miércoles, 24 de enero de 2024

Artículos costumbristas en el IES Gran Vía

La profesora María Susana Dávalo Coronatti del Departamento de Lengua Castellana del IES Gran Vía propone un reto a sus alumnos de 4º de la ESO, escribir artículos costumbristas que son bocetos cortos en los que se pintan costumbres, usos, hábitos, tipos característicos o representativos de la sociedad, paisaje, diversiones y hasta animales. Aquí tenéis una muestra del resultado.

¿Vergüenza por ayudar?

El tema de la vergüenza se da sobre todo en los adolescentes, cuando todos los adultos dicen que estamos tontos o, como ellos dicen, “en la edad del pavo”. Sinceramente, creo que aunque estemos en la adolescencia, obviamente es normal tener vergüenza, pero hay casos y casos.

Y es que la vergüenza al socializar, al hablar en público, es algo normal que a mucha gente nos pasa, porque sí, a mí también me da vergüenza.

Pero, ¿vergüenza por ayudar a alguien que lo necesita? Aparte de parecerme absurdo y ridículo, me parece de muy mala persona, así que como ya me ha pasado varias veces, pues voy a contar una experiencia que me marcó bastante.

Esto sucedió hace dos o tres meses y era un día como muchos en el que había salido a dar una vuelta con mis amigas. Íbamos hablando de nuestras cosas cuando al final de la calle vi a una anciana de unos 70 años que estaba dando vueltas y parecía desubicada. Nos acercamos más y vimos que estaba llorando.

Hablé con mis amigas y les dije de ir a preguntarle qué le pasaba por si la podíamos ayudar. Sus respuestas me parecieron tan poco humanas que incluso me molesté con ellas. Cuando empecé a escuchar cosas como: “Tía, qué vergüenza”, “Déjala, que es una vieja“ y más comentarios así, pasé de ellas y, sin importarme lo que dijeran, fui a hablar con ella.

Después de preguntarle su nombre y edad, me dijo que sufría de demencia senil y que se había dejado un localizador que, si se desubicaba, llamaba a emergencias pulsando un botón. Estaba agobiada porque no se acordaba ni de su casa ni de cómo volver. Empecé a pasear con ella por esa zona hasta que pasamos por un portal y me dijo: “Mi casa, chiquilla”. Me dio las gracias por todo y dijo: “¿Te puedo dar un abrazo?”. En ese momento, me rompí a llorar de ternura.

Ojalá todos hiciéramos estos actos que no cuestan nada y podemos ayudar a otras personas, y sobre todo que la tontería de tener vergüenza por ayudar y pensar en el qué dirán desaparezca.

Paula Torres, 4ºA

 

Realidad ficticia

Hace dos días vimos una película en nuestra clase de Filosofía. La película se llamaba El show de Truman. Cuando estábamos viendo la película, veía que los alumnos prestaban más atención al móvil que a la película. Yo era uno de los pocos que prestaban atención. Eso me dice que hoy en día las personas solo están con el móvil. Al ver la película, me di cuenta de que vivimos en una mentira. Lo supe porque me centré en el ejemplo de Truman, que se dio cuenta de que vivía en una fantasía. Esa misma sensación es la que tenemos hoy en día al estar con el móvil, porque nos pasamos el día entero viendo TikTok e Instagram, pero no nos centramos en vivir nuestra vida o en cómo la podemos mejorar.

Todo eso nos pasa porque somos conformistas. Nos dan un móvil y pensamos que ahí está nuestra vida. Pasa porque no vemos la realidad del mundo. Así se nos tendría que definir hoy en día a las personas: personas engañadas por un dispositivo. Eso es lo que somos.

Mamadi Camara, “el Futbolista”, 4º ESO A

 

No todos los altos son para el básquet


Mido 1.80, de momento. La última vez que me preguntaron si jugaba al baloncesto fue la semana pasada, pero llevan preguntándomelo desde que tengo uso de razón.

Mis deportes favoritos son el fútbol y el voleibol, no el baloncesto. Cuantas más veces me lo preguntan, más rechazo me produce este deporte. Pienso que si cada vez que me lo dicen me pagasen, sería más rica que el mismísimo Lebron James.

Me pide ayuda una señora en el mercadillo, le ayudo:

- ¡Ay! ¡Qué alta! ¿Juegas al baloncesto?

Ayudo a una niña pequeña y socializo con ella:

-Ala, qué alta eres ¿Juegas al baloncesto? ¡Qué mayor eres!

Salgo con los amigos de mis padres y empezamos a entablar una conversación:

-Tu hija es muy alta ¿eh?, jugará al baloncesto ¿Cierto? Seguro que eres de las mejores de tu equipo.

Tenemos una hora libre con un profesor y estamos comentando sobre los deportes:

-¿Tú juegas en algún equipo de básquet, no? ¿En cuál?

En fin, estoy preparada para escuchar esto durante el resto de mi vida. Aparte, me parece una ofensa para la gente “baja” que juega a este deporte, ya que sólo “sirven” los altos.

Mariam Kasrioui, “una Alta”,4º ESO B

 

Un baile de opiniones

Hace un mes, más o menos, estaba cenando con mi madre y unos amigos suyos. Estaban hablando sobre los deportes y me preguntaron si yo hacía algún deporte. Yo dije que sí, que hacía baile. Éramos ocho personas cenando y tres de ellos me dijeron que eso no era un deporte. Mi madre, cuando escuchó eso, se sorprendió porque sabía que a mí me encantaba el baile y que le iba a decir cualquier cosa. En cambio, yo en ese momento decidí callarme, porque no quería entrar en un tema en el que yo pienso distinto a ellos y no quería cabrearme. Terminamos de cenar y fuimos a un sitio a que se tomasen una copa.

A la hora de estar en el pub, una amiga de mi madre, que era la que inició toda la conversación sobre los deportes, se disculpó. Yo le dije que no pasaba nada, pero que para mí el baile era un deporte igual que el fútbol y el baloncesto. Haces ejercicios físicos y compartes muchos momentos con tus amigos, avanzas en una carrera de baile, conoces profesores, vas a competiciones…

Al fin y al cabo la perdoné porque había sido una tontería e iba a seguir viéndolos ya que me conocen desde que nací y son muy amigos de mi madre.

No obstante, esa noche le hice pensar que en verdad sí que era un deporte y me alegré de haberle dado mi opinión y que ella lo entendiese.

Paula Antón Castillo “Paulak12”, 4ºA

 

ACTIVIDADES

¿Te atreves a escribirnos un artículo costumbrista?, seguro que encuentras algo cercano para hablar de ello. Acompañalo de un dibujo o imagen y envíalo por email a:

grupoleoalicante@gmail.com.

No olvides tu nombre y apellidos, curso, centro educativo. Podría ser publicado en nuestro blog y en el suplemento de La Tiza del periódico INFORMACIÓN. Te esperamos, ¡anímate!

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