Los libros del mes de octubre 2012 del Grupo Leo
en La Tiza
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Suplemento de Educación Infantil "La Tiza" 31-10-2012
Diario Información de Alicante con el Patrocinio de la Fundación CajaMurcia
Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven
Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven
El Autor: Albert Espinosa (Barcelona, 1974 -):
Albert Espinosa i Puig es escritor, director, actor y guionista de cine, teatro y televisión. Entre su producción destacan películas como Planta 4.ª, Tu vida en 65', Va a ser que nadie es perfecto, No me pidas que te bese porque te besaré o Héroes, y obras de teatro como El fascinante chico que sacaba la lengua cuando hacía trabajos manuales o Los pelones.
En televisión ha escrito más de 20 producciones en distintos ámbitos, entre las que destaca la creación (idea original de los 13 capítulos) de la serie Pulseras rojas, basada en su libro El mundo amarillo y en su propia vida y lucha contra el cáncer, que ha sido galardonada con el premio al mejor guión en los Seoul International Drama Awards y, además, ganó la mención especial en los Prix European 2011 a las mejores series de Europa.
Entre sus libros encontramos títulos como: "El mundo amarillo", "Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo" y "Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven".
Albert Espinosa i Puig es escritor, director, actor y guionista de cine, teatro y televisión. Entre su producción destacan películas como Planta 4.ª, Tu vida en 65', Va a ser que nadie es perfecto, No me pidas que te bese porque te besaré o Héroes, y obras de teatro como El fascinante chico que sacaba la lengua cuando hacía trabajos manuales o Los pelones.
En televisión ha escrito más de 20 producciones en distintos ámbitos, entre las que destaca la creación (idea original de los 13 capítulos) de la serie Pulseras rojas, basada en su libro El mundo amarillo y en su propia vida y lucha contra el cáncer, que ha sido galardonada con el premio al mejor guión en los Seoul International Drama Awards y, además, ganó la mención especial en los Prix European 2011 a las mejores series de Europa.
Entre sus libros encontramos títulos como: "El mundo amarillo", "Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo" y "Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven".
Argumento:
Dani se dedica a buscar niños desaparecidos. En el mismo instante en que su pareja hace las maletas para abandonarle, recibe la llamada de teléfono de un padre que, desesperado, le pide ayuda. El caso le conducirá a Capri, lugar en que afloraran recuerdos de su niñez y de los dos personajes que marcaron su vida: el señor Martin y George. El reencuentro con el pasado llevará a Dani a reflexionar sobre su vida, sobre la historia de amor con su pareja y sobre las cosas que realmente importan.
Dani se dedica a buscar niños desaparecidos. En el mismo instante en que su pareja hace las maletas para abandonarle, recibe la llamada de teléfono de un padre que, desesperado, le pide ayuda. El caso le conducirá a Capri, lugar en que afloraran recuerdos de su niñez y de los dos personajes que marcaron su vida: el señor Martin y George. El reencuentro con el pasado llevará a Dani a reflexionar sobre su vida, sobre la historia de amor con su pareja y sobre las cosas que realmente importan.
La Tiza de la Lectura. Leo, leo, que me animo a leer.
Un cuento:
Un cuento:
Siempre discutíamos
Unas cuántas horas antes discutía con mi pareja. Nada extraño ni grave en nosotros, últimamente siempre discutíamos. Si alguien nos hubiese visto pensaría que estábamos al borde de la ruptura, pero tan sólo era nuestro día a día.
Eran las siete y media de la mañana. Pensé que pronto amanecería y que aún necesitábamos dos horas más de conversación. Las parejas y sus ritos. Las parejas y sus códigos. Toda pareja tiene su código de discutir, de perdonarse y de reprochar las cosas al otro.
Pero aquel día el código se rompió, no hubo dos horas más de conversación, ni reproches... Lo supe cuando noté su mirada en mí... Era una mirada que desconocía, no iba acompañada de ninguna palabra.
