Reseña:
Después
de leer este libro tu visión de los animales y las plantas cambiará para
siempre.
Todos
nos hemos admirado alguna vez ante la grandiosidad y la belleza de la
naturaleza. Este libro es un viaje que nos llevará por maravillosos parajes alrededor
del mundo para conocer de cerca a seres que, al igual que nosotros, tienen
familia, emociones, enfrentan desafíos, toman decisiones y crean alianzas.
He
dedicado mi vida y mi carrera de biólogo al estudio y a la protección de los
animales. Acompáñame y descubre mi forma de ver el mundo, un lugar donde, sin
importar que tengamos el aspecto de un helecho, el carácter de una mosca, la
valentía de una hormiga o el corazón de una gaviota, todos somos iguales.
El autor:
Óscar. S. Aranda, biólogo de profesión,
naturalista por convicción, nació un 6 de junio de 1974 en la ciudad de León,
Guanajuato, México, y desde sus primeros pasos, le encantaban los animales y la
vida al aire libre.
Desde
muy pequeño se mostró muy interesado por la naturaleza en general. Fue así como
comenzó a rescatar cuanto animal encontraba, sin negar de igual forma que
algunos de ellos no fueron tan afortunados de toparse con él, aunque ahora
reconoce que fueron experiencias de gran trascendencia para su futura profesión…
Con
una vida muy alegre, aunque un tanto solitaria, Oscar encontró en la naturaleza
un vínculo profundo para jugar, realizar sus sueños y vivir fascinantes
aventuras. Así pasó toda su juventud, rescatando y salvando todo tipo de
animales silvestres.
En
1995 decidió dedicar su vida al cuidado y conocimiento de la naturaleza,
mudándose a la ciudad de Guadalajara, donde cursó la Licenciatura en Biología
de la Universidad de Guadalajara, para luego trasladarse a la ciudad de Puerto
Vallarta y realizar una especialización en Biología Marina, además de dos
diplomados posteriores.
A
través de su Tesis de Licenciatura, realizó con un amplio estudio sobre los
peces de arrecife de la Bahía de Banderas (en las costas mexicanas del Océano
Pacífico), buceando durante un año en variados sitios de la Bahía. Descubrió
una sorprendente variedad de especies, algunas nunca antes reportadas para la
región, y se dio cuenta de lo compleja que es la relación existente entre todos
los organismos que viven y visitan los arrecifes.
En el año 2000, comenzó a trabajar en la protección de las
tortugas marinas, a través de un proyecto generado por una importante
organización no gubernamental, donde pronto descubrió una profunda pasión y
entrega por la vida “no tan secreta” de éstos poco comprendidos reptiles. A
partir de entonces, y tras presenciar el sacrificio de una tortuga marina,
descubre la penosa situación a la que las tortugas marinas se enfrentan cada
día en México y el mundo, por lo que decidió comprometerse en el cuidado y protección
de estas especies. Poco a poco fue buscando la forma de ampliar y mejorar los
esfuerzos que hasta entonces se realizaban en la región, logrando fundar en
2004 la Sociedad Ecológica de Occidente, como una respuesta a las necesidades
ambientales de la Bahía de Banderas.
Hasta el año 2012, su Programa de Protección, Conservación,
Investigación y Manejo de Tortugas Marinas se consolidó como el proyecto de
conservación más importante y exitoso de la ciudad turística de Puerto
Vallarta, con magníficos resultados.
En 2010, Oscar fue honrado al ser nominado por la prestigiosa
cadena CNN, como “Defensor del Planeta”, a través de su reconocido programa
CNNHeroes, permitiendo así que la situación que viven las tortugas marinas, y
los esfuerzos de conservación que se realizan por protegerlas en la región,
dieran la vuelta al mundo.
