Reseña:
Charli está preparando su fiesta de cumpleaños cuando
recibe la llamada de su amiga Sandra. Le dice que se encuentra en peligro, que
ha conseguido viajar a una isla, gracias al poder de una perla mágica, y que
tiene que ir a rescatarla.
Al principio él piensa que se trata de una broma, pero lo
cierto es que esa noche se mete en la cama, y a la mañana siguiente, de manera
misteriosa, aparece junto a Seven y Martes (las mascotas de ambos), en el mismo
lugar en el que se encuentra su amiga. Allí conocerá a la tribu de los
Tai-wike, y todos juntos lograrán vencer a los temidos piratas, que quieren
apoderarse de la isla y expulsar de ella a todos sus habitantes.
Se trata de la tercera aventura de Charli, una historia
trepidante, llena de peligros, acertijos, fantasía y magia, con los habituales
personajes de esta saga.
A partir de 8
años.
La
autora:
Maribel Romero
Soler es
licenciada en Derecho, diplomada en Redacción y Estilo y en Formación de
Lectores. En la actualidad se dedica a la creación literaria y tiene obras
infantiles y juveniles publicadas en España y América Latina. Imparte cursos de
Escritura Creativa, colabora como jurado en diferentes concursos y participa en
charlas de animación lectora en colegios e institutos. Ha sido ganadora y
finalista de importantes premios de género infantil y juvenil.
Charli en la Isla
del Terror es
la tercera parte de una divertida trilogía de aventuras y educación en valores
precedida por Charli y los cinco peligros
y Charli y el cofre del tesoro.
El
ilustrador:
LA
LLAMADA DE SANDRA
—¡¡Charli, tienes que salvarme!!
Estaba preparando mi fiesta de cumpleaños cuando recibí la
llamada de Sandra. Al principio pensé que quería gastarme una broma y no le
hice demasiado caso, simplemente la dejé continuar con sus grititos histéricos.
—¡¡Charli, ¿me estás escuchando? Estoy en peligro!!
No sabía qué tramaba mi amiga, pero me parecía de muy mal
gusto que quisiera arruinarme la fiesta de mi décimo aniversario. Ella lo había
celebrado cuatro meses antes, porque es un poco mayor que yo, y en ningún
momento intenté fastidiarle la celebración, al contrario, la ayudé a hinchar
globos de colores hasta quedarme casi sin aire en los pulmones, y a preparar
unas bolsitas con chuches que pensaba repartir entre sus invitados, ¡y no me comí
ni una! Me porté como un campeón.
Finalmente decidí contestarle, porque me estaba poniendo
bastante nervioso.
—¿Se puede saber qué te pasa? —le pregunté un poco
malhumorado.
—¿Es que no me estás escuchando? ¡¡Estoy en peligro!! —insistió
ella.
—¿Y qué quieres que haga? ¿Llamo a tus padres?
—¡¡No!!, de ningún modo. Escúchame con atención. ¿Recuerdas
el collar de perlas que encontramos en el cofre del tesoro?
Sí, claro que lo recordaba, Sandra no quería deshacerse de
él, y se le había metido en la cabeza que si el colgante del ancla tenía
poderes mágicos, el collar también debía tenerlos, pero por mucho que había
frotado las perlas, jamás apareció ningún genio para ponerse a sus órdenes.
—Lo recuerdo, Sandra —le dije finalmente.
—Pues yo tenía razón, ¡las perlas son mágicas! Solo
necesitaba descubrir cómo usar sus poderes y anoche lo averigüé. Verás, tienes
que sujetar una perla entre el dedo índice y el pulgar, girarla suavemente
entre los dos, cerrar los ojos y al mismo tiempo pedir un deseo, ¡y se cumple!
No estaba muy seguro de que Sandra me estuviera hablando en
serio, pero claro, cada vez que ponía en duda su palabra, mi amiga me recordaba
que cuando yo le había contado la historia del cofre del tesoro y de mi
aventura para conseguirlo, ella siempre me había creído, y era cierto, por
tanto, me sentía un poco obligado a creerla también.
—Eso es estupendo, Sandra —le dije sin mucho entusiasmo—,
pero ¿qué tiene que ver el collar con que estés en peligro?
—Huy, ya verás cuando te cuente. Anoche, al hacer el
experimento para descubrir los poderes de las perlas, tomé la primera entre mis
dedos, cerré los ojos y pedí una pizza gigante con salsa barbacoa, cuando abrí
los ojos ¡la tenía encima de mi escritorio! Pero no me pareció suficiente y quise
probar algo más complicado. Tomé otra perla, cerré de nuevo los ojos y...,
¿sabes qué pedí?, viajar a una isla. ¡Y estoy en una isla!
—Pues qué suerte, ¿qué te preocupa entonces?