Ella siempre que me miraba me hablaba, era una de sus muchas virtudes que me alucinaban. Quitar el sonido a su mirada me heló completamente. Parecía que estaba a punto de decirme algo del estilo: Esto no funciona... Estoy harta de discutir o por qué somos así si nos queremos tanto... Pero tan sólo me miraba.
Tras un silencio interminable, me miró fijamente y lo soltó:
- Debo dejarte, Dani.
Debo... debo... esa obligación me perforó.
A mi cabeza llegó el verbo traducido al inglés. Ese “must” que siempre me ha parecido una palabra elegante,
- ¿Debes? -le pregunté.
- Debo...
Se produjo un nuevo silencio.
Decidí insistir. Y qué mejor que con nuestra forma particular de decir “te quiero”. Toda pareja tiene una manera única, la nuestra tenía que ver con la primera película que vimos juntos. Era el magnífico film de Jean-Luc Godard, Al final de la escapada, nuestra secuencia siempre fue una que transcurría en un coche. Ésa era nuestra forma de decirnos “te quiero”, jamás había fallado sacar ese trío de frases en una discusión o en un momento tenso. Yo decía la primera y la tercera frase; ella la segunda. Aunque a veces era al revés. Dependía de quién necesitaba volver a atraer al otro a la cordura, al amor...
La clave de que algo tan mágico funcionara era que tan sólo se podía invocar en situaciones desesperadas. La miré fijamente, quería que supiera que era uno de esos momentos.
- No puedo vivir sin ti –dije poniendo en mi rostro todos los tics de Jean-Paul Belmondo que pude generar.
Ella me miró y no dijo nada. Volví a la carga:
- No puedo vivir sin ti.
Ella me observó por segunda vez. Negó con los ojos, después con la cabeza y finalmente soltó el “no” más contundente que he escuchado en mi vida. Fue un “no” tan rotundo que supe que todo había acabado.
Aunque quizá no hacía falta; no haber seguido aquel juego ya era la señal indiscutible del fin del todo.
Intenté el contacto físico, lo último que me quedaba. Me acerqué a ella pero me rechazó antes de que llegase a tocarla.
Justo cuando iba a preguntarle el porqué sonó mi móvil de trabajo. Lo utilizaba únicamente para casos extremos laborales.
Dudé si cogerlo, sabía a la perfección que no era el momento y sería la gota que colmaría el vaso, pero no sé bien por qué acabé contestando.
Tan solo pronunciar “Diga” ella se marchó a nuestra habitación.
Mientras ella recogía sus cosas de la habitación, yo estaba en el salón hablando por teléfono. La situación era surrealista.
El sonido que ella producía al introducir sus pertenencias en la maleta me superaba. Sabía que aceptaría aquel caso fuera el que fuese. En el papel que acababa de coger para apuntar los datos del trabajo escribí: “ni el amor es suficiente”.
Me fascina cuando el cerebro ordena inconscientemente a la mano y repite los pensamientos que el corazón expresa, pero que no han sido dichos en voz alta.
............................................................................Eran las siete y media de la mañana. Pensé que pronto amanecería y que aún necesitábamos dos horas más de conversación. Las parejas y sus ritos. Las parejas y sus códigos. Toda pareja tiene su código de discutir, de perdonarse y de reprochar las cosas al otro.
Pero aquel día el código se rompió, no hubo dos horas más de conversación, ni reproches... Lo supe cuando noté su mirada en mí... Era una mirada que desconocía, no iba acompañada de ninguna palabra.
Ella siempre que me miraba me hablaba, era una de sus muchas virtudes que me alucinaban. Quitar el sonido a su mirada me heló completamente. Parecía que estaba a punto de decirme algo del estilo: Esto no funciona... Estoy harta de discutir o por qué somos así si nos queremos tanto... Pero tan sólo me miraba.
Tras un silencio interminable, me miró fijamente y lo soltó:
- Debo dejarte, Dani.
