenas
contadas (2007) Palabras del candil.
Mascarones de
proa (2008). Multiversa. Relatos.
Romances en rama (2009).
Con viñetas de Manuel Gómez Zía. Palabras del Candil.
El lector
engatusado (2009). Palabras del Candil
Una tierra mansa (2010).
Isla del Náufrago.
Libros de viajes
Hoces del Duratón (1988).
Edelvives. (2001) Edilesa.
Tierra de pinares.
2006 Honorse Tierra de pinares.
Literatura infantil y
juvenil
Uno de los nuestros (1999)
Alba editorial.
Madera de ángel (2005)
S.M.
Claudia y el toro,
(2003) Kalandraka. Álbum ilustrado.
El domador de palabras (2005)
novela, S.M.
Hambre de lobo (2006)
Edebé. Álbum ilustrado.
Titirimundi (2008)
cuento. Macmillan, Madrid.
El bosque encantado,
(2008) Macmillan. Álbum ilustrado.
El pinsapo de la plaza,
(2008) Edelvives.
En la barca de Noé:
recopilación de folklore infantil . Claudia Sánchez (2009) Hiperión
Una vaca, dos niños y
trescientos ruiseñores (2010) Edelvives.
Picasso me pica (2010).
Editorial Hiperión
Hambre de lobo (2010).
Edebé.
Del amor. De la A a la
Z (2011). Everest. Poesía
Titirilibro. A los
libros vamos (2011). Kalandraka. Libro-disco,
música Nuevo Mester de Juglaría.
Ladrón de caballos (2011).
Macmillan. Novela.
Cómo
como (2011). Edelvives. Poesía
COMENCEMOS POR EL
PRINCIPIO
Al
poeta chileno Vicente Huidobro, su país se le hacía muy alargado y demasiado
estrecho. Y se había propuesto viajar a Europa para ensanchar sus horizontes.
Sobre todo quería ir a Madrid y a París.
Allí vivían algunos de los escritores
más importantes del mundo y él, que comenzaba a escribir y tenía muchas inquietudes, deseaba
establecerse donde ocurrían los acontecimientos literarios.
A
Huidobro le gustaba jugar con las palabras, como si fuera un niño travieso. Algunos de sus poemas
resultaban un poco desconcertantes para las personas mayores y serias. Escribía, por ejemplo:
La montaña y el montaño
con su luno y con su luna.
También
le divertía hacer hacer combinaciones curiosas con las palabras:
La violondrina y el goloncelo.
Cuando
Vicente Huidobro decidió viajar a Europa tenía 23 años y era padre de dos
hijos: Manuela y Vicentito.
Su
mujer, doña Manuela Portales, le advirtió de esa dificultad:
-¿Cómo
vamos a viajar a Europa con dos niños tan pequeños?
-En
barco, vamos a viajar en barco, como todo el mundo.
-Los
niños pequeños se marean en el barco.
-Tendrán
que acostumbrarse. Además, sus cuidadoras los distraerán para que no se mareen.
La
de Huidobro era una familia de banqueros y políticos que vivía a lo grande. El
dinero corría a raudales por sus manos, de manera que no reparaban en gastos. Llevarían a las dos
niñeras, una para cada hijo. Se llamaban Arsenia y Segunda.
-Pero
en el barco extrañarán los alimentos
-insistía dona Manuela.
-No,
ten por seguro que no extrañarán los alimentos.-
¿Y
tú cómo sabes que no van a extrañar los alimentos?
-Por
una razón muy simple: el alimento fundamental de un niño es la leche, y yo me
voy a ocupar de que no les falte leche en el barco. Leche de la mejor calidad.
-Nuestros
niños son muy delicados. Echarán de menos la leche que toman en casa.
-Te
aseguro que no, que no la extrañarán –repitió Huidobro de manera rotunda.
-¿Y
por qué estás tan seguro?
Porque
voy a embarcar a la Jacinta.
¿QUIÉN
ERA LA JACINTA?
Por
supuesto, la Jacinta era una vaca. Y
no viajaría en el barco como una simple mascota; a la Jacinta, Huidobro la quería incluir en aquella expedición por la
extraordinaria calidad y dulzura natural de su leche. No solo eso, además era
una vaca elegante, de andares armoniosos y piel lustrosa, que lucía grandes
manchas blancas y negras. La Jacinta era un ejemplar de magnífica estampa que,
dentro de la especie bovina provocaba mucha admiración.
Unos
días antes de embarcar, a Vicente Huidobro le tocó negociar de manera concienzuda con el capitán Ernesto Guajardo,
que se negaba a subir en su barco un animal tan grande..
-Lo
siento, pero en el Tierra del Fuego únicamente
se admiten animales de compañía –pretextó tajante el capitán..
-La
Jacinta es nuestro animal de
compañía -replicó Vicente Huidobro.
-Esta
naviera solo considera animales de compañía a los perros y a los gatos.
-¿Y
a los lagartos?
-Si
viajan enjaulados, también.
-¿Y
a los loros?
Los
loros podrían considerarse animales de compañía, por supuesto.
-O
sea que los loros parlanchines, los lagartos pellejudos, los perros ladradores
y los gatos caprichosos tienen más derechos que una vaca? ¡Esto es el colmo!
Incluso entre los animales los hay de primera y de segunda. ¡Vaya
discriminación! ¿Por qué existe este favoritismo entre los animales? –preguntó
enfadado Vicente Huidobro al capitán Guajardo.
-Por
su tamaño, señor Huidobro, simplemente por su tamaño; un perro, un gato, un
loro, apenas ocupan espacio, pero una vaca…¿Usted sabe lo que ocupa una vaca?
–clamó el capitán Guajardo cargado de razón.
-
No se trata de una vaca, capitán, se trata de la Jacinta. A ver si lo entiende. Mis hijos están acostumbrados a su
leche y donde vayan mis hijos ha de ir la Jacinta.
El destino ha unido sus vidas.
-Me
gustaría saber qué tiene de especial la leche de la Jacinta –quiso saber el capitán.
-
Nosotros hemos atendido en extremo la alimentación de la Jacinta y Faustino, el hombre que la cuida y la ordeña, también le
pone en el pesebre, entre el heno y la cebada, terrones de azúcar y alguna
pieza de fruta madura. Así que su leche es dulce y cremosa, una leche como
usted no habrá probado nunca. Por eso la Jacinta
es como un miembro más de la familia, y donde vaya mi familia ha de ir ella.
¿Lo entiende?
Extraído del libro: Una vaca, dos niños y trescientos ruiseñores
Autor: Ignacio Sanz
Ilustraciones: Patricia Metola
ACTIVIDADES:
1.-
¿Por qué crees que a Vicente Huidobro su país se le hacía muy alargado y
demasiado estrecho? Localízalo en un mapamundi y observa con quién limita.
2.- Leed en clase algunos de los poemas de
Vicente Huidobro con los que realizaba dibujos alusivos a los mismos.
3.-
¿Tenéis alguna mascota? Hablad de ellas en clase y de los cuidados que
requieren.
4.-
Escribe un cuento o un poema sobre mascotas y envíalo acompañado de un dibujo, tu nombre, apellidos, curso, colegio, teléfono y mail personal a:
Concurso literario “Grupo Leo”
Apartado 3.008
(03080 ALICANTE)
(03080 ALICANTE)
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