FINALISTAS DEL XXVII CONCURSO LITERARIO DE POEMAS Y CUENTOS DEL GRUPO LEO

miércoles, 10 de diciembre de 2025

FINALISTAS DEL XXVII CONCURSO LITERARIO DE POEMAS Y CUENTOS DEL GRUPO LEO

Hoy publicamos los cuentos y poemas de los finalistas de nuestro XXVII Concurso Literario. Esta semana seguimos con la Cuarta Categoría (5º y 6º de Educación Primaria). Si queréis leer vuestros cuentos o poemas aquí en La Tiza o en nuestro blog, ya sabéis que nos los tenéis que enviar a nuestro correo, que está al final de la entrada.

UNA VIDA INESPERADA

Había una vez una niña llamada Marta que tenía 12 años y vivía en las Islas Canarias con sus padres y sus dos hermanos pequeños, María y Martín. Ellos tenían cuatro años y estaban muy contentos con el colegio, la casa... Pero lo que más le gustaba en el mundo a Marta era el fútbol.

UNA SEMANA MÁS TARDE...

Entonces, los padres de Marta, preparados para la ocasión, dijeron:

—Marta, María y Martín, tenemos una sorpresa para vosotros... ¡Nos mudamos a la casa antigua de la abuela en París!

—¡Bien, bien, bien, qué divertido! —gritaban María y Martín.

—¡Pero qué! ¡Yo no me pienso mover de aquí! —decía Marta, pero ya todos se habían ido a contárselo a los vecinos y familiares cercanos.

DOS SEMANAS DESPUÉS...

—¡Chicos, nos vamos, que perdemos el avión! —gritaban sus padres con emoción y un poco de prisa.

—¡Ya os he dicho que no me voy! —gritaba Marta con mucha rabia y tristeza.

—Marta, cariño, hay que irse ya —le decía su madre.

—¡No, no y no! —gritaba Marta con mucha rabia.

—Allí vas a hacer muchos amigos, y ¿sabes qué? —le susurró su madre al oído.

—¿Qué? —preguntó Marta.

—Hay un equipo de fútbol femenino excelente allí, y te hemos apuntado —le dijo su madre.

—¡Gracias! —le dijo Marta, dándole un fuerte abrazo.

—Bueno, ¿nos vamos? Nos están esperando todos en el coche —preguntó su madre.

—Ahora sí —dijo Marta.

Entonces llegaron al aeropuerto y subieron al avión justo a tiempo. Al llegar a París, cogieron su coche y se fueron hacia la casa de la abuela. ¡Era maravillosa!

UN MES MÁS TARDE... Marta estaba investigando el ático y encontró una carta muy antigua que decía:

“¡Hola! Encantada, soy Laura. Escribo esto para decirte que cuides esta casa como si fuera tuya. En mi habitación hay un diario mío con todos mis secretos. Te doy permiso para leerlo. 16 de mayo de 1823.”

Desde entonces, Marta empezó a cuidar la casa, la nombraron titular de su equipo de fútbol, aprendió francés y otros idiomas, y sacaba las mejores notas de su clase...

Esa misma noche, Marta le dijo a su madre:

—Gracias.

Y se durmió. A partir de entonces, Marta y su familia empezaron a ir todas las vacaciones a las Islas Canarias. Mientras tanto, Marta siguió buscando y encontrando los recuerdos de su bisabuela Laura.

Isabel Sánchez Alarcón, 5ºD Cº. El valle, Alicante

EL RESTAURANTE MÁS IMPORTANTE

Érase una vez una niña que toda su vida había vivido en el restaurante de sus padres. Su madre desde que era muy pequeña trabajó como cocinera porque toda su familia se había dedicado a ello. El restaurante era muy conocido y muy famoso por todo el barrio, allí iban a comer hasta familias de otras ciudades.

Pasaron los años y la madre los dejó. Fue una pérdida muy dolorosa para toda la familia. La niña empezó a aprender a cocinar porque quería ser como su madre para poder hacer feliz a la gente con sus platos de comida, pero ella pensaba que nunca llegaría a ser igual de buena que ella.

Con el paso del tiempo fue mejorando todo lo que aprendía, cada día venían más familias, familias de todo tipo, y su padre estaba muy orgulloso de su hija. Un día, al padre lo llamaron para que su hija fuese chef de cocina en el restaurante más importante del país.

Era el día de la despedida, la niña lo tenía todo preparado pero vinieron de un colegio muy famoso llamado Nazaret, el mejor de toda la ciudad de Alicante. El colegio se había enterado que se iba a ir de la ciudad y querían que la niña se apuntara porque solo tenía trece años. Los jefes de estudio fueron a hablar con la niña para convencerla de que fuera al colegio que allí estaría mejor. Era demasiado pronto para que una niña estuviese ya trabajando.

El padre al ver que su hija iba a dejar la cocina se puso muy triste porque la tradición familiar iba a terminar y sentía que era como olvidarse de su mujer, pero los profesores del colegio le ofrecieron que ella diese talleres de cocina a todos los niños y que cuando se hiciese más mayor entonces se fuese al mejor restaurante.

La niña y el padre hablaron y se dieron cuenta que iba a ser lo mejor para todos, porque así ella iba a poder seguir aprendiendo y cocinando sin olvidarse de sus estudios y sin olvidar a su madre.

Colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Thalía Contreras Jiménez, 6º Cº. Nazaret, Alicante