EL MUÑECO DE NIEVE MÁGICO
Había
una vez un pueblo pequeñito en el que vivían dos niños, Antonio y Pepe. Era una
noche de invierno y su madre les estaba contando un cuento. Éste, iba de que en
Navidad si pedías un deseo se te cumpliría. Al terminar el cuento los niños se
durmieron.
Había
amanecido temprano y hacía mucho frio. Antonio y Pepe se asomaron a la ventaron
y vieron que había nevado. Ellos querían salir, pero antes hicieron sus tareas.
Una
vez en el jardín decidieron hacer un muñeco de nieve. Al terminar el muñeco se
sintieron muy orgullosos, pero de repente el muñeco cobró vida. Al principio se
asustaron, pero entonces Pepe se acordó de que la noche anterior, antes de
dormirse pidió un deseo.
Los
dos hermanos estaban muy ilusionados, tenían un muñeco viviente. Decidieron
ponerle de nombre Navidad y desde entonces fueron los mejores amigos.
María Díaz Guijarro
C.E.I.P
L´Horta.
San
Vicente del Raspeig
ELFO Y SU
FAMILIA
Había una vez un enanito que se había perdido de su familia. Llevaba ya una semana, pero esa noche, era la noche de Navidad. De repente, vio pasar algo en el cielo, que iba en dirección a la montaña. Así que decidió seguirlo, cuando llegó a la cima vio una cabaña con mucha decoración navideña. Se dirigió a ella y cuando entró vio a un montón de enanos como él y a un hombre cogiendo muchos regalos. Los estaba metiendo en un trineo. El enano llamado Elfo encontró allí a su familia, a la que llevaba tanto tiempo buscando y les dijo:
-
¿Que hacéis aquí?
-
Es que ahora trabajamos aquí fabricando regalos.
-
Yo también quiero -dijo el enanito.
De
repente, se acercó un hombre que le dijo:
-
¿Quieres formar parte del grupo?
-
Si yo también quiero.
-
Vale, pero hay un problema, no queda sitio para hacer regalos, tendrás que
ocuparte de envolverlos.
-
Perfecto, todo lo que sea estar con mi familia me gusta.
Así
fue como el enanito encontró la familia que había perdido y consiguió un
trabajo con ellos.
Daniel López Arteaga
C.E.I.P.
L´Horta.
San
Vicente del Raspeig
AMIGO DE
NIEVE
Érase
una vez una familia que se mudó a una casa en las montañas. Cuando llegaron
todo estaba nevado y Juan, el niño pequeño de la familia, hizo un muñeco de
nieve. Jugó con él todo el día y le puso de nombre Felipe.
Desde
aquel día Juan no paraba de jugar con él, desde que se despertaba hasta que se
iba a dormir. Al final se convirtió en su mejor amigo. Pasaron unos días y
quedaba poco tiempo para Navidades pero también para que se acabase el
invierno. Juan estaba preocupado porque empezaba a hacer más calor y Felipe se
derretiría. Pensaba que sus padres podrían construir un cobertizo congelador
para meter a Felipe, pero le dijeron que no porque sería muy caro.
Un
día antes de Navidad, cuando estaba escribiendo su carta a Papá Noel, le pidió
que hiciera algo para que no se derritiera Felipe. El día de Nochebuena se fue
a dormir pensando en lo que le pasaría al muñeco. Al día siguiente, cuando
salió a verlo, había desaparecido. Se percató que donde había estado Felipe
había un rastro de agua que le conducía a un cobertizo que él nunca había
visto. Cuando entró, vio a Felipe. Juan pensó que el cobertizo había sido obra
de Papa Noel y así pudieron seguir jugando durante muchos años más.
Fernando Jaén Cuenca
C.E.I.P.
L´Horta
San
Vicente del Raspeig
LA
NAVIDAD MÁGICA
Érase
una vez una familia pobre que no se podía permitir una gran cena de Navidad,
pero un día…
-¡Buenos
días! El desayuno está en la mesa, me voy a trabajar. -dijo la madre.
Marta,
que así se llamaba la madre, después de unas horas de trabajo, salió del local
en el que trabajaba. Cansada empezó a andar pero una voz le llamó la atención.
-Ho, Ho, Ho, -se escuchó a lo lejos. Marta miró hacia arriba y pudo ver como un
trineo con unos renos aterrizaban cerca de donde estaba.
Ella
se acercó y gritó: -¡Santa Claus!
-Ho,
Ho, Ho, ese soy yo, he visto durante mucho tiempo que siempre te esfuerzas
mucho y aun así, no puedes permitirte una gran cena navideña, por eso te quiero
conceder 3 deseos.
-¿En
serio? Muchas gracias. -exclamó Marta.
Marta
pidió sus 3 deseos sin parar de agradecérselo a Santa Claus.
Cuando
volvió a casa los ojos le empezaron a brillar ya que vio un gran árbol repleto
de regalos y una gran mesa llena de todo tipo de comida. Un rato después el
padre y los niños abrieron la puerta de la casa y al encontrarse lo que allí
había, le preguntaron sorprendidos, cómo lo había conseguido, a lo que la madre
respondió: -¡Shh, magia navideña!
Todos
se rieron y se sentaron felizmente a comer.
Elena Mata Egea
C.E.I.P
L´Horta
San
Vicente del Raspeig
ACTIVIDAD
1-Escribe un poema o cuento con dibujo y
envíalo por correo postal a:
Grupo Leo, Apartado
40420, 03080 Alicante
o por email a grupoleoalicante@gmail.com
No olvides poner tu nombre y apellidos, curso y colegio. Podría ser publicado en nuestro blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario