miƩrcoles, 19 de octubre de 2016

Los libros del mes de octubre: "Don Facundo Iracundo, el vecino del segundo"

 

ReseƱa:
La simple anécdota de soportar a un vecino gruñón, malhumorado y solitario da pie a Elia, la niña protagonista, para relatar una historia que se repite en mÔs de una comunidad de vecinos. El problema de la niña, que vive con su padre en el piso situado justamente encima del hogar de don Facundo Iracundo, es que no puede hacer un solo movimiento que genere algo de ruido, pues inmediatamente su vecino le increpa con golpes que propina al techo con su muleta. Elia ingenia varias estrategias para solucionar esta situación, pero no serÔ nada fÔcil conseguir la paz. Una historia bien contada, con una buena dosis de tensión y emoción, creíble y con un final inesperado.
Edad recomendada: a partir de 8 aƱos



El autor:
 
 Roberto Aliaga: ā€œNacĆ­ en Argamasilla de Alba, como Don Quijote, un martes y trece de 1976.
Soy biólogo, estoy casado y tengo un montón de hijos: dos de ellos (Aroa e IvÔn) de carne y hueso, y mÔs de cincuenta de papel impreso.
Me gusta esconderme a leer, pasear junto al mar, la leche con cacao antes de dormir y estar rodeado por mi familia. SerĆ” porque siempre he sido el mĆ”s pequeƱo...ā€



Obra
La oficina de objetos perdidos y encontrados. Ilustrado por Manuel UhĆ­a. (Brosquil, 2005)
Cactus del desierto. Ilustrado por Manuel UhĆ­a. (Siruela, 2007)
El sueƱo del osito rosa. Ilustrado por Helga Bansch. (OQO, 2007)
Un hermanito para Eva. Ilustrado por Sonia SƔnchez. (Imaginarium, 2007)
La tortuga que querĆ­a dormir. Ilustrado por Alessandra Cimatoribus. (OQO, 2008)
El cangrejo ermitaƱo. Ilustrado por Daniel JimƩnez. (Combel, 2008)
Poemitas de maƭz. Ilustrado por Laura GonzƔlez. (CEDMA, 2008)
Un reloj con plumas. Ilustrado por Ɠscar VillĆ”n. (Macmillan, 2008)
Pingoreta y el tiempo. Ilustrado por Mónica Gutiérrez Serna. (Macmillan, 2008)
La muƱeca y la castaƱera. Ilustrado por Maja Celija. (OQO, 2008)
Codrilo. Ilustrado por Minako Chiva. (OQO, 2009)
El camión de papel. Ilustrado por Claudia Ranucci. (Macmillan, 2009)
El prĆ­ncipe de los enredos. Ilustrado por Roger Olmos. (Edelvives, 2009)
Simón mentiras. Ilustrado por Simona Mulazzani. (OQO, 2009)
El cumpleaƱos de Cristina. Fotografƭas de Xavier dƁrquer. (Imaginarium, 2009)
Los colores de Silvano. Ilustrado por Carles Arbat. (Almadraba, 2009)
Peca y los nĆŗmeros locos. Ilustrado por Manuel UhĆ­a. (M1C, 2009)
ENTREsombras y el circo ambulante. Ilustrado por Roger Olmos. (MacMillan, 2010)
ENTREsombras y la llave maestra. Ilustrado por Roger Olmos. (MacMillan, 2010)
Un cuento lleno de lobos. Ilustrado por Roger Olmos. (OQO, 2010)
Matilde Pompas. Ilustrado por Cristina HernƔndez. (Narval, 2011)
Un camaleón en la escuela de los gatos. Ilustrado por Roger Olmos. (Edebé, 2011)
ENTREsombras y el viaje del fin… de curso. Ilustrado por Roger Olmos. (MacMillan, 2011)
La granja de los siete establos. Ilustrado por Cintia MartĆ­n. (MacMillan, 2011)
SuperhƩroes. Ilustrado por Roger Olmos. (Anaya, 2011).
”Y no llegues tarde! Ilustrado por Marta Antelo. (MacMillan, 2012)
El novio de la bruja. Ilustrado por Carles Arbat. (EdebƩ, 2012)
ENTREsombras y la cabalgata macabra. Ilustrado por Roger Olmos. (MacMillan, 2012)
El viejo y la margarita. Ilustrado por Guridi. (Narval, 2012).
Cuento de noche. Ilustrado por Sonja Wimmer. (Cuento de Luz, 2012)
Luis, Federico y AndrƩs. Ilustrado por Juan Berrio. (MacMillan, 2012)
Dorothy. Ilustrado por Mar Blanco. (Cuento de Luz, 2013)
Cuando Ɠscar se escapó de la cĆ”rcel. Ilustrado por Emilio Urberuaga. (Anaya, 2013)
¿Te cuento un secreto? Cuando fui a la selva. Ilustrado por Miguel Ángel Díez. (Anaya, 2014)
¿Te cuento un secreto? Cuando me convertí en lobo. Ilustrado por Miguel Ángel Díez. (Anaya, 2014)
¿Te cuento un secreto? Cuando trabajé en el circo. Ilustrado por Miguel Ángel Díez. (Anaya, 2014)
¿Te cuento un secreto? Cuando me hice así de pequeño. Ilustrado por Miguel Ángel Díez. (Anaya, 2014)
Mascota lolo. Ilustrado por Emilio Urberuaga. (EdebƩ, 2015)
Solo un reloj. Ilustrado por Amrei Fiedler. (La Fragatina, 2015)
Enfadados. Ilustrado por Miguel Cerro. (La Fragatina, 2015)
La llavecita dorada. Ilustrado por Dani Padrón. (Cuento de Luz, 2015)
Tic Tac ”Cuac! Ilustrado por Iratxe López de Munain. (Canica Books, 2015)
Tortololita. Ilustrado por Paula Alenda. (Libre AlbedrĆ­o, 2015)
Las gafas del abuelo. Ilustrado por Miguel Cerro. (EdebƩ, 2016)
Don Facundo Iracundo. El vecino del segundo. Ilustrado por Raúl Sagospe. (Edebé, 2016)



El ilustrador:
 
Raúl Sagospe: nació en VicÔlvaro, España, en 1974. Unos años después se licenció en Historia en la Universidad de AlcalÔ de Henares. También cursó estudios de Ilustración en la escuela de Arte Nº10 de Madrid. Ha ilustrado para Cristóbal Serra (Viaje a Cotiledonia y Regreso), Diego Arboleda (Prohibido leer a Lewis Carroll), Raúl Argemí (Pepé LevaliÔn) y Roberto Aliaga (Facundo Iracundo el vecino del segundo).




LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD

Elia estĆ” muy enfadada, nunca puede jugar en casa porque debajo vive un vecino gruñón. Es Don Facundo, que se queja siempre dando golpes en el techo con la muleta con la que camina. Piensa Elia: ā€ quizĆ”s estĆ” demasiado soloā€
Intenta idear un plan para dar solución al problema.
DespuƩs de varias tentativas intenta idear otra. Cree que estƔ demasiado solo y se aburre.
Intentó montarle una fiesta, para que acudieran amigos a su casa para divertirse, ”Y no los recibió!
Intenta con otra hipótesis ablandar el corazón de don Facundo. Sería su último intento. No podía seguir así. Estaba cansada de que todo le saliera mal. Si la pillaban papÔ se enfadaría.
Se tumbó en la cama y comenzó a dibujar un corazón. No un corazón real sino uno de Cupido, indignadísimo de amor. La última hipótesis consistía, en buscarle una novia a Don Facundo.
El miércoles por la tarde, Celia cogió el teléfono inalÔmbrico y se metió con él en su habitación. Antes de marcar el número ensayó la voz a utilizar. Lo de impostar voces se le daba bien. Siempre que contaba una historia la adornaba con cambios de tono de los que tenía un buen repertorio.
Esta vez decidió imitar a la teacher. Su voz le salía calcada y nadie pondría dudar de ser una persona adulta de verdad.
Después del ensayo, abrió la libreta y tomó el número y lo marcó.
En esta ocasión no podía arriesgarse a contar solo con la gente del barrio. Era su última oportunidad y no quería desaprovecharla. Ampliaría las fronteras,
”Iba a dirigirse a toda la ciudad!
–Holaaa, buenas tardes, me gustarĆ­a poner un anuncio. ĀæSon gratis? Vale, pues uno de esos. SĆ­, un anuncio con palabras, ĀæY cuĆ”ndo va a salir? ĀæEn el diario del viernes? Ah, pues muy bien, tome nota por favor:
ā€œDon Facundo estĆ” triste, ĀæquĆ© tendrĆ” don Facundo? Los suspiros se escapan de su piso segundo. Que ha perdido la risa y el humor, y en un banco del parque, maƱana por la tarde, te espera con una florā€.
”Genial!
Ya habƭa puesto el cebo y habƭa lanzado la caƱa tenƭa que esperar a que picaran.
Elia estaba convencida que, gracias a su anuncio, le iban a salir novias a montones. El sƔbado, el parque estarƭa repleto de mujeres deseosas de conocer a ese seƱor tan triste y romƔntico que le esperaba para regalarle una flor. Bueno, al menos dos o tres sƭ que irƭan por curiosidad. Ahora faltaba la segunda parte: convencer a don Facundo para que el sƔbado saliera de la cueva. Era lo mƔs difƭcil. Elia estuvo trabajando durante horas. Y aunque intentaba ponerse en la piel de una enamorada, no le salƭa, ella nunca habƭa estado enamorada.
DespuƩs de mucho pensar, escribir y borrar tuvo que terminar la nota. No podƭa demorarse mƔs. Habƭa llegado el momento de echarla por debajo de la puerta. La nota decƭa:
ā€œHola, te escribo porque necesito hablar contigo. Cada vez que pienso en ti, mi corazón late con frenesĆ­. Te espero en el parque maƱana por la tarde. No faltes, por favor. Y trĆ”eme una flor.ā€
El sÔbado por la mañana, Elia estuvo de lo mÔs inquieta. No acertaba a hacer nada bien. No se centraba. Su padre tuvo que preguntarle si se encontraba bien. Terminó limpiando las lentes de sus prismÔticos.
Después de comer, se asomó al balcón y echó un vistazo a los bancos del parque. Estaba nerviosa, sentía frustración y temía que perdería el partido.
Lo veía todo absurdo, se fue a ver la tele y se quedó dormida en el sofÔ, se despertó sobresaltada.
–”QuĆ© tarde! ĀæQuĆ© hora es?
–Las seis y pico–contestó su padre–.No te preocupes la mamĆ” de CĆ©sar me dijo que pasarĆ­a a recogernos a partir de las ocho.
Faltando a su promesa, Elia se levantó y salió al balcón. Tomó sus prismÔticos y recorrió todos los bancos...
”Allí estaba él, don Facundo Iracundo, su vecino del segundo! Estaba charlando con el señor del andador. Estaba trajeado, con pajarita y una rosa sobre las rodillas.
¿Y dónde estarían las novias? Hizo un barrido por todo el parque, pero no encontró ni una sola mujer.
Se sintió culpable y empezaba a darle pena don Facundo. Se consolaba que al menos había estado entretenido con el señor del andador. Lo mismo hacía mÔs amigos.
En ese momento, una mujer se introdujo en el campo de visión de los prismÔticos, se acercó al banco y se detuvo frente a don Facundo.
”Una novia! Era guapísima, era mÔs joven que él y llevaba un vestido precioso.
Don Facundo se levantó tan rÔpido que la flor cayó al suelo, se dieron un abrazo y salieron del parque tomados del brazo, el hombre del andador miró la muleta que don Facundo se había olvidado. Se agachó, cogió la flor y una mujer se acercó a él y le preguntó algo.
Al día siguiente la noticia corrió. El padre entró en el dormitorio, descorrió las cortinas y le dijo:
–”No te lo vas a creer! Me lo acaba de contar Amalia.
–¿QuĆ© te ha contado?
–Pues que don Facundo tiene...
–””Una novia!!–gritó Elia, levantĆ”ndose y levantando los puƱos en seƱal de victoria.
–”QuĆ© va! Una novia no...No creo que estĆ© el hombre para esos trotes, a su edad– Mejor aĆŗn Ā”Tiene una hija!
Elia se paró de golpe.
–¿Una hija?
–SĆ­, tiene una hija. Por lo visto estaban enfadados y no se veĆ­an desde hacĆ­a un montón de tiempo, pero ayer se encontraron en el parque e hicieron las paces. ĀæNo es maravilloso?
La niƱa, con la boca abierta, no supo contestar.
 
Ilustrado por: RaĆŗl Sagospe
Editorial: EdebƩ
 


ACTIVIDADES:
1– ĀæPor quĆ© Elia estaba muy enfadada?
2– ĀæCómo era don Facundo? ĀæQuĆ© hacĆ­a? Haz un dibujo de don Facundo.
3– ĀæQuĆ© plan idea Elia para que tenga compaƱƭa?
4– Escribe un cuento de una persona mayor que vive sola y necesita compaƱƭa.
EnvĆ­alo por correo postal con un dibujo y acompaƱado de tus datos personales: nombre, apellidos, colegio, curso, telĆ©fono y una dirección de correo electrónico a: 

Concurso literario Grupo Leo
Apartado de correos 3008
03080 Alicante



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