Debo... debo... esa obligación me perforó.
A mi cabeza llegó el verbo traducido al inglés. Ese “must” que siempre me ha parecido una palabra elegante,
- ¿Debes? -le pregunté.
- Debo...
Se produjo un nuevo silencio.
Decidí insistir. Y qué mejor que con nuestra forma particular de decir “te quiero”. Toda pareja tiene una manera única, la nuestra tenía que ver con la primera película que vimos juntos. Era el magnífico film de Jean-Luc Godard, Al final de la escapada, nuestra secuencia siempre fue una que transcurría en un coche. Ésa era nuestra forma de decirnos “te quiero”, jamás había fallado sacar ese trío de frases en una discusión o en un momento tenso. Yo decía la primera y la tercera frase; ella la segunda. Aunque a veces era al revés. Dependía de quién necesitaba volver a atraer al otro a la cordura, al amor...
La clave de que algo tan mágico funcionara era que tan sólo se podía invocar en situaciones desesperadas. La miré fijamente, quería que supiera que era uno de esos momentos.
- No puedo vivir sin ti –dije poniendo en mi rostro todos los tics de Jean-Paul Belmondo que pude generar.
Ella me miró y no dijo nada. Volví a la carga:
- No puedo vivir sin ti.
Ella me observó por segunda vez. Negó con los ojos, después con la cabeza y finalmente soltó el “no” más contundente que he escuchado en mi vida. Fue un “no” tan rotundo que supe que todo había acabado.
Aunque quizá no hacía falta; no haber seguido aquel juego ya era la señal indiscutible del fin del todo.
Intenté el contacto físico, lo último que me quedaba. Me acerqué a ella pero me rechazó antes de que llegase a tocarla.
Justo cuando iba a preguntarle el porqué sonó mi móvil de trabajo. Lo utilizaba únicamente para casos extremos laborales.
Dudé si cogerlo, sabía a la perfección que no era el momento y sería la gota que colmaría el vaso, pero no sé bien por qué acabé contestando.
Tan solo pronunciar “Diga” ella se marchó a nuestra habitación.
Mientras ella recogía sus cosas de la habitación, yo estaba en el salón hablando por teléfono. La situación era surrealista.
El sonido que ella producía al introducir sus pertenencias en la maleta me superaba. Sabía que aceptaría aquel caso fuera el que fuese. En el papel que acababa de coger para apuntar los datos del trabajo escribí: “ni el amor es suficiente”.
Me fascina cuando el cerebro ordena inconscientemente a la mano y repite los pensamientos que el corazón expresa, pero que no han sido dichos en voz alta.
Fragmento del libro: Si tú me dices ven lo dejo todo… pero dime ven
Autora: Albert Espinosa
Editorial: Grijalbo
Colección: Ficción Adultos +16
Colección: Ficción Adultos +16
ISBN: 9788425346071
- ¿Qué piensas que les ha pasado a los protagonistas de la historia, según el contexto?
- ¿A qué crees que se dedica el protagonista, tras coger el teléfono y anotar unos datos del caso?
- ¿De qué crees que trata la película La serpiente del desierto Marara?
- Seguro que alguna vez te has enfadado con algún amigo, con la familia... pero que pronto has hecho las paces. ¡Cuéntanos una historia bonita, con final feliz y... no olvides un dibujo original! Envíala, acompañada de un dibujo original, al Concurso Literario Grupo Leo 2013:
Grupo Leo
Apartado 3008
03080 Alicante
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O por Email a:
- grupoleoalicante@gmail.com
Importante: No olvides escribir tu nombre, curso, centro educativo y teléfono o e-mail de contacto.
grupoleo@terra.es
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2 comentarios:
Fragmento interesante para los alumnos de Eso, Bachiller y adultos.Enviarnos vuestros comentarios.Podéis suscribiros para recibir nu8estra información.Grupo Leo
Una obra muy interesante que apetece leer y me hace pensar el fragmento.
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