Reseña:
El
espantapájaros y su sirviente una novela tremendamente divertida, con elementos
que nos evocan a El mago de Oz; sin ir más lejos, con la figura del
espantapájaros que, en este caso, cobra vida a causa de un rayo que le cae
encima. Desde entonces se moverá, hablará y vivirá muchas aventuras, acompañado
de su fiel sirviente, Jack, un muchacho huérfano y vagabundo.
De estilo
ágil, hace que la trama avance muy rápida, deteniéndose lo justo en las
descripciones y centrándose en el diálogo y la acción.
Los dos
protagonistas se van encontrando con una serie de personajes extravagantes,
aunque nunca tan alocados como el propio espantapájaros. La relación que éste
tiene con el muchacho sirviente nos recuerda a la que Don Quijote mantiene con
su escudero Sancho, ya que mientras uno va en busca de aventuras sin pensar en
las consecuencias, el otro mantiene los pies en la tierra, preocupándose de
cosas materiales (como comer o dormir). Pero lo mejor es que, además de que las
aventuras sean divertidas, no están vacías de contenido. Su autor nos hace
llegar su visión del mundo, sin que uno apenas se dé cuenta, entre sonrisa y
sonrisa.
Lectura
recomendada a partir de 10 años.
(Tomado de El templo de las mil puertas, revista
online de literatura infantil)
El
autor:
Philip Pullman, nacido el 19 de octubre de 1946, es un escritor inglés
conocido principalmente por ser el autor de la trilogía La materia oscura.
Premios:
El
primer volumen de La materia oscura, Luces
del norte, obtuvo en 1995 el premio Carnegie
Medal, concedido a las mejores obras
del género infantil y juvenil. Además, una encuesta online realizada en 2007 le proclamó el más
popular ganador de dicho premio en sus 70 años de historia.
La
trilogía, la cual se ha convertido en la obra más conocida de Pullman, ha
suscitado constantes críticas desde distintos sectores cristianos
conservadores, entre ellos la Liga Católica
de Estados Unidos, especialmente desde el estreno de la película
sobre el primer libro, La brújula dorada.
Este Best Seller está formada por una trilogía de novelas:
Luces del norte
La daga
El catalejo lacado
Además,
el universo mostrado en esta trilogía se ve complementado con otras obras de
Pullman:
El Oxford de Lyra
Érase una vez en el
Norte
El libro de la
Oscuridad
La
popularidad de La materia oscura llevó
a New Line Cinema a comprar los
derechos para llevar la trilogía al cine, lanzándose la versión cinematográfica
de la primera novela a finales de 2007, bajo el título de La brújula dorada.
Otros
títulos:
¡Yo era una rata!
El tatuaje de la
mariposa (The Butterfly Tatoo, publicado
anteriormente bajo el título The White
Mercedes)
El espantapájaro y
su Sirviente
El conde Karlstein
Lila y el secreto
de los fuegos
El reloj mecánico
El puente roto
Jack Pieselados
El buen Jesús y
Cristo el malvado
El ilustrador:
Peter Bailey nació en
la India en 1946 y se mudó a Londres a la edad de 4 años. Su padre era
asistente en el Victoria & Albert Museum, lo que influyó en sus habilidades
de dibujo e intereses iniciales. Estudió ilustración en la Escuela de Arte de
Brighton y posteriormente comenzó su carrera especializándose en la ilustración
de libros infantiles, siendo muy conocido por sus dibujos en líneas
monocromáticas.
Ha
ilustrado más de 140 libros y ha trabajado con algunos de los autores más reconocidos
durante más de treinta y cinco años, entre ellos Philip Pullman, Alan Ahlberg y
Dick King Smith.
EL RELÁMPAGO
El anciano
señor Pandolfo, que desde hacía tiempo no se encontraba nada bien, decidió un
día que ya era hora de hacer un espantapájaros. Había tenido muchos problemas
con los pájaros. El reuma también le había causado muchos problemas, y los
soldados le habían causado problemas, y el tiempo le había causado problemas, y
sus primos, los Buffaloni, eran el mayor de sus problemas, pues querían
apoderarse de sus tierras, desviar los ríos y arroyos, drenar los pozos e instalar
una fábrica que produjera insecticida, herbicida y raticida. La cosa ya
empezaba a pasar de castaño oscuro. Hasta su vieja mascota, un cuervo, lo había
abandonado.