—Charli, al principio me pareció una isla preciosa, con una
hermosa playa de arena dorada, un mar azul intenso, hermosas aves, esbeltas
palmeras..., hasta que llegaron ellos...
—¿Quiénes son ellos? —pregunté extrañado.
—¡Los Tai-wike! Charli, ¡estoy en la Isla del Terror!
Por un momento me quedé sin reacción. Sandra conocía la
pesadilla que yo había tenido cuando aquel extraño libro titulado Instrucciones para encontrar un tesoro
cayó en mis manos. En ella aparecía una isla llamada la Isla del Terror y
estaba habitada por monos saltarines, pero un tiempo atrás había pertenecido a
una tribu de guerreros llamados Tai-wike, sin embargo, ¡nada era real! Todo era
producto de un sueño, y por lo visto mi amiga había mezclado la fantasía con la
realidad.
—Pues claro que existe, ¡estoy en ella!
—Sandra, sabes que lo soñé.
—Y tú también sabes que tienes sueños premonitorios. ¿O no
recuerdas cuando perdiste el colgante del ancla y un sueño te llevó a
encontrarlo? Pues seguramente soñaste con la Isla del Terror porque te esperaba
en ella una gran aventura.
—Bueno, en este caso la aventura será tuya.
—¡Y tuya! ¡Tienes que venir a salvarme!
Uf, me estaba mareando con tanta información extraña.
—Charli, los Tai-wike me han apresado —continuó Sandra—, y
estoy encerrada en una especie de jaula en medio de un bosque de palmeras. ¡No
sé qué van a hacer conmigo!
—¿No tienes el collar de perlas mágicas? —le pregunté.
—Me lo arrancaron del cuello. Tuvimos un pequeño
enfrentamiento y en el forcejeo el collar se rompió. Menos mal que pude alcanzar
un par de perlas en el aire sin que los guerreros se dieran cuenta. Gracias a
una de ellas te estoy llamando con un teléfono inexistente, ¿o cómo crees tú
que podría comunicarme contigo desde aquí? ¡Pedí ese deseo!
Mi cabeza comenzó a funcionar al ritmo de un tren de alta
velocidad. Tenía la solución.
—Tranquila entonces, Sandra, ¿no te queda una perla?
Utilízala para regresar a tu casa. Tómala entre tus dedos y pide con todas tus
fuerzas volver a tu hogar.
Se produjo un silencio que duró varios segundos y
finalmente Sandra dijo:
—Es que..., me hace mucha más ilusión que vengas tú a
rescatarme... ¡Ah!, y trae contigo a Seven y a Martes...
—¡Sandra!... ¡No!... ¡No!... ¡No!...
Fue inútil iniciar cualquier argumento. Mi amiga ya no me
escuchaba.
Extraído del libro: Charli en la Isla del Terror
Autora: Maribel Romero Soler
Ilustrador: José María Clémen
Editorial: BABIDI-BU
ACTIVIDADES:
- ¿Qué estaba haciendo Charli cuando recibió la llamada de Sandra?
- ¿En qué isla se encontraba Sandra y cómo llego a ella?
- Inventa un cuento de
aventuras en una isla y envíalo por correo postal acompañado de un dibujo
con vuestro nombre, apellidos, colegio, curso, nº teléfono personal a:
Concurso
Literario Grupo Leo
Apartado
3008
03080
Alicante
3 comentarios:
Un libro que muchos de los alumnos que tuvieron la suerte de encuentros en los Centros con su autora Maribel Romero y que le iban animando a escribir el siguiente....Una pena que no pueda Maribel estar presente en algunos de esos Centros este curso.Sé que te esperan.He sido testigo del interés en los encuentros.Si puedo en alguno de ellos,y si me delegas, apareceré para intentar seguir alimentando ese interés por tus libros.
Os rogaría que animéis a vuestros alumnos a visitar nuestro blog e incluso a conectarse en el aula para comentar LA TIZA y a partir del domingo la lectura de los cuentos seleccionados y finalistas en el pasado Concurso. No olvidéis el XXIII Concurso ,ya en marcha, finaliza el 5 de MARZO.Consultar las bases y a Participar...Adelante
Paco, gracias por tu entrega al blog. Hago tuyas las palabras en facebook.El blog necesita de la participación desde el aula y desde las familias.Os ruego les animéis a entrar y a comentar nuestras publicaciones en la Tiza y en el libro del mes.Gracias.
El Coordinador del GRUPO LEO.
Gracias, Diego. Gracias, Paco. Espero que los lectores de Charli se animen a conocer esta tercera aventura. Disfrutarán mucho.
Y, por supuesto, Grupo Leo tiene todo el permiso para representarme. Animar a la lectura sigue siendo mi objetivo, aunque sea desde la distancia. Abrazos a todos los compañeros y compañeras.
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