A
finales del año 2011 Oscar descubrió una compleja red de tráfico ilegal de
huevos de tortuga en la que participaba la policía, y tras denunciarlo recibió
amenazas de muerte, por lo que decidió mudarse a España, donde continuó
realizando actividades de divulgación y concienciación ambiental, tanto en
México como en España. Tuvo la oportunidad de colaborar con una importante
organización holandesa de rescate de primates y grandes felinos, donde aprendió
lo profunda y compleja que es la inteligencia y la personalidad de los
primates.
En
2014, esperando que la situación se hubiera estabilizado, regresó nuevamente a
México con su esposa Mar Zuloaga, una incansable luchadora por la justicia y el
respeto a los animales. Juntos emprendieron dos emocionantes proyectos; una
Clínica Veterinaria y Hotel Canino “MexiCan” y un proyecto de turismo de
naturaleza ambientalmente amigable para conocer las maravillas naturales de
Bahía de Banderas y sus secretos, siempre bajo un concepto de profundo respeto
y admiración por la naturaleza.
Dos años después, tras nuevas amenazas decidieron volver a
España, donde viven permanentemente y continúan realizando labores de
concienciación y cuidado de la naturaleza. Oscar se mantiene ocupado como
escritor para varias revistas y medios de divulgación en tanto en México como
España, y trabaja en nuevos proyectos editoriales
La ilustradora:
Sonia Pulido. Licenciada
en Bellas Artes en la especialidad de grabado y
estampación, obtuvo en 1996 el
primer premio en un concurso de ilustración organizado por su Universidad.
Inició
su carrera realizando ilustraciones para El País Semanal, Mujer 21, Rockdelux,
Stripburger o Tretzevents
e historietas breves,
con su propio guion, para Dos veces breve, NSLM o Tos.
Su
primera historieta larga fue Puede que esta vez (Sinsentido), donde plasmó
un guion de Xavi Doménech inspirado en la canción Maybe this time de Cabaret.
En
2008 pidió
a su admirado Pere Joan un
guion que pudiera realizar, dando como resultado Duelo de caracoles,
publicado dos años después por Editorial Sinsentido.
Entretanto,
participó en exposiciones, como la colectiva Sin nosotras en el Espacio Sins Entido,
junto a Rachel Deville, Lola Lorente y
Catel Muller, a principios de 2008, y en la individual Sonia Pulido. Separar por colores en el marco del
Encuentro del Cómic y la Ilustración de Sevilla de 2009.
EL PULPO QUE CAMBIÓ MI VIDA
Y ahí estaba un joven
pulpo (Octopus hubbsorum), escondido tímidamente en una cavidad, asomando un
poco sus hermosos ojos con pupilas rectangulares, uno de sus brazos, en el que
sostenía con firmeza mi lápiz. A pesar de las persistentes corrientes, pude
arreglármelas para sujetarme con una mano y jugar con él con la otra. Era tal
su curiosidad que decidió abandonar su guarida casi por completo y salir a
examinar mi lápiz, luego la pizarra y, por último, mi mano desnuda. Recorrió
cada centímetro de mi mano mientras la iba “palpando” suavemente con sus
ventosas, que en realidad para ellos son el equivalente a nuestra lengua
humana. Sí, son pulpos que tienen 1699 lenguas ¡y ésta acaba de chupetearme la
mano entera!
Quedé sorprendido de su
capacidad para manipular el lápiz, y de la fuerza con la que tiraba de él,
intentando separarlo del cordón al que estaba atado. No hacía falta que dejara
de mirarme para concentrarse en robarme el lápiz, lo que me llamó la atención.
Luego supe que, en la base de cada uno de sus brazos, a los que erróneamente
llamamos tentáculos, tienen un cerebro, además del principal que tienen en su
cabeza. Pude entender entonces por qué son tan listos, pues cada brazo puede
realizar acciones independientes y tomar decisiones propias sin tener que
molestar a su gran cerebro, dedicado a pensar, probablemente, en por qué no
somos capaces de entenderlos.
Pasaron varios minutos
que dediqué, segundo a segundo, a disfrutar y a jugar con él. Fue muy
divertido, aunque debo reconocer que conforme pasaba el tiempo ganaba más
confianza en sí mismo, y por supuesto en mí, ese misterioso visitante
enmascarado que llevaba un lápiz molón. Debía continuar mi trabajo, así que,
con gran pesar y un inmenso sentido del deber, intenté volver a mi censo de
peces, suspendido temporalmente por un cefalópodo curioso. Me costó recuperar
mi lápiz, pero más la concentración, ya que no podía olvidar su mirada
inquisitiva, como de un ser consciente de sí mismo y de su entorno.
Desde entonces me quedó
muy claro que los pulpos son más inteligentes de lo que creemos, y me entregué
a la tarea de investigar más sobres ellos. Descubrí que, además de sus nueve
cerebros, disponen de tres corazones, y que en algunos tienen sangre azul.
Cuanto más leía, más descubría que, así como me ocurrió a mí, había muchas
personas más que quedaban cautivadas e igualmente intrigadas por cómo un
molusco podría ser capaz de tomar decisiones y realizar acciones sumamente
complejas, tan complejas que eclipsaban las famosas habilidades de un chimpancé
o un delfín.
Se dice por ahí que son
seres de otro mundo. ¿Cómo puede ser que un animal invertebrado, pariente de
caracoles y almejas, tenga tal inteligencia? Encontrar la respuesta no ha sido
nada sencillo, los científicos se han topado con un animal obstinado al que no
le gusta cooperar para desvelar sus secretos, que sabotea pruebas y
experimentos, escapando de sus confinamientos sin que nadie lo vea, y lleva al
límite la paciencia que quienes intentan estudiarlo.
Al parecer, el problema
radica en que no es un animal cualquiera, por ello no puede ser estudiado a
través de métodos convencionales, ni tampoco puede ser interpretado mediante
los mismos fundamentos que se utilizan para estudiar otros animales, ya que su inteligencia,
o el procesamiento de sus pensamientos, se lleva a acabo de una forma
totalmente diferente a la nuestra. Ese procesamiento es tan sorprendente y
distinto, que a los pulpos también se los denomina animales alienígenas, o
animales de otro mundo, más allá de que su apariencia haya inspirado a los
creadores de algunos de los monstruos más famosos de Hollywood.
(…)
Lo único que sabemos a
ciencia cierta es su historia evolutiva de más de 500 millones de años, que
poseen el cerebro más grande de todos los invertebrados (y de algunos peces y
anfibios) y que dos terceras partes de su sistema nervioso se encuentran
situadas en sus brazos.
Actualmente se ha
concluido que los pulpos pueden ser zurdos o diestros y que prefieren utilizar
alguno de sus dos ojos para centrar su atención en algo. Sabemos que son
capaces de utilizar herramientas, tal como lo hace un reducido número de
vertebrados, y también sabemos que, lo mismo que nosotros, tienen la asombrosa
capacidad de recordar y aprender, aplicando sus experiencias anteriores para
resolver nuevos retos.
¿Era acaso, ese pulpo
que conocí, capaz de reconocerme?
Tomado de: “El lenguaje secretode la naturaleza”
Autor: Oscar S. Aranda.
Ilustraciones: Sonia Pulido
Editado por: Plaza & Janés
ACTIVIDADES
1.- En el
extracto del capítulo trascrito arriba, finaliza realizando una pregunta que sí
responde el autor en el libro, ¿te imaginas su respuesta?, ¿cómo reaccionaría
el pulpo al reencontrarse con Óscar?
2.- Es
cierto que los pulpos han sido inspiración de algunos monstruos y películas de
Hollywood. Investiga un poco en Google y queda con tus compañeros para ver las películas
juntas.
3.- Escribe
un cuento o poema referido a esta u otra temática y envíalo por correo postal acompañado
de un dibujo con vuestro nombre, apellidos, curso, colegio y nº de teléfono a:
GRUPO
LEO
apartado
4042
03080
ALICANTE
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