Eran
demasiados problemas para que el señor Pandolfo pudiera afrontarlos todos, pero
al menos podía hacer algo en cuanto a los pájaros. Así que fabricó un estupendo
espantapájaros, con un enorme nabo por cabeza y un robusto palo de escoba como
espinazo. Lo vistió con un viejo traje de lana y lo rellenó de paja bien
prensada. Después metió dentro de él una breve carta, envuelta en una tela
impermeable para mayor seguridad.
-Ya está –le
dijo-. Ahora recuerda cuál es tu trabajo y dónde está tu sitio. Procura ser
educado, valiente, amable y honrado. Y que tengas la mejor de las suertes.
Colocó el espantapájaros
en mitad del campo de trigo y se fue a casa a echarse un rato, ya que no se
sentía nada bien.
Esa noche
llegó otro campesino y robó el espantapájaros, pues era demasiado vago para
hacerse uno. Y a la noche siguiente, alguien más volvió a robárselo a su nuevo
dueño.
Así que poco
a poco el espantapájaros iba alejándose del lugar donde lo habían creado. Cada
vez estaba más estropeado y andrajoso. Ya no se parecía en nada al elegante
espantapájaros que el señor Pandolfo había hecho. Lo pusieron en mitad de un
campo fanganoso, y allí se quedó.
Pero una
noche se desató una tormenta. Fue una de las grandes, y todos los habitantes de
la región se estremecieron, temblaron y se sobresaltaron con el retumbar de
cada trueno y el latigazo de cada relámpago. El espantapájaros se alzaba allí,
impasible, a merced de la lluvia y el viento.
Y así se
habría quedado, de no ser porque el azar le brindó una de esas oportunidades
que solo se dan una vez entre un millón, como cuando toca la lotería. Todas sus
moléculas, átomos, partículas elementales y demás chismes se alinearon
exactamente de la manera adecuada para cobrar vida justo cuando, a las dos de
la madrugada, un relámpago lo alcanzó y se abrió paso a través del nabo y del
palo de la escoba, para hundirse finalmente en el barro.
El
espantapájaros parpadeó sorprendido y miró a su alrededor.
No había ni
un pájaro a la vista.
Esa misma
noche, un muchacho llamado Jack se había refugiado de la tormenta en un granero
no muy lejano. Un trueno resonó tan fuerte que se despertó sobresaltado. Al
principio creía que eran cañonazos y se incorporó con terror. Para él no había
nada peor que los soldados y las armas. Si no hubiese sido por los soldados, él
todavía habría tenido una familia, un hogar y una cama para dormir.
A la mañana
siguiente la tormenta había pasado, el cielo estaba azul y despejado. Jack
volvió a despertarse y sintió más frío que nunca y también hambre. Pronto
reunió algunos granos de maíz, un par de nabos y una triste zanahoria. Se sentó
al sol para comérselos.
-Podría ser
peor –se dijo.
Entonces oyó
una voz que gritaba desde los campos. Jack, que era curioso, alzó la cabeza y
oteó la lejanía. Los gritos provenían del campo que estaba al otro lado del
camino, y como Jack no tenía nada mejor que hacer, se levantó y se dirigió
allí.
Quien
gritaba era un espantapájaros que estaba en medio del campo más fangoso de
todos. Se desgañitaba agitando los brazos como un loco e inclinado de una
manera imposible.
-¡Socorro!
–chillaba- ,¡Ven y ayúdame!
-Me parece
que me estoy volviendo loco –musitó Jack-. Aunque… ¡Pobre espantapájaros! Le
voy a echar una mano, parece estar pasándolo mucho peor que yo.
Tomado de: El espantapájaros y su sirviente
Autor: Philp Pullman
Ilustrador: Peter Bailey
Editorial: Ediciones B Grupo Zeta
ACTIVIDADES
1.- Podéis
entablar un coloquio en clase sobre el motivo por el que los primos del señor
Pandolfo querían apropiarse de sus tierras y las consecuencias que esto
conllevaría.
2.- ¿Cuál
sería el contenido de la carta que el señor Pandolfo metió dentro del espantapájaros?
3.- ¿Qué
materiales utilizarías tú para hacer un espantapájaros? ¿Cómo lo vestirías?
¿Quieres hacer un bonito dibujo del mismo?
4.- Escribe
un cuento o un poema cuyo protagonista posea las cualidades que el señor Pandolfo
deseaba que tuviese su espantapájaros y envíalo por email (en fichero Word)
acompañado de un dibujo (en fichero JPG) junto con tu nombre, apellidos, curso
y colegio a:
Podrá ser
publicado en nuestro blog.
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